Una buena amiga y un buen sexo

Es un ferviente de Clima y especialmente de los relatos. Se ha decidido a contarnos una experiencia que vivió al lado de su mejor amiga.

Marcos- Barcelona

Después de un tiempo leyendo la revista Clima me he atrevido y voy a iniciarme como “autor” voy a contar una historia que me sucedió hace un par de años con una de mis mejores amigas, sino la mejor.
Marta y yo teníamos una relación de amistad muy diferente a la que podía tener con cualquier otra chica, por ella era capaz de todo.
Era bajita, un poquito gordita pero con un bonito culo aunque estuviera gordita, unos pechos grandes y preciosos, y la cara más bonita que he podido ver con unos ojazos verdes esmeralda.
Yo soy un chico bastante guapo, 1,80 y buen cuerpo ya que mi trabajo requiere que este en buena forma.
Llevábamos unos cuantos años siendo muy amigos pero ese verano era diferente, pasábamos la mayoría de las tardes en casa de unos amigos que eran pareja, el mi mejor amigo y ella su mejor amiga. Prácticamente todos los días estábamos juntos y aunque al principio yo no era capaz de verlo con el paso del tiempo mi atracción hacia ella fue aumentando por momentos.
Un día su amiga nos dijo que le preparáramos una fiesta sorpresa a mi amigo por su cumpleaños, y una tarde nos quedamos solos en la casa poniendo globos, carteles, lo que se suele poner en las fiestas de cumpleaños. Empezamos a preparar todo y como es normal en verano hacía mucho calor, con lo cual yo me quite la camiseta. Ella iba descalza por la casa con una camiseta un poco ajustada marcando un buen escote.
Los dos estábamos a nuestras cosas, cada uno haciendo una cosa pero de vez en cuando yo la miraba con deseo, me provocaba su cuerpo y su carita de ángel y yo me daba cuenta como ella me miraba de arriba abajo y de cómo se mordía el labio de vez en cuando. Me la imagine desnuda encima de mi sobre la cama de mis amigos, la temperatura empezó a subirme y tuve que bajar a la piscina con la excusa de que hacía mucho calor.
Terminamos de colocarlo todo y llegó la noche. Todo estaba preparado para la fiesta, había barbacoa bebidas de todo tipo y los invitados empezaron a llegar. La noche fue de lo más normal, todos reían, bebían, comían y de vez en cuando marta me miraba sonriendo y yo le devolvía la sonrisa.
Cuando se hizo más tarde y casi todo el mundo se había ido yo me acerque a marta para hablar con ella y la cosa era un poco tensa, yo sentía la necesidad de besarla y por sus miradas ella parecía sentir lo mismo. Poco a poco empezamos a juntarnos más y más y por fin llegó lo que tanto deseábamos. Nos fundimos en un beso que nunca quería ver el final, sus labios eran suaves y su lengua empezó a jugar con la mía al tiempo que sus manos acariciaban mi cuello y las mías su cintura.
No queríamos que acabase esa noche pero acabo, al día siguiente la cosa era un poco fría, intentamos culpar al alcohol de lo que pasó pero el alcohol solo era la llave que abrió la puerta.

Durante un par de semanas la cosa siguió igual pero a cada rato que podíamos nos comíamos a besos, daba igual el sitio la gente, estábamos a gusto pero algo nos faltaba, algo nos empezaba a comer por dentro, yo quería dar un paso más pero no nos atrevíamos a darlo. Tuvimos una pequeña pelea y la cosa se rompió un poco pero solo era pasajero, el deseo seguía estando y solo hacía que aumentar.
Una noche mi amigo y yo salimos con otros dos amigos y ella salió con su amiga, cada uno tenía su camino pero en cada miraba había tensión acumulada, yo llevaba noches soñando con ella, soñaba que se desnudaba para mi, que podía besarla por todo el cuerpo, sentirla más de cerca. Esa noche mis amigos y yo bebimos más de la cuenta, la verdad que no sé como pudimos volver a casa. Mi colega me invitó a dormir en su casa y yo acepté sin pensarlo, pero cual sería mi sorpresa que Marta estaba allí, también se quedaba a dormir.
Tal y como yo iba no pensaba mucho en mi amiga, mi amigo empezó a hacer el tonto, como si fuéramos niños pequeños, las chicas se reían. Mi amigo se fue a la cama con su chica y se durmieron.
Marta estaba tumbada en el salón viendo la tele, la casa era un loft y solo tenía una habitación así que me tocaba dormir con ella en el sofá cama. Yo me quite algo de ropa y me deje caer en el sofá, y en ese momento ella apago la tele y me dijo
-Por favor Marcos no te duermas.
Se tumbó a mi lado y empezó a pasar su mano por mi cintura, yo me giré de tal manera que quedamos abrazados y empezamos a besarnos. Mis manos automáticamente fueron bajando hasta llegar a su culo. Yo ya estaba empalmado de tal manera que ella me quitó los botones del pantalón y dejó salir mi miembro duro y grande. Empezó a masturbarme a la vez que yo metía mi mano por debajo de su camisón. Llegué a su chochito y estaba empapado,
Estábamos cachondísimos, llevábamos demasiado tiempo aguantando pero ya era hora de descargar esa presión. Me agarró de la mano me levantó del sofá y me sacó a una de las terrazas de la casa. Me sentó en el sofá y se arrodilló delante de mí y me miró con una cara de picara que me puso cachondísimo.
No podía creérmelo, estaba en el cielo, por fin podría hacer mis sueños realidad. Me bajó los pantalones dejando libre mi polla, se asombro al ver lo gorda que era, empezó a masturbarme, alternaba movimientos lentos y fuertes. Después empezó a pasar su lengua por la punta, poco a poco se la fue metiendo entera en la boca, chupaba y chupaba, yo estaba viendo las estrellas.
De repente paró en seco y se incorporó, se subió un poco el camisón y se quito el tanga, se subió encima de mí y comencé a chuparle sus enormes tetas. Me perdía entre tanta carne, solo quería chupar esas tetas a la vez que introducía un par de dedos en su mojado coño, me dijo que parara que no quería correrse todavía. Se levantó cogió un condón y me lo puso. Comenzó a cabalgarme muy despacio ya que mis amigos estaban acostados y no queríamos despertarles, pero poco a poco nos fuimos emocionando.

Sus tetas me daban en la cara y yo no paraba de apretarle el culo. En una de las embestidas escuchamos un ruido, mi amigo se acababa de levantar, rápidamente ella se quito de encima y me dijo que fuésemos a la terraza de arriba que había un sofá y allí no molestaríamos.
Ella iba delante y al llegar al sofá le dije que se pusiese a cuatro patas, me puse detrás y las vistas eran increíbles, sus labios eran perfectos, era un coño gordito y carnoso. Empecé a chupar y a chupar, Marta gemía de placer, se agarraba a un cojín y lo apretaba con fuerza, me pidió que me levantara y que se la metiese toda. Me incorpore y se la metí en el chocho, despacito, la sacaba y la metía despacio, quería que durase todo lo que pudiese. Marta me cogió de las manos y las puso en sus tetas, yo empecé a sobarlas a la vez que aumente el ritmo de mis embestidas.
Marta no paraba de gemir y yo cada vez estaba más cerca de correrme. Cuando Marta tuvo su primer orgasmo, el grito fue muy sonoro, los vecinos tuvieron que escucharnos pero no nos importo. Me senté en el sofá y Marta me miró y me dijo al oído:
-Quiero que te corras dentro de mí.
No había frase en ese momento que me gustase mas, Marta empezó a botar y botar, yo no podía creérmelo, estaba dentro de la chica de mis sueños y era mejor que en los sueños, no pasó mucho tiempo cuando me corrí, durante un rato notaba como mi leche se esparcía por dentro de Marta. Acabamos exhaustos, bajamos al sofá y nos dormimos.
Nos despertamos tarde y mis amigos estaban todavía dormidos, pero estábamos juguetones, yo empecé a besar el cuello de Marta y ella puso su mano encima de mi polla. No tardó en sacármela del pantalón, pero no la deje seguir, le quite la mano y empecé a masturbarla, tocando su clítoris.
Empezó a morderse el labio, yo no paraba de tocarla. Le metí un dedo y luego dos, Marta no aguantó mucho y pronto soltó un pequeño gemido. Había conseguido que se corriese.

Me miro y agarró mi polla y empezó a hacerme una paja, sabía lo que hacía, yo sabía que a ese ritmo no tardaría mucho en correrme y se lo hice saber, y su respuesta fue que mejor, que quería verme disfrutar pronto, cuando estaba a punto de correrme se agacho y se la empezó a meter en la boca, le dije que me iba a correr pero no hizo caso, acabe en su boca como si de una peli porno se tratase, se limpio un poco y se quedo a mi lado abrazándome.
Fue una de las mejores experiencias sexuales que he tenido nunca y no lo olvidaré, espero que os guste mi primer relato. Gracias por leerlo.
Un saludo