Relato erótico
Relajarse es importante
Lleva un tiempo estresado y había escogido aquella semana para descansar y desconectar de todo. Estaba en un hotelito idílico que le recomendó un amigo. Había spa, sauna, te podían hacer masajes relajantes etc. Se relajó en todos los sentidos.
Ignacio – Asturias
Llevaba mucho tiempo sin vacaciones y el cuerpo me pedía descansar en algún lugar tranquilo uno ya no es un chaval de veinte años para estar de fiesta en fiesta así que decidí tomar un plan más tranquilo, tengo 39 años y he sido deportista hasta romperme las rodillas y tuve que retirarme del deporte. Mido 179 cm y tengo algo de tripita, que trato de bajar en el gimnasio.
Al final me decidí a reservar en un pequeño hotel que me había recomendado un amigo. No tenia más de 20 habitaciones, con spa, masajes etc. La reserva fue por una semana, tiempo suficiente para relajarme del stress del trabajo.
En la actualidad estoy separado de mi mujer la rutina nos llevo al aburrimiento y un buen día y de común acuerdo decidimos seguir nuestras vidas por separado, al no tener hijos era más fácil y terminamos como buenos amigos.
El viaje duro unas dos horas en coche, así que madrugue para salir y poder estar allí al mediodía, el recinto del hotel era espectacular encima de un acantilado con un camino que bajaba hasta la playa una playa pequeña que permitía dar unos paseos muy relajantes a pesar de ser el mes de marzo y hacer aun frío.
Me registre en el hotel y la recepcionista una chica encantadora de una bonita sonrisa y un precioso escote me dio la llave de mi habitación era la número 17, pero me dijo que esa semana estaba todo muy tranquilo y que solo había 7 habitaciones ocupadas, subí a mi cuarto y deje las maletas y me dispuse a dar un paseo por las instalaciones del pequeño hotel, lo que más me interesaba era el spa así que baje a verlo era un centro de talasoterapia y la piscina era de agua de mar, la piscina era enorme, con una forma un tanto extraña a los lados de las escaleras había unos pequeños jacuzzis y frente a ello una pared con distintos chorros que te daban en distintas partes del cuerpo produciéndote la ansiada relajación, fue entonces cuando la vi, ella era una mujer preciosa vestía un traje de baño de dos piezas una braguita anudada a la cintura y un sostén que mantenía erguidos sus preciosos pechos, parecía tener más o menos mi edad y me sorprendió verla sola, se giro para recoger su toalla dándome una preciosa imagen de su culito.
Me fui a mi habitación y me di un baño para relajarme y salir a conocer el pueblo, tome un par de cervezas charlando con algún lugareño y volví al hotel para cenar, fui directo al restaurante y allí estaba ella sentada en una mesa sola cenando tranquilamente nos cruzamos la mirada y le desee buen provecho a lo que me respondió con una amplia sonrisa y un escueto gracias.
Cene muy a gusto y la comida era excelente, nos cruzamos algunas miradas durante la cena y cuando se acerco a la puerta para marcharse le pare con la excusa de invitarle a un café a lo que ella aceptó.
Me contó que se llamaba Miriam y era latinoamericana había venido por negocios y llevaba un día descansando en el hotel se alojaba allí por una semana que al final era el mínimo que te exigía el hotel para reservar, hablamos del spa y me dijo que merecía mucho la pena y estaba abierto las 24 horas del día por lo que quedamos al día siguiente en la piscina.
A las 8 de la mañana ya estaba preparado para bajar al spa por lo que toque su puerta y me recibió en el albornoz del hotel que era con lo que se bajaba al spa, antes de entrar a la piscina te recomendaban darte una ducha y una sauna de unos 10 minutos así que seguimos las instrucciones, las duchas parecían un cuarto de baño cada una con su puerta individual por lo que te podías desnudar tranquilamente sin miedo a mirones.
Entramos en la sauna ella entro por delante de mí y el espectáculo de su culito caminando delante era increíble, nos sentamos separados como por un metro y nos relajamos ella se tumbo con las piernas flexionadas y pude ver la forma de su vagina, las gotas de sudor caían por nuestros cuerpos y yo me sentía muy excitado tratando de esconder a duras penas la dureza de mi verga yo creo que ella se dio cuenta y dejo caer sus piernas estirándose por completo, tras esos diez minutos infernales decidimos ir a la piscina.
Lógicamente a esa hora eran poco mas de las 8 de la mañana no había ni un alma allí nos metimos en el jacuzzi y nos relajamos las burbujas no hacían ningún bien a mi verga que seguía dura como una piedra mientras le veía a Miriam como se relajaba en el jacuzzi, en un momento que estuvimos cerca note el roce de su mano en mi cuerpo y lo busqué de nuevo que su mano rozara mi cuerpo, nos movimos a otro jacuzzi más grande ese era como para 8 personas y estábamos solos y allí me besó o la bese, no sé quien se adelantó pero nuestras lenguas empezaron a jugar una con la otra, su mano bajo a los cordones de mi traje de baño soltándolos y mi mano fue directa a acariciar ese precioso pecho que vi el día anterior, era todo lujuria nuestras lenguas rozándose y sus manos bajo mi traje de baño acariciando mi verga y liberándola del bañador, libere su pecho del bikini dejando a la vista un precioso pecho con un pezón que estaba empezando a ponerse bien duro y caliente, lo bese lo acaricie y lo mordí sin piedad ella gemía de placer y mi verga estaba durísima notando el roce de su mano en ella.
Mi mano se lanzó a la parte baja de su bikini soltando el nudo de su cintura, ella me besaba con pasión mis dedos recorrían su depilado coñito deseaba con todo mi alma lamerle ese clítoris hinchado pero lógicamente no podía ser ya que estábamos a la vista ella se subió sobre mi abrazándome como si estuviéramos jugando se empalo en mi verga metiéndola hasta dentro de su sexo, intentamos disimular los movimientos pero era obvio que estábamos follando.
Me pidió que fuéramos a la habitación, nos recompusimos como pudimos y llegamos a la ducha ella entró primero y yo detrás de ella en ese momento le bajé la parte de abajo del bikini y comencé a lamerle el clítoris con deseo, mi lengua recorría los labios de su sexo. Estaba empapada de deseo, mi lengua la penetraba sin piedad y ella se retorcía de placer dejando al aire sus pechos y acariciando sus pezones, me hizo parar y se arrodilló junto a mi verga metiéndosela toda en la boca dándome un placer intenso su lengua recorriendo mi falo y mordiendo la punta de mi capullo. Su boca recorría todas las partes de mi verga, la succiono y veía que llegaba mi corrida. Me pidió que le avisara antes, e inmediatamente comenzaron a salir chorros de semen de mi verga directos a su boca y ella los dirigió a sus pechos.
Salimos de la ducha vestidos solo con el albornoz y nos dirigimos a su habitación en el ascensor jugaba con mi polla y me besaba, cuando atravesamos el umbral de su habitación, le arranqué el albornoz y nos tumbamos en la cama a disfrutar de nuestros cuerpos, ella se coloco para lamerme la verga y yo empecé a comerme su chocho. Estaba empapada de deseo, el olor a sexo en la habitación era increíble, ella gozaba de mi verga y yo de su hinchado clítoris que tanto deseaba.
En la habitación había un espejo y me dijo que se pondría a cuatro patas y que la penetrara. Le daba morbo ver como me la follaba en el espejo.
Cumplí su deseo y empecé a penetrarla mientras nos mirábamos en el espejo. Ella se incorporó y me besó, mis manos fueron a sus pechos acariciándolos, me senté al borde de la cama y mirando al espejo se metió mi verga en ella dándome la espalda mientras me pedía que le follara.
No pude aguantar demasiado y termine corriéndome dentro de ella nos quedamos tumbados en la cama descansando hasta la hora de comer.
Durante la comida estuvimos hablando y decidimos dar un paseo por la noche por la playa que estaba junto al hotel, la idea le encantó así que pasamos la tarde paseando y cuando oscureció nos dirigimos a la playa, ella iba vestida con un top y una falda y llevaba un jersey fino por encima yo pensé que tendría frío por que el aire del norte engaña mucho y en poco tiempo te quedas congelado así que le puse mi chaqueta por encima.
Paseábamos a la luz de la luna con el olor del mar llenándolo todo y nos besábamos, fuimos hacia las rocas que quedaban debajo de nuestro hotel y allí había una pequeña cueva que estaba al resguardo del aire, la acaricié y le levanté el top para lanzarme a lamer sus pezones que estaban duros y deseando mi boca, ella dirigió su mano a mi pantalón acariciando mi polla sobre el pantalón, levanto su falda y pude comprobar que no llevaba braguitas así que me lance a por mí tesoro y lamí hasta que se corrió en mi boca entre gritos, mientras, mi lengua rozaba su clítoris mis dedos la penetraban.
Ella decidió tomar el control y me apartó dirigiéndose a mis pantalones bajándomelos para sacar mi verga que estaba jugosa y muy dura, su lengua hacia maravillas en mi miembro tragándoselo todo y en ese momento me dijo que quería darse un baño. No se lo recomendé el agua estaba fría y aun y todo salió corriendo desnuda al agua yo corrí tras ella. Nos metimos en el agua y me pidió que me la follara, saltó sobre mi y busco encajar mi verga dentro de su coño.
Su rajita mojada entraba y salía de mi era increíble tenerla en mis brazos, se echo hacia atrás para sentir bien profunda mi verga, salimos corriendo del agua porque estaba helada y nos metimos en una pequeña cueva, donde encontré unas ramas, y encendí un pequeño fuego que nos calentó la apoyé en la pared y la hice mía de nuevo penetrándola sin descanso hasta correrme dentro de ella.
Esa noche dormimos en mi habitación y la semana fue especial una gran semana de sexo con mi preciosa Miriam, cuando llegó el momento de la despedida nos intercambiamos los skype para seguir en contacto y en nuestra primera llamada terminamos desnudos y acariciándonos en la Cam pero eso es otra historia que contare más adelante.
Un saludo para todos.