Relato erótico

Un local diferente

Charo
19 de abril del 2019

Un amigo les comentó que habian abierto un local en la ciudad en el cual harian espectáculos de alto contenido sexual, con un “toque” de sadomasoquismo. Les invitó a la inauguración y no se arrepintieron de ir.

Susana – Barcelona
Soy Susana y mi novio se llama Miguel. A veces surgía en nuestras conversaciones el tema bondage, sometimiento, sadomasoquismo como algo lúdico y a la vez seductor, pero siempre las ideas y las fantasías quedaban ahí, en el olvido.
Hace un tiempo, Sergio, un amigo, nos invitó a la inauguración de un pub/restaurante, que según le habían dicho, tendría atracciones distintas a lo que los demás lugares de distracción ofrecían y por curiosidad, accedimos a ir. El local estaba ubicado en una zona residencial de la ciudad, en una casa antigua reformada con el objetivo propuesto.
En la planta inferior lo que antes sería el comedor, ahora era un restaurante, con una barra muy grande de mármol negro y bancos altos de cuero negro para las personas que les gusta ocupar ese sitio en el pub. En la sala contigua había mesas, también de mármol negro y butacones de cuero del mismo color, las paredes estaban pintadas de color blanco inmaculado y colgaban de ellas fotografías antiguas. En otro extremo del salón había una tarima donde un grupo tocaba música clásica. Una gran escalera de madera mármol blanco asomaba sobre un rincón de la sala, la cual se dirigía al piso superior. El aire del restaurante era de principios del siglo XX.
Nos sentamos en una de las mesas ubicadas sobre un ventanal en la cual teníamos una visión muy amplia del restaurante. Las personas que se encontraban allí iban muy elegantes vestidas y tenían aspecto de ser gente perteneciente a la clase alta.
Nos sirvieron la cena y todo transcurrió sin contratiempos, una velada tranquila con gente educada y previsible. Después de que sirvieran el postre, comenzamos a notar que algunas personas se dirigían al piso superior, nuestra curiosidad pudo más que la prudencia y también subimos.
Nos encontramos con un largo corredor en el cual había más de seis puertas ubicadas en forma lineal que daban el aspecto de ser la entrada a habitaciones, no se escuchaban voces, ni música, no había indicios de que estuviese habitado ese piso. Miguel discretamente abrió la primera puerta y parecía vacía, entonces entramos en ella encontrándonos con un lugar muy espacioso, pintado de color rojo oscuro, almohadones grandes de cuero esparcidos en el suelo que contrastaban con el blanco de la moqueta. El suave sonido de la música, estilo new age, se escuchaba en la habitación, iluminada tenuemente por velas ubicadas en los rincones de la sala hasta ese momento vacía.
Cuando nos disponíamos a irnos, entraron cuatro parejas y se sentaron en los almohadones, nos miramos y decidimos quedarnos para ver lo que sucedía. Al cabo de un rato, una pequeña puerta que comunicaba con otra habitación se abrió y dos parejas entraron. Los hombres eran altos, uno de ellos negro y el otro con el cabello casi blanco de tan rubio que era. Vestían solo un short negro de cuero, tenían el torso desnudo y una máscara de cuero cubría sus rostros.
Las chicas eran muy atractivas, una de ellas tenía el cabello color cobrizo, piel muy blanca, con pecas, pechos firmes y nalgas grandes; la otra tenía el cabello negro azabache, que le llegaba hasta la mitad de la espalda. Ambas tenían puesto un corpiño corto de cuero rojo, medias largas con portaligas del mismo color y los ojos vendados con un pañuelo de seda negro. Una de las parejas se quedó parada en una esquina de la habitación, al tiempo que la otra se acomodaba en el centro del círculo que formábamos los espectadores.
La música sonó más fuerte, junto al chasquido del látigo que pegó fuertemente sobre las nalgas de la chica de cabello negro, dejando ella escapar un pequeño quejido de dolor.

Apreté fuertemente la mano de Miguel y lo mire como queriendo saber qué hacíamos, si nos quedábamos o no. Miguel me sujetó la mano, se acercó a mi oído y me dijo que nos quedásemos a ver que pasaba. El joven rubio continuó azotando a la joven en las nalgas hasta dejar las marcas de la fusta en ellas. Nadie hablaba, solo se escuchaba la música y la queja de ella.
Luego acarició su cuerpo con el látigo hasta dejarlo caer fuertemente sobre sus pechos, otro alarido de dolor se oyó, este un poco más fuerte que los anteriores. De un tirón abrió el corpiño dejando su cuerpo desnudo ante todos nosotros. Tenía los pezones erectos, con sus dedos los retorcía como queriendo exprimirlos. Hasta yo podía sentir el dolor que ella experimentaba… Luego pasó su lengua por ellos como queriendo apaciguar el tormento, provocándole una excitación mayor, a la vez que con la punta de la fusta acariciaba su rasurada vagina para luego lamerlo ya lubricado por los jugos que emanaba.
No puedo negar que todo ese espectáculo me excitaba sobremanera, a la par que me asustaba. La acostó sobre una mesa abriéndole bien las piernas, él se recostó sobre ella mordiéndole los pezones, el mango del látigo la penetro dejándola sin aliento. La chica gritaba, lo cual provocaba en él una mayor excitación, lo que hacía que metiera y sacara dicho cabo sin piedad, como queriendo perforarla, acompañando cada embestida por sus mordeduras.
La hizo ponerse boca abajo sobre la mesa, abrió sus nalgas con sus fuertes manos, el agujero de su ano quedó a la vista de todos, metió su lengua lo más profundo que pudo, luego tomó una copa de champagne y vertió el contenido de la misma dentro del agujero para luego beber de él. Sus dedos hurgaron en esa cavidad para dilatarla aun más y cuando consideró que estaba listo, introdujo su pene bombeándola sin parar. Podía oírse el golpetear de sus testículos contra las nalgas junto con el choque de los pechos contra la mesa.
Sacó su verga y dejó escapar un gran chorro de semen, le puso el mango del látigo en el culo, luego la cogió de los cabellos, la levantó, la mostró como si fuese un trofeo, con el látigo coronando su ano y dejaron la habitación. Un suspiro de alivio escapó de mi boca. Podía ver la erección de Miguel y Sergio bajo sus pantalones, por suerte las mujeres simulamos nuestra excitación.
Después de unos minutos, la otra pareja pasó al centro del círculo. La chica tenía las manos atadas a su espalda. Se paró delante de todos nosotros con las piernas abiertas, su compañero manoseó su cuerpo por todas partes, introduciendo los dedos en todos su agujeros, primero la boca, luego retiro un poco su ropa y tocó su vagina, después su ano, para finalmente saborear los jugos.

Desprendió uno a uno los botones del corpiño, al tiempo que iba dejando caer cera de vela, cada vez que tocaba la piel, la joven apretaba la boca como una mueca de dolor. Una vez desnuda, acercó la vela a los pezones,
después arrimó la vela al vello púbico derramando más cera, chamuscándolos. Para aliviar el ardor, le pasó hielo seco por los pezones, abrió sus labios vaginales e introdujo un cubito en su agujero, tragándoselo como si fuese un caramelo.
La joven exhaló un suspiro mezcla de dolor y alivio. Después de jugar con las velas, cogió dos pinzas, colocándoselas en los pezones y otra mayor en la abertura de su vagina, la cual se abrió como una gran grieta. La chica gritaba de dolor, pero no parecía compadecer a su victimario, todo lo contrario. Primero metió sus dedos, para luego dar paso a la mano dentro de esa cavidad, la cual entraba y salía sin obstáculos.
Los gritos de suplicio se fueron apaciguando y ahora parecían gritos de placer, arrodillándose sobre la alfombra, con las manos apoyadas en el suelo, él le abrió su ano y fue introduciendo un collar de bolas que iban desde bien pequeñas hasta más grandes. Una a una fueron entrando, hasta quedar solo un hilo colgando hacia afuera. De un tirón las sacó, las lamió como un delicioso manjar. Para que el ano no volviese a contraerse, sus dedos jugaban en ese hoyo sin cesar.
Entró el joven rubio a la habitación nuevamente, completamente desnudo y con su verga erecta en la mano. El negro se quitó el short desplegando un pene impresionante. Ambos montaron a la chica como si fuese una yegua, metiendo sus grandes y gordas vergas dentro de ese agujero, salieron y entraron cuantas veces quisieron, haciendo caso omiso a las suplicas de ella.
Cuando ya se sentían satisfechos, abrieron su boca y vaciaron todo su semen obligándola a tragarlo todo. Saludaron al público y se retiraron.
Los espectadores se levantaron y también salieron de la sala, imitándolos nosotros. Una vez en el pasillo, sin habla por lo presenciado, Sergio nos sugirió entrar a otra de las habitaciones y nosotros aceptamos.
En este había una gran vitrina la cual exponía diferentes objetos, consoladores de todos los tamaños y formas imaginables, correas, esposas, puños con púas de metal, látigos, máscaras, pinzas e infinidad de artículos sado. Los visitantes entraban y cogían lo que les gustaba y se iban para otra sala. Nosotros, inexpertos, éramos tan solo espectadores de todo.
Entramos a la habitación contigua, había unas veinte o más personas.

Se encontraban formando un gran círculo. Como pudimos nos fuimos acercando hasta poder ver lo que sucedía. Había una pareja ubicada en el centro, ella con los ojos vendados iba girando y luego se paraba delante de alguna persona, la señalaba con un bastón y le decía que fuera al medio. Eligió a un hombre de unos 40 años. Se quitó la venda y comenzó a desvestirlo lentamente; el señor no parecía asustado, todo lo contrario. Desnudo se ubicó en el centro, cada uno de los presentes le mamaron la verga, excepto nosotros que nos habíamos excluido del círculo. Luego se tendió en la alfombra y la mujer comenzó a verter sobre su espalda diferentes líquidos los cuales desembocaban en su ano. Una vez alojados allí, ella los relamía dilatando su esfínter considerablemente para luego introducirle un consolador rugoso con púas de goma.
El hombre no dejaba de masturbarse mientras era embestido por dicho instrumento. Su leche cayó sobre la alfombra, la cual limpio con su lengua sin dejar rastro. Cuando terminó volvieron a repetir la actuación inicial, esta vez una chica fue la elegida. Arrodillada fue abriendo braguetas y levantando pollas, al tiempo que su lengua mamaba todos los orificios y penes que se le brindaban. Posteriormente se recostó desnuda, los hombres hicieron un círculo delante de ella y la bañaron de leche, dejándoles paso a las mujeres que situadas sobre la joven, le dieron una maravillosa lluvia dorada.
A esa altura de la noche y del show presenciado, la excitación de los tres era incontrolable y decidimos irnos. Ni bien subimos al coche, nos sentamos los tres en el asiento trasero yo en el medio, Miguel y Sergio cada uno a un lado, se desabrocharon los pantalones y sus vergas se apoderaron de mi boca. Las mamé hasta no dejar una gota de leche en ellas. Luego me senté sobre la polla aun tiesa de Miguel, que con sus manos tenía aprisionadas mis tetas, mientras Sergio metía su lengua en mi vagina, introduciéndola lo más profundo posible.

Cuando sentí el torrente de semen dentro de mi ano, mis jugos inundaron la boca de Sergio. El tráfico de la mañana nos despertó en la puerta del local….
Abrazos de todos.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies.

Aceptar

ACEPTAR
Aviso de cookies


"follando en una silla""porno erotico"691024935"relaos eroticos""chicas viendo porno"climarevistarevistaclima"contactos porno""relato erot""relatos eroticos trios""relatos porno playa""historias porno en español""relatos anales""telatos porno""relayos eroticos""relatos nudistas""fotos revista clima""relatos eroticos con negros"charomedinarevistaclima.com"porno star española""relatos exóticos""relatos de la revista clima""negra cachonda""contactos de sexo""relatos orgias""relatos eroticos lesbicos""relatis eroticis""relatos eroticos amateur""relato erotico incesto""relatos guarros""historias eroticas reales""relatos heroticos gratis""relatos eroticas""revista clima es""gifs porno trios""telatos porno""relatos maduros""revista clima fotos""relatos eroticos playa""relatos maduras infieles""porno relatos""todo relato.com""super tetona""relatos eroticls""relatoa eroticos""relato clima""relatos morbosos""contactos amater""contactos maduras""franceska james""relatos infieles""leer porno""revista clima 21""pornostar video""relatos eroticos de infidelidades""relatos morbosos"climarelatos"relatos tetonas españa""relatos reales eroticos""contactos amateurs""revista clim""revista clima fotos""universitarias follando""relatos eroticos sumision""relatos porno incesto""revista clima x""revista climas""porno para adultos""sexo relatos""relatos eroticos pollon""revista clima españa""relatos sexo no consentido"revistaclima.com"relatos charo medina""relatos porno trios""porno erotica""relatos eroicos""relatos porno tv""pareja liberal palencia""relayos eroticos""relatos eróticos""revista clima relatos"www.revistaclima.com"erotico porno""relatos infidelidades"climarelatos"sexo bestial""follando con dos negros""revista clim""relatos eroticos pollon""videos eroticos porno""relatis eroticos""super tetas""relatos eroticls"