Relato erótico
Una buena tarde
Fue a ver a su amigo y su hermana le dijo que había salido con su novia. Como era sábado y no tenía nada que hacer, le preguntó si quería ir a tomar algo con él. Ella le dijo que no le apetecía salir, pero acepto la propuesta de ir al video club y alquilar alguna película.
Arturo – Murcia
Daniel, mi amigo, tenía una hermana llamada Eva, era un año mayor que él, era muy sexy y hermosa, tenía unos pechos grandes, unas piernas de ensueño, un culo firme, una cinturita hermosa, ojos preciosos, cara hermosa, en fin era toda una belleza, de esas mujeres que ya no hay por ningún lado, tenía 20 mientras que yo tenía 22.
Al llegar, Eva me abrió la puerta, llevaba unos vaqueros apretados que dejaban ver ese culo firme, una blusa color rosa y al parecer no traía sujetador ya que sus pezones se le notaban a simple vista. Me dijo que Daniel había salido con su novia.
En ese momento pensé en invitar a Eva a salir ya que no hacía nada, le pregunte si quería salir conmigo y ella me contesto, que no le apetecía salir y como no tenía nada que hacer, le sugerí si quería ver algunas películas, comer palomitas y pasar el rato aquella tarde de sábado.
Fuimos a alquilar las películas, deje que eligiera, al llegar se quedo muy pensativa, y me dijo al oído:
-¿Y si alquilamos películas porno?
Me quedé pensando por unos segundos y le dije claro por qué no, tú eres la que eliges. En ese momento mi polla se puso tiesa, fuimos a la parte donde estaban las películas para adultos y allí eligió una de lesbianas, una de prostitutas en la ciudad, otra de grandes folladas y una de kamasutra.
Fuimos a pagar las películas, mostramos la identificación de mayores de 18 y nos fuimos a la casa a ver las películas, yo pensaba en poder tener sexo con Eva, ya que había alquilado esas películas, a lo mejor se excitaba y me pedía que la follase. Al llegar subimos a su cuarto, primero colocamos la de las lesbianas, nos acostamos en la cama a verla.
Mi polla cada vez se ponía más erecta al ver a esas mujeres besándose, tocándose, chupándose, me excitaba tanto que ya no podía, me desabroche el pantalón disimuladamente. Vi que Eva se tocaba el chocho y gemía “discretamente”. Le pregunte:
-¿Estás excitada? Y contesto:
-¡Si, mucho!
Nos acercamos uno al otro, ella al ver que mi pantalón estaba desabrochado empezó a acariciar mi polla suavemente, yo la besaba apasionadamente, nos olvidamos completamente de la película, ahora nosotros éramos los protagonistas, nos besábamos yo bajaba mis manos a sus pechos y se los tocaba, ella se puso frente a mí y me bajó los pantalones, bajó el bóxer que tenia y vio mi polla bien empalmada y excitada, la empezó a chupar, a acariciarla con sus manos.
Estaba muy excitado esa noche, estaba acostado y ella empezó a bailar sensualmente frente a mí, se fue quitando la blusa primero, pude ver sus grandes pechos y sus pezones completamente duros y excitados, me los ponía en la cara y yo los chupaba, mordía esos pezones duros, les pasaba la lengua una y otra vez. Luego empezó a bailar bajo mi cara, yo seguía acostado y ella se paro enfrente de mi cara, se quito los vaqueros lentamente y dejó ver su tanga color blanco completamente mojado.
Se sentó sobre mi cara y con la boca se lo quite, estaba bien mojado, se hizo para atrás y se sentó lentamente en mi polla, y me dijo con cara de deseo:
-Fóllame ahora, lo más rápido y fuerte que puedas.
Yo obedecí y la agarré de la cintura y empecé a penetrarla con gran fuerza y rápido, ella gritaba diciendo que iba a correrse, pero que quería hacerlo en mi cara.
Pasaron unos cuantos minutos y estaba completamente excitada ya no podía mas, se paró y puso su coño frente a mi cara y soltó un orgasmo bestial. Gritaba y seguía con su corrida, era muy excitante y muy morboso. Cuando acabó, empezó a besar y a lamer mi cara y mi pecho que estaban completamente empapados de su corrida.
Sin pensárselo, volvió a agarrar mi polla y empezó a chupármela de nuevo. Yo estaba excitadísimo y le dije que estaba a punto de correrme, ni se movió, al contrario, puso más velocidad a la mamada y al final le solté un buen chorro de leche en la cara.
Era muy viciosa y no dejo escapar ni una gota, la leche que tenía en la cara, la recogía y se la metía en la boca. Se me puso morcillona mientras la miraba, era una golfilla.
La acosté en la cama me monte sobre ella y la empecé a penetrar de nuevo, se me había puesto dura otra vez podía follarla sin piedad. Gritaba como una loca anunciando que se iba a correr.
Saqué la polla de su coño y metí la cabeza entre sus piernas para comerle el chocho y hacerla correr en mi cara. No tardó mucho en regalarme un largo y abundante orgasmo.
Estábamos agotados y decidimos de mutuo acuerdo, tomar unos refrescos y seguir con las películas porno. Poco a poco nos fuimos animando y como el que no quiere la cosa, estábamos montando un 69 de vicio.
Por supuesto nos corrimos y volvimos a descansar, aquello no acababa nunca, solo nos paró que era muy tarde y que su hermano podía llegar en cualquier momento.
Me vestí, nos dimos un bue morreo y quedamos en volver a vernos. No tardamos ni dos días en quedar, aquella vez en mi casa, aprovechando que mis padres se iban unos días a ver a mis abuelos al pueblo.
Os contaré como fue ese encuentro. Un saludo.