Mucho trabajo y relax

Está soltera, es economista y estaba nerviosa porque empezaba a trabajar en una nueva empresa. Le presentaron a la que sería su jefa y se cayeron bien. Trabajaron mucho para terminar un proyecto y su jefa le dijo que se merecían un descanso y relajarse. Se relajó, y mucho.

Sandra – Navarra
Me llamo Sandra, tengo 28 años y dicen que soy atractiva. Mido 1,72 y esto ayuda. Después de descansar unos días aquel lunes empezaba en mi nuevo trabajo. El jefe de personal me llevó con la que iba a ser mi jefa, que además era la mujer de uno de los dueños. Era una mujer de unos 40 años, alta como yo, de pelo rubio muy elegante y que se mantenía muy bien de cuerpo, su nombre era Raquel.
Me mostró mi nueva oficina, junto a la de ella y luego charlamos un rato organizando mi trabajo. La semana transcurrió muy bien, en verdad congeniamos bien las dos, ella era muy agradable para trabajar y me hizo las cosas muy amenas y llevaderas. El viernes tuvimos mucho trabajo preparando una presentación, casi no nos vimos en todo el día, debíamos terminar el trabajo para el lunes. Por eso nos quedamos hasta tarde, eran cerca de las ocho de la tarde y me llamó a su oficina, analizamos el trabajo realizado y quedo muy satisfecha con el mío, casi había terminado, así que me dijo que por hoy era suficiente.
Ambas estábamos un poco cansadas y me dijo que tenía un buen remedio para eso, que una buena sesión en el gimnasio nos haría bien, dude un poco en aceptar pero no quise rechazarla, ella llamó por teléfono y arreglo todo con su entrenador personal, nos fuimos y me dijo que estaba segura que iba a relajarme y disfrutar, no entendí muy bien que me quiso decir, pero seguro iba a averiguarlo.
Fuimos en su coche, con su chofer, hasta el gimnasio, al llegar nos recibió un muchacho de unos 25 años, alto, muy fornido y muy atractivo, saludó a Raquel con un beso y ella me presentó y le dijo a Rubén, así se llamaba el entrenador, que necesitábamos de su servicio para sacarnos el stress, él contestó que estaba preparado y que lo acompañáramos a su oficina, yo imagine que allí nos daría algún tipo de guía para los ejercicios, pero al entrar, Raquel se arrojó en sus brazos y lo beso apasionadamente, comencé a comprender de qué forma buscaba Raquel que nos sacara el stress.
Rubén no dudó en corresponder los besos y caricias de Raquel, obviamente no era la primera vez que esto sucedía, mientras yo miraba un poco sorprendida y dudando en saber qué hacer, pero Raquel pronto disipó mis dudas y llamándome me dijo que me uniera a ellos, que ella sabía que había suficiente macho para las dos, me acerqué y Rubén me tomo con sus fuertes brazos por la cintura y apretándome contra él, me beso con pasión, su lengua rápidamente busco mi boca, la cual abrí dando paso a su entrada para mezclarse con la mía. Al tiempo que Raquel se arrodillaba frente a él y comenzaba a bajar sus pantalones, debajo de los cuales ya se evidenciaba un bulto considerable, al bajar su slip, pude comprobarlo, fuera de ellos saltó una verga enorme, larga y muy gruesa, pero además se veía hermosa, la llevaba casi toda depilada y estaba erguida y derecha, no solo era de tamaño considerable sino que aparte se veía muy bella.

Raquel comenzó a lamerla, a recorrerla toda con su lengua, mientras Rubén me besaba y con una de sus manos apretaba mis nalgas y con la otra tomo la cabeza de Raquel, empujándola contra su verga, indicándole que se la mamara, cosa que Raquel no dudó en hacer y la metió en su boca despacio, costándole algo hacerlo por su tamaño, pero parecía habituada a esa verga, entonces Rubén me tomó por un hombro y presionó para abajo haciéndome saber que deseaba. Mientras ella se la devoraba yo empecé a lamer y chupar sus huevos, Rubén gemía cada vez más fuerte, ahora era mi turno de chupar y la metí en mi boca, sentí esa verga enorme y caliente deslizarse por mi boca, la trague profundo, era difícil por lo gruesa, pero la fui tragando cada vez más, hasta que mi boca se fue adaptando y me la metí casi por completo. Raquel miraba asombrada y Rubén no podía resistir tanto placer que le daba mi boca, se la seguí chupando fuerte, pero él nos hizo parar y dijo que todavía no quería acabar, así que nos hizo poner a las dos a cuatro patas y comenzó a chuparnos el chocho un rato a cada una. Cuando chupaba a una le metía los dedos a la otra, ambas gozábamos de placer, hasta que Raquel le pidió que se la follara de una vez.
Rubén se puso detrás de ella y acercó su verga por el chocho, Raquel gimió fuerte y él comenzó a moverse entrando y saliendo de ella, su coño se adaptaba a su verga, aunque se notaba acostumbrado a ella, y la penetración se hacía más profunda, Raquel gemía más fuerte y Rubén la follaba más rápido, me puse delante de Raquel y le ofrecí mi chochito mojado que necesitaba sentir algo dentro, ella hundió su lengua y me chupaba fuerte, ahogaba sus gemidos en mi chocho.
Rubén la follaba con fuerza y sentí como ambos estaban por acabar, Raquel explotó en un orgasmo fuerte que hizo hundir más su boca en mi chocho, esto hizo que yo también me corriera en su boca. Rubén gritó y también se corrió en el chocho de ella. Los tres gemíamos y extendíamos todo lo posible nuestro orgasmo simultáneo.
Raquel y yo nos dimos vuelta y tomando la verga de Rubén comenzamos a lamerla y chuparla para limpiarla de los restos de su leche y de los jugos de ella, lo cual hizo que enseguida estuviera dura y lista otra vez para nosotras, sabía que ahora era mi turno de disfrutar de esa verga así que lo hice acostarse y me monté sobre él, me puse sobre su verga, refregando mi chocho mojado sobre ella, y poco a poco me comencé a clavar en su verga, se notaba enorme tal cual era, mi chocho se abría al máximo, pero el placer era también enorme, me la metí un poco mas y la cabalgué un poco. Raquel se puso detrás de mí y comenzó a lamer mi chocho y la verga de Rubén cuando salía de dentro de mí. Me clavé más en su verga, él también empujó y la tuve casi toda dentro, la cabalgué más fuerte y de un golpe me deje caer sobre ella y me la clavé por completo, Rubén comenzó a moverse, yo me movía en círculos sobre su verga y cabalgaba cada vez más rápido y fuerte, sentía como su verga me llenaba toda. Raquel no dejaba de lamernos y chuparnos a los dos, su lengua recorría desde sus huevos hasta el agujerito de mi culo, seguí toda clavada en esa verga que me llenaba de placer, la cabalgué más fuerte y rápido hasta que acabé sobre ella, solté un grito de placer, mi chocho chorreaba jugos de placer que caían sobre su verga y Raquel bebía con deleite, me salí de arriba de Rubén extenuada por el intenso orgasmo.

Raquel ocupó mi lugar sobre esa verga que seguía dura como una estaca, y comenzó a cabalgarla también fuerte y duro, gozando tanto como yo, pero enseguida la sacó de su concha y apuntó esa verga sobre su culo, para ayudarla, comencé a comerle el culo, mojándolo y chupándolo, lo abrí un poco, cogí su polla y se la metí en el culo de Raquel hasta que también acabó en un orgasmo fuerte y cayó derrumbada sobre Rubén besándolo.
Él se incorporó un poco y me pidió que me acostara a su lado, de costado, delante de él, tomó mi pierna y la levantó un poco acomodó su verga sobre mi chocho y me la clavó entera, me follaba con fuerza.
Raquel empezó de nuevo a lamernos a ambos y también comenzó a comer mi culito, Rubén sacó su verga y mojo mi culo con mis propios jugos, Raquel hundía su lengua en él, cuando estuvo bien mojado, Rubén apoyó su enorme verga en mi culo y Raquel chupaba mi clítoris, él empujo y su verga entró en mi culo, un poco, despacio, sentí algo de dolor, pero Raquel ayudaba chupando mi chocho, eso me relajó y la verga de Rubén se deslizó un poco más adentro, el placer me invadió y ahora yo me movía contra esa verga clavándome en ella, Raquel me chupaba más fuerte y Rubén ahora cogía mi culo mas salvajemente, dejándome ir toda su verga en mi culo, mis gritos eran fuertes, llenos de placer, ambos me llenaban con su verga y su lengua, sentía como mi culo estaba totalmente abierto con esa gruesa verga que entraba y salía entera de mí, y mi chocho chorreaba abundantes jugos en la boca de Raquel que no dejaba de comérmelo, no pude evitar explotar en una corrida bestial, que inundó de jugos la verga y la boca de Raquel, sentí como la verga de Rubén aun enterrada en mi culo se hinchaba.
Él se levantó y nos dijo que quería que nos tragáramos su leche. Entonces las dos nos pusimos con nuestras caras sobre su verga, la lamimos un poco, la chupamos entre ambas y Rubén estalló, su verga comenzó a lanzar grandes chorros de leche que caían sobre nuestras caras y bocas, era abundante leche caliente, se la chupamos y sacamos hasta la última gota, con Raquel nos besamos y bebimos la leche de él una de la cara de la otra.
Fue muy excitante, realmente Rubén había quitado nuestro stress, con Raquel nos duchamos y luego nos fuimos, ella me invitó a su casa, y me dijo que todavía la noche no terminaba, que quería mostrarme algo. Al llegar ella le dijo a su chofer que organizara el espectáculo como siempre, yo no entendía que era pero pronto lo supe. Fuimos hasta una de las habitaciones, había una cama matrimonial y un gran sillón enfrente, todo se veía como preparado, entró una criada y Raquel le pidió algo para tomar, que trajo enseguida, charlamos un rato mientras esperábamos, le pregunté por su marido y me dijo que volvía al día siguiente de viaje y que no me preocupara ya que él sabía de sus aventuras y las compartía.
No pudimos seguir ya que entró a la habitación la criada y Raquel le dijo que fuera a buscar al resto y se preparara, en unos minutos volvió acompañada de tres hombres, uno era el chofer y los otros dos eran por lo que me dijo Raquel, el que atendía la casa y un hombre de seguridad que la cuidaba.

Llamaba la atención que todos eran hombres altos y fornidos, incluso el que atendía la casa era negro. Raquel le dijo que podían comenzar, me invitó a sentarme en el sillón desde donde se podía contemplar toda la cama, los tres hombres comenzaron a desnudar a la criada, obviamente me esperaba un show erótico por ver, así que me dispuse a disfrutarlo. Una vez desnuda, ella desnudó a los hombres, primero al chofer, luego al de seguridad y luego al hombre negro, los tres tenían algo más en común, aparte de altos y fornidos, unas vergas grandes y gruesas, la chica ya llevaba un par de orgasmos y los hombres alternaban cogiendo su culo, hasta que se acomodo sobre uno de ellos sentada por el culo y otro vino por delante y se la clavó por el chocho y el tercero la metió en su boca, la chica gritaba de placer, era follada sin compasión, tuvo dos fuertes orgasmos.
Raquel llamó a los hombres. Ella puso su cara junto a la mía, sentada a mi lado, los tres hombres se acercaron y quedaron parados con sus enormes vergas erectas y duras delante de nosotras, listas para explotar, se pajeaban fuerte y finalmente estallaron, los chorros de leche comenzaron a caer sobre nosotras, en nuestras caras, nuestras bocas, nuestras tetas, por todo nuestro cuerpo, la leche caliente de los tres machos nos bañaba por completo, nos dieron hasta la última gota, con Raquel nos besamos y compartimos la leche en nuestras bocas, tomamos las vergas y las chupamos y lamimos hasta limpiarlas y ponerlas duras de nuevo, entonces Raquel me miró y me dijo, que ahora era nuestro turno.
Después de la buena limpiada de verga que les dimos, ya estaban listos para la acción de nuevo. Yo chupaba al chofer y Raquel estaba mamando al negro mientras el otro la mamaba a ella, podía ver mientras me devoraba la verga como Raquel se comía la verga negra inmensa y gemía por la comida de chocho que recibía. El chofer se puso sobre mí, me recosté en el sillón, y me clavó su enorme polla se deslizó fácil y comenzó a follarme fuerte y rápido.
Entonces ella me dejó su lugar sobre el negro, lo monté, clavándome por esa enorme verga negra que me abría toda, el negro agarró mis tetas y las apretaba y chupaba fuerte, me las comía al tiempo que me enterraba su verga bien hondo, yo cabalgaba fuerte. De pronto noté que alguien me comía el culo, era el guardia, que hundía su lengua en mi agujerito, abriéndolo, mis gemidos ya eran gritos, el negro devoraba mis tetas y me follaba salvajemente y una lengua me abría el culo, hasta sentir que la lengua era reemplazada por otra verga, el negro se detuvo un momento y saco un poco su verga, la otra entonces empezó a entrar en mi culo presionando fuerte, me llenaba de placer, me relaje totalmente para dejarlo entrar más fácilmente, hasta que sentí como sus huevos chocaron contra mis nalgas, la tenía toda en mi culo, entonces el negro también empujó y me clavó hasta sus huevos. Estaba llena de verga por los dos agujeros. Raquel mientras estaba en el suelo en cuatro patas siendo follada por el culo, ella gemía fuerte y pedía más, lo cual el macho la complacía metiéndosela entera por atrás, pero mis dos machos no me daban mucho tiempo de prestar atención a otra cosa que no sea la follada que me estaban dando, esas dos enormes vergas dilataban mis agujeros, las sentía rozarse a través de mi delgada tela, entrando y saliendo todas enteras de dentro de mí, que me llevaron a un orgasmo intenso que recorrió todo mi cuerpo convulsionándolo, mis jugos caían sobre esas vergas que no dejaban de penetrarme sin compasión, dándome el máximo de placer, las sentí hincharse dentro de mí y casi juntas explotaron, noté como mis agujeros se llenaron de leche caliente, la sensación de estar llena era bestial.

Alcancé ver a Raquel que ahora estaba sentada de espaldas clavada por el culo y con la otra verga clavada en su chocho, gimiendo y gritando fuerte, llena de verga como antes lo estaba yo, que ahora tenía el culo lleno de una verga negra enorme, el ambiente estaba lleno de sexo y pasión, me di vuelta y ahora cabalgaba por el culo a verga del negro, me movía en círculos sobre esa verga enterrada en mi culo, así podía ver bien como Raquel gozaba con la doble penetración, y como tenía otro orgasmo. Entonces el que tenía en su chocho, se levantó y se paró frente a mí, que seguía cabalgando la verga por el culo, y puso su verga entre mis tetas, la apretó con ellas y se movía follando mis tetas grandes y duras, el negro se movía más rápido, y el otro cogía mis pechos fuerte y rápido, cuando salía de entre ellas, la metía en mi boca un poco hasta que acabó entre mis tetas llenándolas de leche caliente, que corría por mi cuello, sobre mis pechos, en mi pezones duros, con su verga desparramó su leche por todas mis tetas, la puso en mi boca y se la chupe dejándola limpia de los restos de leche, al tiempo que el negro aceleraba mas los movimientos y me concentré en cabalgar su verga, abría y cerraba mi culo succionando su verga, lo que lo hizo explotar en mi culo, sentí sus chorros de leche golpear en mi interior, inundando mi culo hasta la última gota, y haciéndome gozar una vez más.
Seguía moviéndome sobre la verga que se terminaba de correr dentro de mi culo viendo como Raquel también recibía la leche de su macho en su culo, entonces ambas nos levantamos y nuestros culos chorreaban leche que caía por nuestras piernas, ambas arrodilladas en el suelo, nos besábamos y sentíamos nuestros cuerpos llenos de leche y jugos de placer, me dijo que era hora de un baño, pensé que nos iríamos a la ducha, pero al contrario, los tres hombres nos rodearon y como obedeciendo una orden, tomaron sus vergas y comenzaron a mear sobre nosotras, los chorros de liquido caliente y amarillo, golpeaba nuestras caras, corría por nuestras tetas, los dirigían de manera que no quedara nada de nuestros cuerpos sin cubrir, sentí como se estrellaban contra mi cara, no pude evitar tragar lo que llegaba a mi boca, Raquel me beso y así juntas recibimos hasta el último chorro de meada.
Raquel les dijo a los hombres que era su turno y ellos se acostaron en el piso uno al lado del otro, entonces ella se puso encima y comenzó a mearlos también, me uní a ella y así juntas le dimos una buena lluvia dorada por sus vergas, sus pechos y caras, para terminar les hicimos chupar nuestras conchas hasta que estuvieran bien limpias, entonces sí, nos dirigimos al baño y nos duchamos las dos.
Luego bajamos a desayunar y más tarde volví a casa, había descubierto que con Raquel compartíamos aparte del trabajo, el gusto por el buen sexo y el placer, y que seguro esa no sería la única aventura sexual que viviríamos juntas.
Besos