Jugada en equipo

Se consideran una pareja muy liberal en el sexo. Los tríos y el intercambio no eran nuevos para ellos. Pero su marido, quería verla follar con varios hombres a la vez. La convenció y nos cuenta como fue el encuentro.

Antonia C – MADRID

Mi marido y yo, querida Charo, hace mucho tiempo que llevamos una vida swinger, pero la fantasía más grande de mi marido era verme a mi sola con varios hombres. Tanto insistió que al fin me convenció. Me dijo que había entrado en contacto con tres muchachos que hacían rugby, por lo tanto eran grandes y fuertes como a mi me gustan. Esa era una de las razones por las cuales me dejé convencer. Concretamos tener una charla previa con los tres chicos y realmente quedé encantada con ellos, tanto es así que decidimos alquilar todos juntos una cabaña en la playa y pasarme todo el fin de semana con los cuatro hombres.

Mi marido, que sabe que me gusta recibir la leche directamente dentro de mí, les había pedido que se hiciesen análisis de sangre, y ya veríamos. Pasados unos días y cuando llegamos a la cabaña y a pesar de que era invierno, después de encender la estufa a leña y tener el aire acondicionado a todo calor, el clima dentro de la cabaña se puso muy cálido, por lo que mi marido para no perder más tiempo me cogió de una mano y me acercó a él. Me dijo que quería jugar un juego muy interesante, que era vendarme los ojos y que yo me dejase hacer.

La idea me excitó bastante por lo que dije que sí. A los pocos segundos, muchas manos tocaban todo mi cuerpo. Mi excitación era tal que me dejaba hacer de todo mientras me mantenía de pié totalmente desnuda, sintiendo como mis cuatro hombres me rozaban con sus pollas sus por todos lados.

Cuando uno de ellos me cogió la cabeza con suavidad y me la llevaba hacia abajo, entendí que quería que le mamara la polla. Me la metí en la boca solamente hasta la mitad, ya que era bastante grande, pero al doblar mi cintura para meterme aquel rabo en la boca, dejé mi coño y mi culo totalmente expuestos, cosa que alguien aprovechó para meterme un buen pollazo en el chocho, y empezó a follarme.

Mamando rabo y follada por el chocho, fue demasiado para mi, a los pocos minutos llegaba mi primer orgasmo. Fue tan intenso, que casi se me doblaban las rodillas. Yo por supuesto, seguía mamando polla, y de pronto, con la aceleración de mi follador, noté que me llenaba el coño de leche, mientras el otro, dejaba mi boca bañadita de leche.

Pensé que me iban a quitar la venda y que descansaría un poco, pero mis pensamientos se interrumpieron cuando me dijeron que me de dejase llevar. Por lo visto uno de ellos se había tumbado en el suelo y me guiaban para que me sentara encima de el. Me “ayudaron” incluso a que este tío me metiera la polla en el chocho, mientras me chupaba las tetas.

Me di cuenta que mi culo quedaba completamente libre de todo, pero me equivoque.

Alguien me estaba inclinando hacia delante y así exponía bien mi agujerito oscuro. No me dio tiempo a decir nada, note que me lo lubricaban y de una sola atacada me rellenaban el culo con un enorme trozo de carne, duro y palpitante. Fue como un shock, las lágrimas cayeron por mi cara, pero pronto mi culo se acostumbró y dejó de dolerme.

Me di cuenta de que solo tenia libre la boca. Entonces oí que mi marido se acercaba y me dijo:

• Mi amor, ve vas ha hacer la mejor mamada de tu vida, y le he pedido a uno de mis amigos, que te haga una foto. Estás preciosa. Eres la viva imagen del vicio y del puterio.

Dicho esto, me la metió en la bica y como si se hubiesen puesto de acuerdo, empezaron a follarme por todos mis agujeros.

Era una sobredosis de placer. Estaba disfrutando tanto, que incluso con la “boca llena” no paraba de gemir y gritar.

Tuve tres orgasmos, los más buenos de mi vida. Cuando me recuperaba del ultimo, mi marido me la sacó de la boca, el que ocupaba mi culo la sacó y el que me follaba el chocho, me incorporo. Casi no me tenia de pie, pero lo solucionaron. Me tumbaron en la cama y una vez allí se acercaron todos con las pollas en la mano y uno a uno se corrieron en mi boca. El primero fue mi marido y el muy cerdo, esperaba a que me la tragara para seguir con su larga eyaculación. Cuando termino, siguieron uno a uno con lo mismo. Era imposible que me tragara toda aquella carga de leche, por lo tanto, toda la que me sobresalía de la boca, se dedicaron a pasarla por mi cuerpo.

No podía más, sin embargo uno de ellos se subió encima de mí y me folló nuevamente hasta correrse. Así lo hicieron cinco veces más.

Estaba alucinada, ¿Cómo era posible que pudieran correrse tantas veces y con aquella potencia?

Al cabo de un rato me dejaron tranquila, por lo que decidí sacarme la venda y entonces vi lo que había pasado en realidad. ¡Estaba todo el equipo de rugby en bolas y con las pollas cansadas, me habían follado 16 tipos esa tarde!

Como ya era tarde, decidí irme a dormir, pero al cabo de unas cuatro o cinco horas me sentía incómoda y me desperté con diez manos tocando mis partes íntimas y cinco pollas a mi disposición. Mi excitación fue inmediata y me sentí totalmente mojada, pero no me dieron tiempo a nada ya que rápidamente uno se deslizó debajo de mí y me la puso en el culo mientras mi grito fue ahogado por una polla en la boca a la vez que una verga inmensa se ocupaba de mi coño.

Se movían dentro de mí como si nunca hubiesen estado con una mujer, lo que provocó un estallido orgásmico en mí alucinante, comenzando a correrme una y otra vez sin parar durante la hora y media que duró la nueva sección de sexo. Así me dormí, toda sucia de leche y babas, pero me despertó un dolor muy grande en el culo y traté de moverme pero estaba totalmente atada a la cama y era sodomizada por uno de los chicos, mientras los otros 15, incluido mi marido, hacían cola.

Uno a uno me la metieron en el culo y me follaron a su antojo. Quise protestar, pero no puedo negarlo, estaba cachonda y me corrí por lo menos cinco veces. Hasta que no acabó el último no me desataron.

A la tarde ya me encontraba con fuerzas para una nueva sesión de sexo, pero por mi culo nada, estaba realmente lastimado.

Me puse una camiseta de alguno de los chicos y salí a la terraza a tomar sol. Por todos lados veía hermosos hombres de pollas asombrosas que me habían follado y me iban a follar nuevamente.

Caminaba con dificultad pero estaba toda mojada, y esa misma tarde debíamos regresar, por lo que no perdí tiempo y me agaché a chupársela al primero que tuve cerca mientras le tocaba el culo y le metía el dedo, así no aguantó nada y se corrió en mi boca llenándola de leche tibia. Otros se sumaron y nuevamente, como la primera vez, pero sin vendas me follaron todos, pero lo más complicado fue cuando me las pusieron en el coño en una doble penetración. El dolor me paralizó pero no me dieron tiempo a sufrir ya que me follaban muy despacio y profundo, haciendo que el dolor desapareciera rápidamente.

Durante varias horas me hicieron de todo, me follaban de a tres, de a dos, me las hacían chupar, me la ponían en el culo y me las enchufaban de a dos en el coño. Casi me desmayé después de una serie de orgasmos que duraron casi una hora. No tenía fuerza ni para evitar lo que me hicieron de despedida, pues me follaron todos de a dos por el culo. Esta vez el dolor era tan grande que me tenía que masturbar para soportarlo, pero logré cuatro de los mejores orgasmos de toda mi vida.

Después de esta experiencia pasé más de un mes sin poder follar por el culo, hasta que mi marido me la pudo meter, pero estoy dispuesta a repetirlo…. aunque no por el culo de esa manera.

Besos a todos los lectores.