Relato erótico
Y…fuimos de estreno
Estaba saliendo con una chica pero, hasta aquel día, nunca habían mantenido relaciones sexuales. Le dijo que sus padres se iban de viaje y que si quería ir a su casa, por fin, podrían “estrenarse” en el sexo.
Carlos – Bilbao
Voy a contar la primera experiencia que tuve con la mujer que ahora es mi novia. Se llama Aurora y tiene 20 años. Yo me llamo Carlos y tengo 25 años. Llevábamos tiempo saliendo juntos pero no había manera de conseguir que se metiera en la cama conmigo hasta que un día, con cierta sorpresa pero también con alegría me dijo que el próximo miércoles iba a estar sola en casa por la mañana y que quería que la penetrara por primera vez.
La verdad es que la polla se me endureció tan solo de imaginármelo, imaginar las mamadas que me iba a dar, ya que por lo que me había dicho, en eso sí que tenía experiencia. Llegué sobre las nueve y lo que vi al abrirse la puerta me dejó boquiabierto. Llevaba una bata negra abierta y una especie de liguero que se extendía desde sus senos hasta enmarcar su pubis desnudo.
Sus tetas estaban tan apretadas que parecía que al menor movimiento iban a brincar del sujetador. Saludándome, me invitó a pasar. Una vez que cerramos la puerta, la tomé en mis brazos y la besé, mientras con una mano la tomaba por el culo para acercarla a mi verga y con la otra le acariciaba una teta. De inmediato noté como se empezaba a excitar.
Nos sentamos en el sillón de la sala y le bajé el sujetador para dejar libres tus tetas y empezar a mamarlas mientras con mi mano comenzaba a explorar su pubis y su culo, sintiendo como sus líquidos empezaban a inundarla.
Sentí su culito expandirse y contraerse por la excitación, presintiendo quizá lo que le esperaba, ávido de ser perforado. Metí suavemente mi dedo en su chocho y cuando le toqué el clítoris, al sentir mi contacto, estalló de pasión y se corrió por primera vez.
Desesperadamente comenzó a buscar mi verga mientras yo acariciaba muy suavemente su clítoris. Al principio me la agarró fuertemente por encima de mi pantalón y esto pareció satisfacerla, aunque no por mucho tiempo, mis movimientos la estaban excitando a límites que desconocía. Vio el enorme bulto que se estaba formando y desabrochando mi pantalón, me pidió que me levantara un poco para poder bajármelo hasta las rodillas.
Hecho esto se quedó acariciándome la verga por encima del bóxer, sintiendo como estaba de dura y palpitando. En el acto y con cierto asombro, noté que empezaba a correrse de nuevo, tal vez imaginando que estaba mamando mi verga. Pero daba la sensación de querer disfrutar de todo poco a poco, tomarse su tiempo, por lo que me la acarició un rato por encima del bóxer hasta que, acercándosela a la boca, empezó a mamármela, hasta que la tuvo toda dentro de su boca. Mamaba y mamaba mientras acariciaba mis huevos que, de vez en cuando, los chupaba también. Me gustaba mucho como me la comía toda sin dejar ni un milímetro fuera de su boca. En verdad que tenía experiencia en esto.
Continuaba chupándome la verga con una destreza sin igual y empezaba a serme difícil controlarme, y esporádicamente dejaba escapar un poco de líquido que ella tragaba ávidamente. Al final sentí como mi verga estallaba y también como ella estaba nuevamente muy mojada. Sabía que estaba cerca de otro orgasmo.
Empecé a sentirlo, hasta que finalmente sentí como mi semen inundaba su boca en un estallido de placer brutal y quedamos fundidos en un acto sexual increíble, con nuestros cuerpos en total tensión por el orgasmo tan brutal que estábamos experimentando. Ella continuaba mamando y tragando todo el semen que me había sacado, que me había exprimido. Entonces empezó a desnudarse delante de mí, para dibujar su cuerpo a la tenue luz que entraba por las cortinas. Ya desnuda, me tomó de la mano y me condujo a su habitación pidiéndome que me relajara mientras ella tomaba una ducha, dándome una botella de cava que compró para esta ocasión.
Después de diez minutos me sentí excitado de nuevo. Veía, en mi desnudez, como mi verga se empezaba a levantar de nuevo. La oía tararear bajo la ducha, por lo que decidí unirme a ella en el baño.
Al entrar, el espectáculo era asombroso. Veía sus bien definidas líneas, dibujadas por las gotas de agua, sus pechos eran grandes y duros, su culo bien torneado y respingón. Todo su cuerpo pedía mi verga con vehemencia, verga que no podía estar más dura.
Me acerqué a ella, como felino que acecha a su presa, la tomé por detrás y la abracé, sujetándola por las tetas. Se asustó un poco, ya que no había notado mi presencia, pero después restregó con gusto su culo contra mi verga, ese enorme culo que tanto me gusta. La giré y empecé a besar sus tetas, las besaba y las mordía. Quería comérmelas. Empecé a besarla, bajando por tus tetas y hacia su abdomen. Su excitación aumentaba. Le abrí las piernas lentamente e introduje mi cara para comerle el chocho y chuparle el clítoris. El tiempo parecía volar, ya que pasamos treinta minutos bajo la ducha, mamándonos, besándonos.
Al secarla, recorrí suavemente toda su piel con la toalla, al pasar por sus tetas, chupé suavemente cada una de ellas, continué hacia abajo y no dejé de besarla, pasé por su pubis, le besé la entrepierna y le mamé delicadamente el clítoris, continuando hasta sus pies. Girándola, empecé a secar su espalda y al llegar a su culo, la incliné hacia adelante viendo como el agujero se abría pidiendo mi polla. Lo lamí hasta dejarlo hipersensible y seguí secándola hasta llegar a sus pies. Ahora era su turno. Empezó a secarme, besándome y haciéndome lo mismo que yo le hice. Al llegar a mi verga la secó y me dio unas chupadas impresionantes. Sentí que iba a estallar, pero gracias a mi esfuerzo, solo alcancé una excitación impresionante. Salimos del baño y la tumbé sobre la cama empezando a recorrer nuestros cuerpos con las manos, como si fuera la primera vez que los exploramos. Recorrí su cuerpo y al llegar a sus nalgas las apreté con fuerza.
Chupé tus tetas y apreté mi verga contra su pubis, perdiéndome en su sensualidad. Poco a poco esos juegos provocaron que mi polla y su choco coincidieran. Lentamente empezó a abrir los labios de su coñito para permitir la entrada de mi verga, pero solo dejó que penetrara la cabeza, apretándomela, de tal manera que me encantaba.
Era tal mi excitación que quería metérsela toda, pero ella me detenía con los músculos de su vagina, diciéndome que teníamos toda la noche, que querías saborear cada milímetro. Mientras metía y sacaba la punta, chupaba sus enormes tetas hasta ahogarme en ellas. Pasamos en este juego al menos veinte minutos hasta que dejó que le metiera un poco más de polla. Cada vez que se la sacaba, me la apretaba de tal forma que parecía que me la quisiera cortar, pero eso me excitaba más. Me encantaba su pasión. Por fin, después de un buen rato, ya tenía toda mi verga dentro de ella. Era indescriptible la sensación de explorarla con mi verga, de escuchar sus quejidos cada vez que la penetraba un poco más, que la sabía poseída por una sensación de dolor y placer increíble e indescriptible.
En algún momento quería que le sacaran la polla por el dolor que le producía pero al mismo tiempo deseaba que la perforara más, como un enorme poste, y poder sentir hasta lo máximo, esa mezcla de dolor y placer que tanto había deseado. Mis envites empezaban con un suave vaivén que poco a poco se iba convirtiendo en salvajes embestidas, a las que respondía ella con un leve quejido y la súplica de que se la metiera más duro. Me puse encima para perforarla más adentro, ella abrió sus piernas y las enredó a mi cintura. En esta posición sentía como le entraba aún más. Estaba extasiada. Empujé y empujé, ya sea en línea recta o en círculos, pero la perforaba, colocándole las piernas sobre mis hombros. La agarraba del culo para empujar con más fuerza hacia mi. Al sentir tan brutal penetración gritó de dolor, pero al preguntarle si me detenía, me decía que la hiciera gritar más. Empujé y empujé hasta que nuevamente sentí como ella se empezaba a correr.
Me encantaba sentir sus espasmos con mi verga dentro de ella, me gustaba que le diera tanto placer.
– ¡Aaaah, voy a correrme, me vuelves loco -le dije
Al sentir esto, sus orgasmos se sucedían uno a otro. Creía haber llegado al límite de sensación pero esto era increíble. Cuando notó que había terminado, me recostó sobre mi espalda y empezó a mamarme la verga de nuevo, diciéndome que la quería otra vez dentro.
Siguió mamando hasta que notó como mi polla empezaba a crecer dentro de su boca.
La giré y la coloqué boca abajo, con los hombros pegados a la cama. Llevé mi verga hasta su chocho y una vez que estuvo en su entrada, la penetré con fuerza, ya que en esta postura rozaba mejor su clítoris. Iba a ser una gran follada. Mi polla estaba que estallaba. Empecé a sentir como se corría, sus jugos inundaban mi verga y cuando estaba en su clímax, empecé a correrme yo, por lo que la empujé con fuerza hasta sentir como su vagina se inundaba de mi leche que fluía de mi verga hacia su interior, mientras ella experimentaba un orgasmo múltiple que no alcanzo a describir. Finalmente todo el torrente de semen de mi verga se acabó y ella, de inmediato, se apartó y girándose, se puso de rodillas y empezó a mamarme la verga, para comerse todo el semen que me sobraba pero también para endurecérmela de nuevo.
– ¡Quiero que me inundes por todos mis agujeros y ahora me la vas a meter por el culo!
Era una idea que me fascinaba. Continuó dándome grandes chupadas. Le urgía ponérmela dura pues ya saboreaba el tenerla dentro de su culo, sentir como le atravesaba las entrañas y le exploraba su culo virgen, hasta donde ninguna verga le había penetrado. Al ver su excitación, di marcha al vibrador y se lo metí en el coño. Lo aceptó con gusto. Le encantaba sentirse perforada por la vagina y la boca al mismo tiempo. Era tal su excitación, que se empezó a correr de nuevo. Viendo como su vagina empezaba a moverse pidiendo verga y lo mismo hacía su culo, le metí un poco más el vibrador. Al verla así, me excité a tope notando como mi verga empezaba a crecer dentro de su boca. Sentía como mi verga llegaba a su garganta y como ella abría la boca para hacer más espacio y que le entrara toda.
De pronto se volvió a correr violentamente y agarrándome la verga, la llevó a su culo y al estar en la entrada, se sentó con gran violencia. Lanzó un sonoro grito pero empujó con todas sus fuerzas, sentándose en mi verga. Ya dentro de ella, subía y bajaba y cada vez que subía apretaba con su culo con tal fuerza que parecía que quisiera cortármela y dejársela dentro.
– ¡Te quiero! – me decía – ¡Quiero vivir siempre con tu polla dentro de mí.
Al poco rato se salió de mi verga y poniéndose a cuatro patas, me gritó que le penetrara de nuevo el culo.
Me coloqué detrás de ella, acerqué mi verga a su culo, agarré las tetas, que colgaban por su posición a cuatro patas y sintió un gran dolor por el tirón de tetas y la gran penetrada de culo.
Empecé mis movimientos rítmicos en su culo, adentro y afuera, y en círculos, pero también agarré el vibrador y se lo metí en el coño. Sintiendo el palpitar y calor de mi verga en su culo y el movimiento del vibrador en su vagina, nunca se había excitado tanto. Empujé y empujé hasta que, después de un rato, la recosté sobre la espalda y poniendo sus piernas sobre mis hombros, con mi polla busqué su culo y cuando encontré la entrada, la penetré en esa posición, agarrándola de las nalgas y empujándola hacia mí.
A cada penetración dejaba escapar un pequeño gemido, pero no paraba de decirme que siguiera y que me amaba.
Nuestros movimientos anunciaban nuestro próximo clímax, esperé a que se estuviera corriendo con el vibrador dentro y cuando noté su placer, me dejé ir inundándole el culo pero ella, al sentir esto, sacó mi verga de su culo, se dio media vuelta y se acostó debajo de mi para que terminara de correrme en su boca y sus tetas. Fue una follada magnífica. Era la mejor amante. Estirado de espaldas sobre la cama, siguió mamando mi verga diciéndome:
– No pienso dejarte descansar, quiero tener tu polla siempre dentro de mí, ¿quieres que se te levante de nuevo para volver a empezar…?
Ahora somos novios y vivimos plenamente todos los placeres que nos da nuestra sexualidad.
Besos y abrazos de los dos.