Relato erótico
Una visita al sex shop
Estaba en casa aburrida y sin ganas de salir pero, recordó que, la noche siguiente celebraban el cumpleaños de una amiga y le había tocado a ella ir a comprar el regalo. Habían decidió comprarle un libro erótico y un consolador por lo tanto tuvo que ir sola a un sex-shop.
Mercedes – Granada
Era un día triste de invierno, lluvioso y frio de los que te apetece estar en casa metida arropada con la bata manta, mi estado de ánimo como el día, últimamente trabajo muchas horas con un nivel de stress bastante alto. Al día siguiente tenía una cena con unas amigas, no es que me apeteciera mucho pero celebrábamos el cumpleaños de Ana y tenía que comprarle el regalo, como siempre me pillaba el toro, siempre dejando todo para última hora; como no sabía que regalarle porque pasa como siempre que tenemos de todo, Eva me sugirió que le regalásemos un libro erótico y un vibrador para que se desahogase, cuando me lo propuso me hizo gracia, cuando me toco ir yo sola al sex-shop a comprarlo ya no me parecía tan buena idea, si hubiera sido lista lo hubiera comprado por internet, pero como ya no me quedaba tiempo me toca salir de compras.
Me recomendaron uno en el centro de la ciudad que llevaba una mujer, así me daría menos corte entrar a comprar, era una tienda con la puerta y cristales opacos, pintada de un verde llamativo, casi fosforito, encima de la puerta una grandes letras naranjas de neón formando la palabra SEX; cuando entre comenzó a sonar una especie de timbre detector de presencia, el interior oscuro, la poca iluminación existente se concentra en unas vitrinas en la parte izquierda, repletas de juguetes sexuales y en unas estanterías de la derecha llena de películas porno, el suelo es de moqueta roja, en medio del local un mostrador redondo con una caja registradora, me fijo que al fondo hay cinco puertas numeradas del 1 al 5 , de una de ellas aparece un chico que más o menos tendrá mi edad,
-Hola buenas tardes, ¿Qué deseas?
-Me han dicho que preguntara por Elsa.
-Soy Ángel, Elsa ya no trabaja aquí me traspaso la tienda.
Genial, si es que no tengo suerte para nada…o si, porque pegándole un repaso disimulado no estaba nada mal y alegraba la vista.
-La verdad es que me corta un poco, pero mañana es el cumpleaños de una amiga y me ha tocado comprar el regalo, como últimamente solo lee los libros eróticos que están de moda.
-El porno para marujas… ¿habéis pensado en algo que desahogue el calentón?
-Más o menos, ¿Porno para marujas?
-Si, está ayudando bastante a liberar las mentes, ahora las “Marus” se ponen cachondas leyendo y si tienen a la pareja de turno experimentan con ella, si no se van agotando los vibradores…
Comencé a reírme, me sentía cómoda hablando con él.
-¿En qué tipo de vibrador estabas pensando?
-No lo sé. ¿Qué se llevan las “ Marus”?
Ahora se rio él.
-Vamos a ver lo que tenemos por aquí…
Nos acercamos a la vitrina de la izquierda, sobre ella un cartel “Penes y Vibradores”, debajo una gran variedad ordenados por orden alfabético: “Anales, Bulldogs, Clásicos, Conejos Rampantes, Con Ventosa, Cristal/Metacrilato, De Luxe, Dobles, Especiales, Eyaculadores, Fosforescentes, Hinchables, Lenguas, Metálicos, Mini Vibradores, Multiritmicos, Plungs Anales, Punto G, Punto P y Perineo, Realísticos, Rotación, Silenciosos, Sin Vibración, Sistema Up&Down, Sumergibles, V.I.P”, mis ojos expresaban sorpresa ante la gran variedad de Penes y vibradores existentes.
-¿Cuál crees que le gustara a tu amiga?
-Ni idea, nunca me hubiera imaginado que hubiera tantos para elegir. ..
-Todo se reduce al juego (algunos están pensados para jugar en solitario, otros para disfrutar en pareja), también van enfocados a héteros y gays, si te gusta más la penetración vaginal o anal (o ambas) y luego como siempre está el tema del tamaño…
Me eche a reír, me acerqué un poco más y me centré en el rotulo de las lenguas, me impresionaba ver una lengua de silicona que vibrase o el “Sqwell”, le pregunte que era
-Es un masturbador que imita una comida de coño…
Lo saco de la vitrina y me lo dio, en el lateral de la caja se podía leer:
“Prepárate para disfrutar de la mejor comida de coño. Sqweel 2 es la versión mejorada del mejor lame coños del mundo, un masturbador femenino provisto de una ruleta de suave silicona rosa, plagada de pequeñas lenguas que giran a toda velocidad para lamer insaciablemente tu clítoris y vagina. La carcasa negra tiene un diseño ergonómico para que lo domines a tu antojo. Y lo mejor de todo, son sus tres niveles de potencia, que hacen girar las lenguas a una velocidad de vértigo, además de un nuevo botón con el que podrás seleccionar una nueva función que hace girar las lenguas en ambas direcciones. Descubre las fundas para añadirle un vibrador”
-¿Le gustara a tu amiga?
-A mi amiga no se pero a mi creo que sí.
Nos echamos a reír, yo comenzaba a tener calor, lo deje en la vitrina.
-Creo que será mejor buscar algo un poco más clásico.
-¿Sabes si tu amiga tiene alguno?
-Creo que no, si no fijo que hubiera sido tema de conversación.
-Voy a enseñarte uno que creo que te vendrá bien.
De la vitrina sacó otra caja en la que se podía ver un vibrador pequeño y una especie de dedal de silicona. Me entrego la caja:
“El Kit de juguetes sexuales para principiantes Toy contiene 2 juguetes para chica, para varias los placeres. Podrás descubrir un vibrador a prueba de agua con nódulos, un vibrador de dedo con mando, tarjetas de instrucción, una señal de NO MOLESTAR y un elegante estuche.”
-Creo que me lo llevaré.
Fuimos hacia la caja, en ese momento sonó el teléfono, parecía una conversación un poco personal, así que me alejé un poco y me dediqué a cotillear.
Me acerqué a la zona del fondo donde las puertas numeradas, al abrir la primera puerta me di cuenta que eran una especie de cabinas de no más de un metro y medio de ancho, en el fondo un asiento de plástico blanco, enfrente una pantalla grande, con unos botones de + y -, como los de cambiar canales, una ranura para monedas, como lámpara una especie de vibrador luminoso, que también hace de publicidad, en los laterales unos agujeros de diversos tamaños y a distintas alturas, en un rincón una papelera y un dispensador de papel.
Siento que alguien está a mi espalda y que me susurran al oído
-¿Curiosidad?
Es Ángel, que ha terminado de hablar por teléfono.
-Sí, entiendo que es para ver pelis y aliviarse después, algo que no comprendo en la época que vivimos…
-Aparte es un Glory hole.
-¿Un Glory hole?
-¿Ves esos agujeros?, algunos sirven para mirar al de la otra cabina y otros para introducir la polla, y el resto te lo puedes imaginar…
Mi mirada tiene que ser una mezcla de escepticismo e incredulidad.
-¿Personas que no se conocen entre sí?
-No siempre, algunos vienen en pareja…pero principalmente favorece el anonimato…
-¿Lo utilizan mucho?
-No me puedo quejar deja sus beneficios, el morbo vende…
-No creo que yo me atreviese…no me van los polvos sin conocer a la otra persona.
Me sonrió, pero no dijo nada; volvimos a la caja donde ya estaba envuelto y en una bolsa el regalo.
-Aquí tienes el ticket, si no le gustara podéis cambiarlo, pero tiene que estar sin abrir el embalaje. También llevas de regalo unas barritas de incienso con feromonas que despiertan la lívido.
-Gracias, suena muy interesante…
Ambos nos reímos. Pagué y me marché, aunque me dio algo de pena Ángel me había gustado.
Cuando llegué a casa llamé a Eva para decirle que ya tenía el regalo y hacerle un pequeño resumen de la compra. Decidí sacar de la bolsa las barritas de incienso y probarlas a ver si era verdad lo de que te ponía cachonda, cuando abrí la bolsa me encontré algo mas, al cogerlo me di cuenta enseguida que era el Lamedor de Coños y que había una notita firmada por Ángel y con un número de teléfono al lado:
“Espero que cuando lo uses te acuerdes de mi…”
Me quede paralizada y sintiendo un pequeño cosquilleo en mi interior. No sabía si llamarle o usar el aparatito y llamarle.
Opte por usar primero el aparato, le coloque las pilas, encendí el incienso puse música relajante me desnude por completo me acosté en la cama, cerré los ojos visualizando la imagen de Ángel a mi lado, acariciando mi piel suavemente, besando mis pechos, mordisqueando con cuidado mis pezones duros como pequeñas piedras, sus manos por mis muslos sobándolos y llegando a mi coño muy húmedo por la excitación del día.
Puse en marcha el lamedor, lo acerque primero a mis pechos a ritmo lento deslizándolo a continuación por todo mi cuerpo, sintiendo como se me erizaba la piel, cuando comencé a notar que estaba tan húmeda que mis fluidos se deslizaban por mi coño acerque el lamedor a mi clítoris. Me recorrió una pequeña descarga de placer, aumente la intensidad del aparato, era delicioso sentir como las lenguas de látex se deslizaban por mi coño, lo fui poniendo al máximo, estaba literalmente chorreando y con muchas ganas de correrme, pero paré y marqué el número de Ángel.
Fue la mejor paja de mi vida. Una lengua de látex, y Ángel susurrándome guarradas por teléfono. Por supuesto que cuando me corrí, Ángel me dijo que si quería, podía venir a mi casa. No me lo pensé ni un minuto. Estuvimos follando hasta las seis de la mañana.
Un saludo para todos.