Relato erótico
Me dejé “querer”
Nunca le ha gustado que le invitaran a bodas, bautizos, etc. pero en aquella ocasión fue “diferente”. Una de las invitadas, le echó los tejos y él se dejo querer.
Mario – A Coruña
La mejor amiga de mi novia nos había invitado a su boda, se casaba con un francés y aunque vivían allí, se casaban aquí en España. Yo chapurreaba un poco el francés y conseguía “hacerme entender” con el novio, al cual ya había visto varias veces de las visitas que hacían a la familia de su futura mujer. Menos mal que había cuatro o cinco invitados que también eran de aquí.
El aperitivo de bienvenida se hizo largo, y copa tras copa, el alcohol fue haciendo efecto, para cuando llegaron los anfitriones de la fiesta ya estábamos mas que contentos, en especial una chica que había venido sola, se notaba que estaba acostumbrada a llevar la voz cantante en un grupo de gente. Tras las fotos con los novios, fuimos al salón donde se iba a celebrar el banquete, en la mesa, aunque los recién casados nos habían distribuido separados, entre los tres hombres, nos arreglamos con otros invitados para poder sentarnos juntos, así los siete tomamos asiento en una mesa redonda, y “casualmente”, colocados de una forma que yo podía observar perfectamente a esta chica…
Estaba muy sexy con un vestido negro que llegaba hasta las rodillas, con un escote palabra de honor y una chaqueta corta. Como decía antes, ella llevaba la voz cantante y dirigía las conversaciones, mientras yo me fijaba en los detalles de su cuerpo, Anteriormente ya me había fijado en que tenía unas bonitas piernas que gracias a los tacones le marcaban unos gemelos preciosos y un culo muy apetecible. La otra cosa que observaba, eran sus pechos, grandes, bien formados, reventando el escote del vestido. Procuraba disimular mientras la miraba, no se fueran a dar cuenta los demás, sobre todo mi novia…
Y en un momento dado, mientras miraba sus preciosas tetas y como seria rebozarme en ellas, levante la mirada y empecé a sentir el calor de la vergüenza, mientras estaba hablando para todos, ella tenía su mirada clavada en mí. Entonces empezamos a conversar de una manera más “en confianza”, pero jugueteando, solo en plan coqueteo sutil (para que los demás no se enteraran claro) y así se llego al final de la comida y al inicio del baile, paseítos al bar y visitas al baño.
Bailé un rato con mi novia y cuando me cansé, vi que estaba fumando apoyada en la pared, y tendiéndome la cajetilla me invitó a que la acompañara, encendí un cigarrillo y empezamos a hablar de cosas banales como si nada:
-Buena fiesta ¿eh?
-Si, pensé que iba a pasarlo mal por no conocer a nadie pero la cosa va bien.
-Bueno, peor estoy yo, que mi marido no ha podido venir, yo sí que pensé que iba a pasarlo mal.
De pronto, me preguntó:
-¿Te ha gustado mi culo?, Porque tengo claro que mis tetas te han encantado…
Joooooodeeeerr! Me puse nervioso y empecé a tartamudear, una cosa era el coqueteo y los roces y otra era abordarlo así, apuntándome a la cabeza y encima como quien no quiere la cosa…
-Oye, mira, que soy muy tímido y…
-No eras tan tímido cuando me mirabas las tetas ¿no?
-Bueno, oye, lo siento vale, a todos nos gusta jugar un poquito ¿no?
-Bueno, pues entonces vamos a jugar…
En ese momento, me rodeo el cuello con sus brazos y empezó a besarme, yo seguía estando súper nervioso, pero con las caricias que me hacía en el pelo mientras saboreaba su lengua me fui tranquilizando, me dedique a disfrutar de aquello, así que la rodee con mis brazos y baje mis manos hasta agarrar bien fuerte aquellas nalgas.
-Antes no me has contestado, ¿te gusta mi culo, cielo?
-Me encanta, es perfecto…
-Ya me lo parecía a mí, sino tu polla no estaría tan dura, jajaja…
En aquel momento me vino un poco de cordura (o locura, según se mire) e intente cortar aquello:
-Oye mira, estas tremenda pero estas casada y yo tengo a mi novia ahí fuera, mejor que lo dejes…
-Quiero chupártela…
Desde luego sabia como hacer callar a alguien, me empujo suavemente hasta que quede apoyado en la pared del baño y llevo su mano a mi erección, me desabrochó el pantalón con una expresión divertida en la cara y me sacó la polla, empezó a acariciarla con su mano y se acercó a besarme otra vez, entonces la cogió bien y empezó a masturbarme, yo estaba en la gloria. Entonces mirándome con una cara de vicio increíble se puso de rodillas lentamente, yo estaba deseando sentir su boca, entonces me miro, miro mi polla unos segundos, y lentamente se la metió entre los labios. Dios, cuanto placer me daba…
-¿Te gusta cielo?
-Siiiii, eres increíble…
-A mi también me gusta, y solo acabo de empezar…
Empezó a hacerme la mamada de mi vida, me lamia el capullo, se la metía en la boca, recorría con su lengua desde los huevos hasta la punta, buff, me estaba volviendo loco. Entonces se puso de pie y me indicó que me sentara en el wáter, mientras ella empezó a subirse con dificultad la falda, hasta que pudo bajarse las bragas, se las quitó con una mano mientras con la otra sujetaba su falda arremangada, se acercó a mi abriendo las piernas para poder ponerse encima de mí y soltó la falda, ni siquiera le vi el coño, cogió mi polla con la mano, apuntó y mientras iba bajando me susurró al oído:
-Allá vamos cielo…
El notar como mi polla iba entrando en su coño poco a poco era indescriptible, se la metió entera y empezó mover su culo arriba y abajo, mientras rodeaba mi cuello con sus brazos y apoyaba su nariz en la mía, sus ojos clavados en los míos, que mirada, puro vicio…Y entonces empezó a volverme loco con sus palabras:
-¿Que decías antes?
-¿Qué?
-No sé, ¿era algo de mi marido no?, A sí, creo que querías que parara… ¿quieres que pare?
-Ni de coña…sigue cabalgando, que lo haces de puta madre…
No sé si me ponía más cachondo que me hablara jadeando, o que lo que estaba diciendo le daba un morbo añadido a la situación…
Alguien entró en el baño, y nos quedamos callados, pero no paró de follarme ni un momento, solo bajó el ritmo mientras me miraba fijamente, podía sentir como cada centímetro de polla entraba y salía de su cuerpo, el intruso echó una meada, uso el lavabo y se largo. Así que empezó a bombear rápidamente de nuevo…
-¿Te falta mucho cariño?
-Noo, ¿y a ti?
Me miro riéndose y me enseño dos dedos de su mano, joder con la tía, se había corrido dos veces y ni se había inmutado, una palabra me vino a la cabeza: “ninfómana”…
-Venga cielo, quiero que te corras, dame tu leche… Córrete dentro cielo, que no pasa nada, soy tuya, solo tuya…
Sus deseos fueron órdenes para mí, la agarré fuerte del culo y empecé a guiarla. Se acercaba el momento, sentí como me subía la leche y entonces me corrí dentro de ella, le llene el coño con mi esperma, nos estuvimos besando un rato y no se movió mientras mi polla aun palpitaba dentro de ella, entonces se levanto y cogió sus bragas del suelo, mientras yo me subía los pantalones…
-Ha estado bien ¿eh, cielo?
-Cojonudo nena, eres una bomba…
-Y solo son las cinco…
-¿Que quieres decir?
-¿A qué hora terminara la fiesta? ¿Las 2 o las 3 de la mañana?, tenemos mucho tiempo, jajaja…
-Eso desde luego…
Me besó, y volvimos a la sala, mi novia bailaba divertida con un grupo de invitados y se me acercó chispeante por el alcohol:
-¿Donde estabas que hace 20 minutos que no te veo?
-Salí a airearme un poco y me entretuve hablando con unos tíos de otra boda…
-Ven que lo estamos pasando de puta madre…
Y me fui tras ella, eufórico por el tremendo polvo que acababa de echar y sabiendo que aun me podía llevar alguna que otra alegría antes de que aquella fiesta terminara. Fue la mejor boda a la que he asistido.
Besos para todos.