Relato erótico
Me gustan bien dotados
Es joven, esta buena y reconoce que el sexo la vuelve loca, el único “inconveniente” es que le gustan los tíos con las pollas muy gordas. Aunque tiene follamigos bien dotados, aquel descubrió a tres nuevos candidatos para pasar buenas horas de sexo.
Mari Fe – Valencia
Hola, me llamo Mari Fe y tengo 20 años, vivo en Valencia y físicamente soy alta (1,75), pelirroja, y según dicen con unas buenas curvas. Soy bastante activa sexualmente, sólo tengo un problema en este aspecto: me gustan la pollas grandes y cuando digo grandes me refiero a eso, muy grandes, cuanto más mejor, por lo menos de 25 cm en adelante. Como comprenderéis es difícil encontrarlas pero yo he perseverado y ya he encontrado lo que buscaba, os cuento.
Una amiga me invitó a una fiesta en casa de unos primos suyos, como sabía de mi “problema” y dado que yo no estaba muy por la labor de ir me informó que sus primos, son tres hermanos de 18, 20 y 22 años que también tenían uno, eran superdotados y como comprenderéis tampoco se comían muchas roscas, según me informo mi amiga más de una vez sus ligues habían salido corriendo cuando les vieron el aparato.
Me sentí intrigada y acepté ir a esa fiesta. La fiesta en sí fue bastante aburrida y muy pronto la gente comenzó a desfilar, mi amiga también se aburría y quería irse, fuimos en su coche, yo no quería y hablé con Carlos y me invito a quedarme a dormir y me acercaría al día siguiente a mi casa. Así que pronto nos quedamos solos los cuatro, Carlos, el mayor, José, el mediano, Luis, el pequeño y yo.
No teníamos sueño y Luis propuso echar una partida de parchís pero para hacerla más interesante Carlos propuso que cada vez que te mataran una ficha debías pagar una prenda, aceptamos todos y nos pusimos manos a la obra, al poco tiempo yo ya estaba solo con mi ropa interior, un pequeño sujetador de encaje y un no menos minúsculo tanga, en sus calzones ya se adivinaban unos bultos de tamaño más que considerable y la partida prometía.
Pronto y ya que parecía que todos iban contra mí estuve yo completamente desnuda, para poder seguir el juego, alguien propuso realizar unas pruebas en caso de perder, todos aceptamos y rellenamos unos papelitos con lo que se nos ocurrió.
A la siguiente vez perdió Luis y también se quedo desnudo, entonces pude admirar su herramienta y la verdad quede sorprendida, era realmente grande, muy grande. Luego me toco perder a mí y tuve que sacar un papelito del cuenco, intrigada lo leí y vi la prueba que tenía que superar, una mamada a Luis,
Mejor imposible, pensé para mí, Luis por su parte pegó un grito de alegría y rápidamente se acomodó en un sillón de la sala, sus hermanos ocuparon sitio preferente para observar la mamada.
Yo me animé y arrodillándome ante Luis cogí su grandioso miembro con mis manos y la acaricié en toda su longitud ( 23 cm me enteré después) Sacando la lengua lo lamí con delicadeza en toda su longitud abriendo la boca me introduje su capullo, que apenas me cabía, pero haciendo un esfuerzo y echando mano de mi habilidad para tragarme todo lo que sea empecé a introducirme “aquello” en mi garganta, poco a poco y a base de esfuerzo llegué casi hasta el final, lo saqué y volví a meter rápidamente. Luis disfrutaba muchísimo dado sus gestos y gemidos, yo por mi parte ya me encontraba totalmente mojada y muy excitada, de repente noté una lengua atacando mi conejito y unas manos que hacían presa en mis tetas: eran Carlos y José que, desnudándose rápidamente, se habían puesto manos a la acción.
Entre las caricias de José en mis pechos y las lamidas de Carlos, yo estaba en el séptimo cielo, pronto tuve mi primer orgasmo, grandioso como todo lo que había allí, de pronto noté que Luis se tensaba y de su enorme miembro empezó a manar semen como de una fuente, era espectacular, qué cantidad, tuve que abrir mi boca y dejar que me salpicara la cara y los pechos, aquello fue tremendo, sin dejar recuperarme Carlos se tumbó en el suelo y cogiéndome en volandas me situó sobre su miembro erecto ( 25 cm) yo poco a poco me deje caer y “aquello” fue entrando dentro de mí, no sin ciertas dificultades, pero yo quería mas y cogiéndome fuerte me deje caer de golpe, que sensaciones, realmente indescriptibles, estaba llena y bien llena. José por su parte puso su herramienta a la altura de mi boca y yo rápidamente engullí.
Nos acoplamos de maravilla y gracias a sus meneos tuve un par de orgasmos mas, bueno realmente no sabía si era uno muy largo, José parece que pensó en mi otro agujero y saliendo de mi boca se fue a inspeccionar mi retaguardia, lamió a conciencia mi agujerito e intentó meter su rabo (26 cm) en el pero aquello era tal vez demasiado y no había manera de penetrar.
Luis vino en ayuda de su hermano y sacó un tarro de vaselina con ayuda de la saliva, las caricias y la vaselina aquello empezó a entrar, despacio muy despacio, pero al final lo conseguimos y ahora sí que se puede decir que estaba llena y bien llena, Luis que se había recuperado de su orgasmo anterior vino a poner su herramienta en mi boca, yo tragué y tragué, me moví y moví y fui de orgasmo en orgasmo.
Al final y casi al unísono todos reventaron en mis agujeros, Carlos en mi coño, José en mi culo y Luis otra vez en mi boca. Derrotados, cansados y satisfechos nos relajamos en el suelo del salón, La noche era joven y unas sonrisas de complicidad adornaban nuestros cansados rostros.
El fin de semana fue especialmente largo y movidito, todos pasaron por todos mis agujeros y yo llegué a mi casa el domingo por la noche realmente rota y satisfecha, había valido la pena.
Como supondréis me los he follado más veces. Otro os día os contaré alguno de mis encuentros.
Un beso para todos.