Una buena encerrona

Roberto y María son asiduos lectores de la Revista Clima y ya nos han enviado un relato que publicamos. Se montaron un trío con unos amigos y la cosa acabó en una sorpresa para él. Ha pasado un tiempo y ahora nos cuenta la última experiencia que ha vivido con ellos.

Roberto – Valencia
Hola me llamo Roberto y mi mujer María, hace algún tiempo, os mande una experiencia que tuve con mi mujer y tres amigos y que titulasteis “ De todo un poco” en ella os relataba que además de hacerme cornudo, mi mujer se empeño en que me usasen también a mi a su antojo, y me dejaron el culo como un bebedero de patos.
Bueno después de esta experiencia, tuve una crisis de identidad sexual y estuve unas semanas sin hacer nada con mi mujer, hasta que ella después de un tiempo me pregunto que es lo que me pasaba, a lo que le conté la verdad, ella sonriendo me dijo que no me preocupara y que fuese a hablar con Luis. Este era uno de los tres amigos que estuvieron con nosotros, era terapeuta y tenía una consulta. No me pareció muy bien pero ella insistió durante unos días y llamo para concertar visita, esta fue un lunes a las siete de la tarde.
El lunes mi mujer tenia turno de tarde entraba a las cuatro y terminaba a las 12 de la noche. Momento en que empezó la segunda de mis experiencias.
Llegue a la consulta y en cuanto llegué me recibió con un abrazo, me dijo que me sentara y le comentase mis problemas, le dije que desde hacia semanas no tenia sexo con mi mujer y me sentía culpable con lo ocurrido y de que también disfrutase con ellos. Me pregunto si a mi me gustaba hacerlo con mi mujer a lo que le respondí que si, me dijo que por lo visto yo era bisexual, ya que disfrutaba con mi mujer y con ellos. Que, si así era, no me preocupase y que disfrutase de la vida que son dos días y a mis 54 ya no era para ir haciendo remilgos.
Se levantó de su sitio y vino hacia mi, se desabrochó el pantalón y sacó su formidable miembro diciendo que lo acariciase si me apetecía, lo cogi y empecé a subir y bajar por semejante aparato, empezaba a crecer de forma increíble y a mi se me hacia como un cosquilleo en el estomago. Me gustaba por supuesto, luego me apretó de los hombros hacia abajo y su polla me quedó delante de la boca.

Me apetecía y me metí el capullo en la boca, no me cabía más y empecé a lamerlo de arriba abajo, luego dijo que me quitase la ropa y nos desnudamos los dos me hizo tumbar en el diván y empezó a jugar con mi agujerito, bueno agujero, pues desde que el me metió su aparato se había quedado bastante grande, me puso una buena ración de gel y me levantó las piernas arrodillándose él a la altura de mi culo. Cuando empezó a meterme el pollón me acordé de lo lleno que me dejo meses atrás, le dije que parase un instante y me dejase respirar, pues parecía que me ahogaba, lo hizo y cuando me acostumbre a su polla empezó otra vez con la penetración hasta que por fin toco sus bolas con las mías, ufff….. estaba lleno por completo, me dolía pero me encantaba, cuando ya me acostumbré, empezó un mete saca despacio pero hasta el fondo, no se si recordareis que tenia un aparato de 26 x 6 centímetros, estaba en la gloria, ahora empezaba a disfrutar de verdad, estuvo follándome durante 20 o 25 minutos y cuando sentí que me apretaba con fuerza y me llenaba de su crema empecé a correrme sin tocarme. Nunca en mi vida me había corrido de esta forma, después estuvimos hablando de mi matrimonio, y dijo que no me preocupase y que volviese al día siguiente.
Cuando llegue a casa mi mujer no había llegado aun, me duché, cené y me acosté, estaba rendido y no me desperté hasta el día siguiente. Cuando me desperté mi mujer dormía placidamente y desayuné, le di dos besos y marche hacia mi trabajo.
Estuve pensando en lo ocurrido todo el día, y conforme llegaba la hora de acudir a su consulta, más nervioso estaba. Sabía que esa tarde me volverían a llenar y la verdad lo estaba deseando.
Cuando llegue a casa mi mujer tenia la comida preparada, me dio dos besos y cariñosamente me preguntó que es lo que había dicho Luis, le comenté que me dijo que no había problemas, que todo eran perjuicios míos, y que había dicho que fuese unas tardes para comentar esos temas, le pareció bien y se preparó para ir a su trabajo.
Descanse un rato y luego me encaminé a la consulta de Luis pues me había dicho que fuese estos días a las siete de la tarde, que es cuando acababa normalmente su consulta, llamé a la puerta sintiendo un cosquilleo que me recorría todo el cuerpo, al abrirme me tendió la mano y me dio un abrazo y cuando me llevó hacia dentro puso su mano fuertemente de mi trasero apretándomelo con fuerza lo cual hizo que se me erizasen todos lo pelos de mi cuerpo.

Como el día anterior se desnudo y me empezó a acariciar por todos los lados, me agacho y empecé a lamer todo su rabo, me tumbo en el mismo sitio y empezó a follarme, esta vez no me hizo casi nada de daño, notaba que me entraba sin esfuerzo y solo me hacia disfrutar, me folló hasta correrse en mi interior y a cada momento me gustaba mas, luego me dijo que lo siguiese, entramos en un baño con jacuzzi y nos metimos en el, se sentó en el borde y me hizo agachar y comérsela hasta tenerla otra vez en forma y luego dentro del agua me la volvió a clavar, eso era ya la leche creía que me iba a morir de gusto, cuando me di cuenta me estaba corriendo como una colegiala y al instante se corrió el otra vez, ufff… parecía que no tenia nunca fin, luego me lavó todo el cuerpo y cuando nos dimos cuenta eran las 10 de la noche, me dijo que volviese al día siguiente, me arreglé y me fui para casa, cené y me acosté, cuando llego mi mujer me hice el dormido ella me beso y seguidamente se acostó hasta el día siguiente.
Estuve toda la semana pasando por su consulta y por su polla y el viernes a media mañana me llamó para decirme que tenía una sorpresa para mí ese día, con lo que hizo que se me hiciese interminable hasta que llamé al timbre, pasé y le pregunté que cual era la sorpresa. Me dijo que tranquilo que llegaría, empezó a jugar con mi cuerpo y con mi culo y a ponerme en ascuas y al rato llamaron a la puerta y me dijo que fuera a abrir. Extrañado, le dije no podía ir, que estábamos desnudos. Dijo que no había problema, que no pasaba nada.
Abrí la puerta y eran José y Pedro los dos amigos suyos que estuvieron con nosotros meses antes y nos saludamos con un fuerte abrazo y aprovecharon para agarrarme el culo. Estuvimos hablando un rato y me comentaron que Luis los había puesto al corriente de nuestras andanzas y ellos querían participar, quitaron los bártulos de la mesa del despacho y me hicieron acostar sobre ella, y empezaron a usarme a su antojo siempre tenia una polla en la boca y otra en el culo, fueron turnándose y se corrieron dos veces cada uno en mi culo y una vez en mi boca, con lo cual estaba rebosando leche por todos lados y cuando quisimos darnos cuenta era la una de la madrugada, nos duchamos y me fui para casa, cuando llegue mi mujer dormía placidamente, no quise despertarla y me acosté a su lado quedando al instante profundamente dormido.

Al día siguiente era sábado mi mujer libraba y yo no trabajaba me desperté sobre las diez de la mañana sintiendo mi culo completamente lleno, me giré y vi a mi mujer con una sonrisa de oreja a oreja y su mano metida completamente en mi culo y follándome con ella, le dije que haces, a lo que me contestó:
-Como estaba tan suave creí que había que llenarlo más ¿no? -Y me añadió, mira cariño, lo de esta semana te lo he preparado yo, sabia que te apetecía que te follasen otra vez y por otro lado yo quería que se te quitasen todos los miedos y que disfrutases de tu sexualidad de pleno y por cierto, ahora me toca a mi, he quedado con ellos para mañana, pero esta vez la mayor parte será para mi amor.
Cuando estemos con ellos otra vez ya os lo contaré. Por cierto recomendó a todos los hombres que les apetezca hacer un trío con su mujer hagan que ella disfrute y disfruten ellos también, el sexo es maravilloso y la vida es muy corta.
Hasta otra