Relato erótico
Me enfadé con mi chico y …
Había discutido con su novio y decidió irse unos días en la playa. Fue a Benidorm, y conoció a un grupito de extranjeros. Tomaron cervezas en el chiringuito, salieron por la noche a la discoteca y…
Rebeca – Madrid
Fue hace un par de años, tuve una discusión con mi chico por cosa de celos (de él) y decidí dejarle las cosas claras marchándome unos días a Benidorm yo sola. Alquilé un pequeño apartamento, muy barato porque era Abril y aunque no se lo dije, me llevé varios libros, ya que, lo único que quería hacer, era leer y estar tranquila. Los días eran magníficos y hacía un sol espléndido, no para bañarse, pero si para coger una tumbona en la playa y tomar el sol tranquilamente.
Casi toda la playa para mi, apenas unas tumbonas ocupadas y en general por gente mayor, mi bikini, mis revistas y un libro, coca cola y algo de comer… como la canción.
Los dos primeros días fueron tranquilos y apenas crucé unas palabras con los matrimonios de al lado; al tercero decidí irme a otro lado donde había un poco mas de marcha, un chiringuito con música y bastante gente joven, bebiendo cerveza desde por la mañana, la playa y el sol, les importaba un pimiento; ya casi a las cinco de la tarde, cuando me marchaba, se acercó un inglés medio borracho ( medio no, entero) y con un bote de crema pretendía untarme, no miraba más que mis pechos que estaban al aire, al principio me hizo gracia, pero al ver que me reía, se puso un poco pesado, enseguida vinieron tres o cuatro de sus amigos y pidiéndome perdón, se lo llevaron.
Por la noche salí a cenar algo y cuando estaba en una terraza tomándome una hamburguesa, se acercaron unos chicos a saludarme, yo no les entendía bien en ingles y pensé que se habían equivocado; de pronto caí, eran los de la playa que me estaban pidiendo disculpas, la verdad arreglados estaban como un queso, eran guapísimos. Al parecer, él que pretendía untarme, aunque tarde en reconocerle, insistió en darme unos tickets para una pub cercano, creo que los llaman flyers y se los dan a todo el mundo, sobre todo a nosotras las chicas, le entendí que quería invitarme a beber algo por haber sido patoso en la playa (más o menos eso entendí).
El pub estaba a menos de cincuenta metros (es la calle de la marcha allí) y decidí acercarme, sin pensar en entrar, apenas había llegado, se acercó el chico muy alegré y casi me metió para adentro, antes de que me diera cuenta, tenía una enorme cerveza en la barra; yo no suelo beber mucho, pero ellos, eran como diez todos jóvenes y de diferentes razas, se bebían las cervezas como si fueran chupitos; sea por la cerveza o por el ambientazo, a la media hora estaba en la pista bailando, saltando y cantando (aunque no sabía el que); se nos habían juntado otras dos chiquitas, creo que inglesas y absolutamente borrachas; a las cuatro de la mañana, yo estaba grogui, y las inglesas se estaban despelotando en la pista, se subían los vestidos, enseñaban las bragas e incluso se las echaban a un lado para mostrar su sexo.
Algunos ingleses se ponían debajo y casi las mordían, todo esto en la pista y delante de un montón de gente que reía y chillaba; yo dije que me quería marchar, que estaba borracha, entonces un inglés me cogió como si fuera un saquito y me llevó a la pista y empezamos a dar vueltas, lo que me faltaba, ya no sabía ni donde estaba, sudando y empapada me subió el vestido hasta el pecho, vamos que me quedé en bragas, la gente bramaba y él empezó a bajármelas, la gente daba palmas acompasadas hasta que me las quitó completamente, yo estaba grogui pero excitada, era una locura; me cogió en brazos y me fue mostrando a todo el mundo, todos maullaban al ver mi sexo peludo, era una locura pero estaba como una perra. En ese momento llegó uno, creo que de seguridad, y dijo que me bajará y apaciguó un poco los ánimos; nos fuimos a la barra, yo reía nerviosa y excitada, jamás lo hubiera creído, la gente me daba palmaditas y me hacían el signo de ok con los dedos, pero con muy buen rollo, todos conocían mi chochito.
Decidí marcharme y los chicos y las inglesas dijeron que íbamos a comer algo; salimos todos juntos y nos tomamos unas simples patatas fritas; estuvieron hablando entre ellos y parece ser que al final, las inglesas dijeron de ir a su hotel para algo en concreto. Era un hotel de cuatro estrellas que estaba allí mismo y que resultó que era el mismo de los chicos; pero fuimos a la habitación de las chicas.
Creo que éramos tres chicas, dos chicos de color y cuatro rubios, el ambiente se fue relajando, además con una música maravillosa. Estaba como dormida, pero maravillosamente bien, con los ojos cerrados, noté como alguien me tocaba, subía su mano por mis piernas y llegaba hasta mi chocho, me acarició, yo no podía ni quería abrir los ojos, creo que otras manos diferentes sacaron mis pechos y chupaban mis pezones, era igual, no pensaba abrir los ojos, estaba en el cielo; noté como abrían mis piernas y me penetraban; un enorme falo entraba y salía dentro de mí, en la boca alguien me puso otra enorme polla, la chupe y mamé con avidez, en un momento estaba siendo penetrada, mamaba y tenía en cada mano otros dos enormes falos, era feliz.
No sé cuanto duró, creo que me penetraron por turnos los cuatro o cinco, no lo sé pero me encantó, uno de ellos de color, me levantó las piernas escupió y me hizo una introducción anal, estaba tan excitada que apenas me dolió (tengo solo alguna ligera experiencia por esa vía, no habitual para mí), solo notaba su enorme polla dentro de mi culo, llegaba hasta mis entrañas, en un momento se paró y se puso debajo de mí sin sacarla, otro me la metió por el chocho, era mi primer “doblete” y rabiaba de placer; no sé cuanto rato estuvimos follando y mamando, ni cuantos litros de semen me pude tragar; pero os puedo asegurar que estuve dos días con dolores, tanto delante como detrás. Las inglesas estaban dormidas, creo que no hicieron nada, no lo sé.
Al día siguiente me fui a Madrid. Todavía uso mi consolador pensando en aquello, de hecho no he podido resistir hacerlo ahora mismo mientras escribo casi a una mano, el recuerdo de aquellas enormes pollas penetrándome me vuelve loca, daría lo que fuera por repetirlo, pero es difícil. Solo una vez he vuelto a ser penetrada por los dos sitios a la vez, pero no fue igual.
Besos para todos.