Relato erótico
Todo queda en casa
Casi cada día va a casa de su novia. Allí se encuentra con el hermano de su novia y con la pareja de este. La chica es muy simpática y tiene unas tetas que lo tienen loquito.
Álvaro – BARCELONA
Amigos de la revista, mi nombre es Álvaro y lo que voy a contaros comenzó al conocer a la novia de mi futuro cuñado. Se llama Sonia y es muy guapa. Tiene unas tetas grandes y sobre todo tiene un culo que me vuelve loco.
Yo siempre acostumbraba a ir a casa de mi novia y allí la encontraba, y de regreso a mi casa, ella me pedía que la acompañara a la suya en mi coche, lo cual siempre aceptaba, y así esto se hizo una costumbre. Hablábamos de todo y un día me comentó que tenían un amigo, ella y Ricardo, su novio o sea mi futuro mi cuñado, al cual estaban muy unidos y que se tenían mucha confianza con lo cual ella consideraba tener dos novios. Todo eso despertó mi morbo y seguí preguntando vacilando hasta llegar al tema sexual.
– ¿Y concierne también al sexo, eso de tener dos novios? – le dije.
– ¡Qué dices! – exclamó y solo sonrió.
Pasó el tiempo y hubo un día en que mi novia y sus padres salieron de viaje y se quedó la casa solo con Ricardo porque tenía que trabajar, pero mi novia me dejó la llave de la casa para poderle dar comida al perro, ya que su hermano Ricardo suele ser un despistado. En fin, llegué el primer día a la casa para cumplir con el encargo y vi que el coche de Ricardo estaba estacionado afuera de la casa, cosa que no llamó mi atención ya que era hora de la comida. Entré y oí sonidos raros provenientes de la habitación de los padres y por lo sonidos supe que eran Sonia y Ricardo, su novio, haciéndolo como locos.
En ese momento me pude haber ido sin que se percatasen de nada, pero el morbo de ver a Sonia desnuda me hizo quedar, pero al asomarme por una de la puertas que dan a la habitación, me dejó paralizado lo que vi, pues era Sonia completamente desnuda cabalgando al amigo que me había comentado, al cual llamaré Jorge, y Ricardo por un lado masajeándole las tetas. Sonia era toda una zorra. Entonces se sacó la polla del coño y se arrodilló sobre la cama. No me equivocaba, estaba bien buena, con sus grandes tetas grandes, con unos pezones un poco obscuros y mucho vello en su raja. Vi como cogía la polla de su novio y se lo metía a la boca, por lo que yo me situé de modo que no me vieran, con la puerta casi cerrada
Entonces Jorge se le acercó y ella cogió las dos pollas y las masturbaba con sus manos y su boca. Yo no pude aguantar y sin hacer ruido me bajé el cierre del pantalón y me empecé a masturbar, pero entonces de pronto ella se bajó de la cama y dijo:
– Voy a tomar agua, ya vengo, tengo la garganta seca.
Se fue hacia la puerta y me sorprendió con el miembro de fuera, exclamando ella:
– ¿Qué haces aquí?
Me quedé atónito, en parte por la vergüenza y otra por verla con sus godas tetas al aire frente a mí. No pude apartar la mirada y en eso se acercaron Ricardo y Jorge con unas toallas enrolladas para taparse, trajeron una con que cubrieron a Sonia y Ricardo me dijo:
– Tenemos que hablar de esto.
Yo me metí la polla en su lugar que, con tal susto, hasta se me bajó la erección, me senté en la sala y todos me imitaron. Entonces Sonia dijo:
– Bueno, creo que tenemos un problema.
– Sí – respondió Ricardo y dirigiéndose a mí, añadió – Pues ya ves, nos has pillado y lo primero que te pido es que esto no salga de aquí, arruinarías todo.
Yo no sabía ni que decir, estaba colorado como todos los que estábamos allí, y Jorge al fin dijo:
– ¿Seguro que le gustó Sonia?
En eso Sonia soltó una discreta carcajada y dijo
– Seguro que sí, pues hasta se sacó la polla.
– Rompamos el hielo – terció Ricardo – ¿Te gustó o no?
Yo titubeante, dije sí, entonces todos reímos exageradamente, yo por los nervios y creo que los demás también. Pero de pronto vi como se le había endurecido la polla a Ricardo, ya que la toalla estaba levantada. Sonia intentó seguir con la conversación y dijo:
– Bueno Álvaro, queremos saber qué piensas y que vas hacer, dinos algo, nos tienes muy nerviosos.
Yo no sabía francamente ni que pensar ni decirle hasta que articulé:
– Este… no sé… supongo que nada… pues la verdad como si no hubiera visto nada ¿vale? No hay problema conmigo.
– ¿Como que no? – exclamó Ricardo – Has visto a mi novia en pelotas y dices que no viste nada de nada.
– Sí, es cierto y hasta te la pelaste viéndola – añadió Jorge.
– Pero bueno, ¿qué quieres que haga? – exclamé al fin.
– Relájate amor, no pasó nada – dijo Sonia y levantándose les dijo a Jorge y a su novio – Venid, que vamos a hablar los tres.
Volvieron a la habitación y no sé que fue lo que discutieron pero cuando salieron Ricardo me dijo:
– Discúlpame por comportarme así Álvaro, he hablado con mi novia y me ha confirmado que te vio masturbándote y que eso la excitó, y como eres nuestro amigo pues puedes follártela cuando quieras mientras me lo pidas a mí, ¿qué dices?
– Venga Álvaro – añadió Jorge – está muy bien buena, mira quítate la toalla Sonia.
Al instante ella la dejó caer al suelo y no puede evitar que se me levantase mi bulto al verla completamente desnuda y mirándome con una carita de niña.
– ¿Te gusto no… lo hacemos?
– ¡Claro que sí! – exclamé muy excitado y acercándome a ella.
– Bien, que bueno, empecemos tú y yo, o mejor todos.
Sonia me ayudó a quitarme la ropa, me excitó muchísimo verla como lo hacía ya que ella estaba desnuda y podía verla con libertad, admiré con detenimiento sus tetas, que eran bellísimas y firmes, aperladas y de gran tamaño, su carita lujuriosa, sus ojos grandes café y su cabello largo y negro que empecé a despeinar, pero cuando ya me tenía desnudo ella me dijo:
– Siéntate aquí.
Se me subió encima, cabalgó por un rato, pudiendo ver como sus tetas rebotaban y notar su cueva caliente y ya bien abierta. Así estuvimos un buen rato hasta que Ricardo me sugirió que la mamase el coño, que era sabrosísimo y así lo hice con un 69 magnífico mientras ellos se masturbaban y a veces iban y la tocaban y la besaban. Ella estaba deliciosa, detrás de tanto vello había un hermoso coño, y se vino un par de veces. Luego nos bañamos juntos donde de nuevo me la follé, pero cuando salimos los otros dos estaban esperándola y la follaron por los dos agujeros al mismo tiempo. Sonia estaba irreconocible.
Después la follamos cada por separado hasta que llegó la noche, nos despedimos y quedamos en que lo repetiríamos y efectivamente en todos esos días en que mi novia y sus padres estuvieron fuera, me la follé todos lo días. Me encantaba desnudarla y meterle el dedo por debajo de su falda tantas veces como me la encontraba, inclusive en centros comerciales.
Saludos y pronto contaré la continuación de esta historia.