Placer y venganza

Siempre le había gustado la mujer de su amigo. Era una mujer espectacular y todo lo que tenia de buenorra, lo tenia de altiva y antipática. Sin proponérselo aprovechó la oportunidad que se le presentó y la “hizo suya”.

Ángel – MURCIA
Mi nombre es Ángel tengo 36 años y quiero contarles como conseguí follar con la mujer de mi amigo.
Carmen que es así como se llama siempre me había traído loco por que la verdad es que está buenísima, es la típica mujer que cuando pasas por la calle te la quedas mirando. Es rubia, una cara preciosa, unas tetas grandes y bien puestas y sobre todo un culo perfecto. Es una mujer espectacular pero también la típica altiva que mira por encima del hombro, aunque conmigo eso ya no la vale por lo que voy a contar a continuación, de como la hice mía y la entrego a quien yo quiero y cuando quiero, esté su marido o no. Se me olvidaba decir que tiene 27 años, que tiene una tienda de lencería y que su marido es comercial y pasa mucho tiempo fuera de su casa.
Todo comenzó por una fiesta que organizamos en la casa de campo que tiene un compañero de nuestro grupo a la cual asistimos todos los amigos. En total éramos quince, casi todos ellos emparejados.
La fiesta fue un sábado por la noche y todos bebimos demasiado pasándonoslo estupendamente. La gente se iba acostando en las habitaciones en las que habíamos quedado que se acostaría cada uno y al final en el salón de la casa nos quedamos el marido de Carmen, Alfredo y yo, hablando de temas intranscendentes hasta que, un momento dado tuve ganas de ir al baño y subí al servicio de la segunda planta de la casa por que el de la planta baja estaba ocupado. Al pasar por delante de la puerta de la habitación donde estaba Carmen vi que la puerta estaba entornada y no pude evitar mirar. Lo que vi me dejó perplejo. Ella estaba en la cama dormida completamente desnuda y además con las piernas muy abiertas mostrando por completo su coño. En esos momentos me acordé de que tenia la cámara de fotos digital en mi habitación, corrí rápido a por ella y cuando volví a su habitación le hice infinidad de fotos en la que se la veía desnuda y como ofrecida, luciendo sus tremendas y preciosas tetas y su coño.
Seguidamente salí de la habitación, dejé la cámara en la mía y volví al salón de la casa con su marido y el otro amigo, que estaban ya más que borrachos, y seguimos bebiendo hasta bien entrada la noche en que decidimos irnos ha dormir. En cuanto me fui a la cama empecé ha pensar el plan que llevaría a cabo para hacer que Carmen fuese mía. Cosa que cuento a continuación.
El lunes yo sabía que su marido se iba de viaje de negocios para al menos 15 días, por lo que ese mismo día por la tarde me acerqué a la tienda de lencería de Carmen y ella, nada más verme y con su tono altivo y de desprecio habitual, me dijo:
– ¿Qué es lo que haces tu por aquí, no me digas que has ligado y quieres un conjunto de lencería para ella? – y se hecho a reír.
Pero la cara le cambio cuando yo, sacando de mi bolsillo algunas de las fotos que la había hecho, se las empecé a mostrar. En esos momentos me empezó ha llamar de todo, a lo que yo con voz autoritaria la dije:
– A partir de este momento harás lo que yo quiera y si no todo el mundo verá estas fotos-

– Estás apañado si piensas que me voy a dejar chantajear de esa manera – me contestó con voz airada.
– Piénsatelo hasta el viernes en que vendré a buscarte a la hora de cerrar y si no vienes conmigo cuando venga tu marido verá las fotos y toda la gente de la panda también.
Esperé ansioso hasta el viernes cuando fui a la tienda para ver lo que había decidido. Yo me había puesto en contacto con dos amigos míos de color con ese pedazo de herramienta que tienen entre las piernas, por si ella accedía a mi chantaje darle su merecido por despreciar a todo el mundo y a mi en especial.
El viernes, que yo sabía que cerraba sobre las ocho y ya no abría hasta el lunes, me presenté a la mencionada hora y ella al verme, le cambio hasta la cara pero me dijo:
– Dadas las circunstancias acepto tu chantaje a cambio de darme todas las fotos una vez cumplidas las exigencias a las que tú me vas a someter.
– No estás en condiciones de exigir nada -le contesté- Pero ya me lo pensaré. Te recogeré en la puerta de tu casa sobre las once y ven lo más sexy que puedas, por tu bien.
A las once en punto la recogía en la puerta de su casa. Iba que quitaba el hipo, se había puesto un traje rojo de estos que se ciñen al cuerpo, en el que se marcaban sus enormes y perfectas tetas, y su extraordinario culo. Cuando subió al coche hice que me enseñara su ropa interior y me dejó de piedra. Se había puesto unas medias de encaje negras con un tanga negro y el sujetador del mismo color. En esos momentos me la hubiera follado y sobre todo la hubiera enculado con saña, pero eso vendría mas adelante.
La llevé a una casa que tengo en una finca donde nadie nos molestaría durante todo el fin de semana y allí me estaban esperando mis dos amigos, que para mi sorpresa estaban acompañados por un amigo suyo que era enorme, mediría más de dos metros. Cuando llegamos mis amigos se quedaron de piedra al ver la hermosura de Carmen, sabiendo que ella estaba allí simple y llanamente para ser bien follada.
Nada más entrar y después de enseñar la casa a todos mis invitados, nos acomodamos en el salón, ordenando yo a Carmen que nos pusiera algo de beber y que se fuera a la cocina a prepararnos algo de cenar. Mientras nosotros cenábamos y ella nos servía, según pasaba al lado de unos o de otros la íbamos metiendo mano hasta que terminamos de cenar. Nada más entrar en el salón con lo calientes que ya íbamos, la ordené que se quitara el vestido y cuando se lo quitó nos quedamos todos de piedra. Estaba tremenda. A continuación le dije que se quitara toda la ropa y que se arrodillara. Nosotros en un momento estábamos desnudos:
– Ahora ve chupándonos la polla uno a uno – le ordené.
Yo tengo una polla de 17 cm., pero mis amigos la tienen de 24 cm, Ángel de 26 Félix, pero la de su amigo, el gigante, era enorme, por lo menos mediría 35 cm y gorda como un bate de béisbol.
Mi venganza iba a ser mejor de lo que nunca hubiera imaginado. Carmen, al ver aquellas pollas, me miró como pidiéndome clemencia pero yo le dije:

– ¡Por fin te voy a humillar como te mereces, sigue chupando!
Después de chupárnosla a todos, fui el primero que, encima del sofá, me la follé con ganas aunque me corrí enseguida por lo excitado que estaba. Después se la metió Félix mientras que a Ángel se la chupaba y Andrés sentado enfrente en otro sofá miraba, fuera de sí, la escena. Félix se corrió en su coño y Ángel en su boca y ella, al sacar Félix la polla de su coño, se sintió aliviada hasta que se dio cuenta que se acercaba Andrés con su tremendo aparato. Carmen intentó levantarse y salir corriendo pero entre los cuatro la cogimos y la tumbamos de nuevo, sujetándole las piernas y los brazos y nos dispusimos a ver como se la follaba Andrés.
Cuando se la empezó a meter yo pensaba que no la entraría pero después de unos empujones muy duros, al final le entró. Sus gritos y sus llantos se debían de oír en 5 kilómetros a la redonda. Andrés se la estuvo follando durante un buen rato y cuando se corrió y saco la polla de su coño aquello parecía una caverna. Aquella imagen y la tremenda excitación que me producía ver a Carmen totalmente rota hizo que me empalmara de nuevo con una terrible excitación y ayudado por Félix la pusimos boca abajo con las rodillas en el suelo y su cuerpo apoyado en el sofá.
Entonces le empecé a untar su ano con vaselina y ella al darse cuenta de lo que pretendía ahora, empezó a gritar pidiendo por favor que por el culo no.
– ¡Hacedme lo que queráis, pero por el culo no, que soy virgen todavía!
. Pues no te preocupes – le contesté – que cuando terminemos contigo no te vas a poder sentar en una semana.
Sin más preámbulos empecé a metérsela por el culo poco a poco y por lo estrecho que lo tenía sus gritos eran desgarradores y se la caían unos lagrimones enormes a la vez que me pedía que se la sacara pero yo, al contrario y súper excitado, lo que hacía era darle por el culo mucho mas fuerte hasta que ya no pude aguantar más la tremenda excitación que tenía y me corrí dentro de su culo. Cuando salí de su trasero rápidamente Ángel ocupó mi lugar y volvieron los terribles gritos de dolor de Carmen ya que la polla de Ángel era bastante más gorda que la mía y cuando se corrió, Félix ocupo su lugar dándole muy duro hasta que terminó también corriéndose dentro del culo de Carmen que acabó totalmente roto y dilatado. Entonces cuando Andrés también se disponía a encularla, le dije:
– No, tú no, tu tremenda polla le dejaría el culo totalmente roto y todavía tenemos todo el fin de semana para darle caña a mi puta particular.
Andrés se conformó y la volvió a follar por el coño dejándola totalmente rota. Así pasamos todo el fin de semana follando, enculando y haciendo a Carmen terribles dobles penetraciones para dejarle el coño y el culo totalmente rotos.

El domingo por la tarde cuando ya estábamos preparando las maletas para volver a nuestras casas, decidí que era el momento adecuado para que Andrés rompiera el culo totalmente a Carmen. Ella estaba vestida con un top blanco que la tapaba hasta el ombligo y unos pantalones de licra también blancos que resaltaban su fenomenal y espléndido culo que, aunque ya estaba bastante abierto, no estaba totalmente roto como yo quería para humillarla por completo. Cuando le dije a Carmen lo que la iba a suceder empezó a pedirme por favor que no, que hiciera con ella lo que quisiera pero eso no, le dije que lo sentía pero que estaba desando ver aquella penetración que le iba a dejar el culo destrozado. Mi venganza se iba a cumplir con creces.
Cuando bajamos al salón y le dije ha Andrés que para despedirnos había decidido que dejaría darle por el culo a Carmen, se volvió como loco y se fue directamente a por ella, la cogió, la puso en el sofá en el que había sido desvirgada analmente, boca abajo, le quitó en un momento los pantalones de licra y la dejó a cuatro patas con el culo bien expuesto,
Félix trajo rápidamente un bote con vaselina y allí nos quedamos todos esperando que Andrés la penetrara. Andrés untó bien su terrible y endurecida polla de vaselina y también echó un buen montón de vaselina en el ano de Carmen, arrimó su enorme polla al ano de Carmen y esta al sentir aquella monstruosidad hurgándole el ano intentó escapar pero Félix y Ángel la sujetaron fuertemente para que Andrés prosiguiera con su penetración.
Cuando el capullo de la polla de Andrés empezó a romper el ano de Carmen, los gritos de esta fueron terribles y desgarradores, de sus ojos comenzaron a caer unos lagrimones enormes pues, sin duda, aquella tremenda penetración estaba siendo muy dolorosa para ella y muy placentera para mi al ver a Carmen totalmente rota. Andrés prosiguió metiendo su enorme verga en el culo de Carmen hasta tenerla metida totalmente, empezando entonces un durísimo metisaca que estaba dejándole el culo como un bebedero de patos.
La enculada a la que fue sometida Carmen fue durísima y en todo el tiempo que duró no dejó de llorar y de gritar o mejor dicho berrear por la tremenda penetración a la que estaba siendo sometida. Después de encularla durante al menos veinte minutos Andrés ya no pudo aguantar más y dándole unos pollazos durísimos, se corrió en el recto de Carmen que estaba prácticamente desmayada del tremendo dolor por la durísima enculada a la que había sido sometida.
Sin duda mi venganza había superado todas mis expectativas y desde ese día Carmen se ha convertido en mi puta particular, pues esta última y terrible enculada la gravé con mi cámara de video para que ella estuviera siempre a mi merced.

Por cierto cuando ya nos íbamos de la casa y Carmen se había vuelto a vestir con su pantalón de licra blanco y miramos su precioso culo, todavía no nos explicábamos como aquella enorme polla había entrado en ese perfecto y súper roto culo, y sobre todo me fijé en la enorme dificultad que tenia para andar y sobre todo para sentarse en el coche. No sé como se las apañaría en su casa para disimular con su marido lo que la había sucedido.
Saludos y ya os contaré lo que he continuado haciendo con mi puta particular.