Relato erótico
Lo compartimos “todo”
Era el aniversario de boda y le regaló a su mujer un viaje en verano a Ibiza. Reservaron una cabaña bungalow en un lugar paradisiaco. Cuando llegaron se encontraron con la sorpresa que no les constaba la reversa y no había alojamiento.
Juan Carlos – LUGO
Me llamo Juan Carlos, tengo 35 años, soy de Lugo y hace ocho años que estoy casado con una mujer muy hermosa. Ella, Belén, es rubia, de cabello a media espalda y muy lacio. Es delgada, pero con muy buenas curvas. Mide 1,60 m y pesa 50 kilos. Cintura estrecha, muy buenos pechos y buen culo, piernas torneadas y delgadas. Además es muy coqueta y elegante. Es una mujer que despierta el deseo en los hombres, de hecho somos muy liberales y ella ha estado con varios hombres después de casados, siempre en mi presencia y complacencia.
Nuestra vida sexual es muy buena, con períodos de más actividad y períodos de menos actividad. Pero siempre muy placenteros.
Ella adora el sexo anal, pero como es muy estrecha, siempre le duele un poco, por eso hay que ayudarla mucho para que su culo se dilate y acepte sin sufrir un buen rabo en el ano.
Aunque nuestro aniversario de boda es en el mes de Febrero, mi regalo de aniversario era para el verano. Mediante Internet alquilamos un bungalow cabaña en un hotel de Ibiza, pero cuando llegamos, nos encontramos que el bungalow que alquilamos, por un error administrativo, estaba alquilada también a otras personas. Fuimos a quejarnos a la administración, o para que nos entregaran la cabaña o para que nos asignaran otra. Pero otro problema, no quedaban más bungalow libres, aunque el administrador nos propuso una solución. Si los ocupantes del bungalow estaban de acuerdo, nos arreglaban la habitación que estaba libre y compartiríamos el bungalow con la ventaja que a todos nos salía más barato.
La administración citó a los ocupantes del bungalow y les planteó la situación. Para nuestra sorpresa se trataba de un grupo de estudiantes que habían pagado por adelantado quince días en el bungalow por lo que no quisieron compartir gastos, y nos invitaban a compartir sus vacaciones con todos los gastos pagados.
Nos instalamos en el dormitorio y como el calor era realmente grande me vestí únicamente con unos bermudas mientras que Belén se puso un mini tanga y nos encontramos con los chicos, que se la quedaron mirando embobados. Me di cuenta de que sus “paquetes” se hincharon como por arte de magia. Yo les pregunté si querían preparar comida o íbamos a comer a un local y como desearon salir fuera, nos vestimos un poco más y salimos a comer.
Bebimos mucha cerveza, y cuando llegamos al bungalow, seguimos bebiendo más. Belén estaba muy alegre y desinhibida, mientras que yo había bebido poco para estar alerta a lo que sucedía. En el bungalow nos pusimos más cómodos y los chicos, que eran 8, se quedaron en bañador. Eran tan ajustados que marcaba sus pollas semi erectas. Belén se quitó la ropa y quedó únicamente con el tanga. Los chicos eran todos muy grandotes, medían casi todos entre 1,80 y 2,00 m. Cuerpos cuidados y musculosos.
El tema de conversación fue variada hasta que mi mujer comentó que había un mito de que los negros la tenían muy gorda. Ellos se reían y decían que era porque no habían visto todo las pollas españolas. Entonces yo le pregunté en voz baja a Belén si les quería ver los rabos a los chicos. Ella me miró a los ojos y me preguntó:
– ¿No te importa?
Entonces les dije a los chicos que Belén no creía que ellos tuvieran más grandes las pollas que los negros que había visto en las películas. Ellos se pusieron de pie y se quitaron los trajes de baño, rodeándola con ocho pollas realmente descomunales. Ninguna medía menos de 20 cm.
Ella se quedó con la boca abierta mirando las enormes vergas mientras que sus pezones se endurecieron tanto que parecía que podían romper la tela de su bañador. Despacio me acerqué a ella y le desaté la parte de arriba del bikini haciendo que sus gordas tetas saltaran de lo excitada que estaba. La hice poner de pie y despacio le quité el tanga que al desaparecer nos mostró su coño totalmente depilado y mojado. Entonces les dije a los chicos que nos la íbamos a tirar todos, pero primero vamos a hacer que nos lo pida por favor y a lubricarle bien el culo.
Entre todos comenzamos a acariciarla por todos los lados. Los quejidos de ella eran morbosos y cada vez se mojaba más, mientras me decía:
-¡Quiero follar, quiero que me penetren todos… que pollas tan hermosas…!
Uno de los chicos comenzó a chuparle el culo y pronto lo tenía totalmente dilatado, de tal forma que alternaba la lengua primero con un dedo y luego le metía hasta tres dedos en el ano. En eso estaba mientras otro le chupaba el clítoris y en ese momento Belén tuvo su primer orgasmo que la hizo caer de rodillas temblando y gimiendo, pasándose la mano por el coño, que estaba totalmente mojado, y aprovechando sus propios flujos se lubricaba el culo haciendo que el chico que se lo había chupado se acostara de espaldas y así, lentamente y de espaldas a él se fue introduciendo 20 cm. de polla en el dilatado culo. Su cara era un poema, abría los ojos, los cerraba, abría la boca, arrugaba la frente, se quejaba, subía y bajaba hasta que la monstruosa polla estuvo totalmente dentro de ella, mientras se masturbaba con furia para soportar el dolor que seguramente estaba sintiendo.
Luego se acostó sobre el pecho del chico y levantó sus piernas invitando a alguno de los demás a que se la metieran en el coño. Ellos no se hicieron esperar y otra verga de casi 22 cm. se enterró con violencia en su coño, lo que le provocó un grito ahogado.
Los chicos se movían dentro de ella como verdaderos pistones, sacando casi por completo sus pollas para volver a meterlas.
Estaban es ese movimiento durante veinte minutos hasta que el chico que estaba encima la comenzó a follar con mucha fuerza y pegando un grito se corrió dentro de su coño, llenándolo de leche. Belén estaba en un estado epiléptico por como se contraía y se movía, se estaba corriendo como nunca la había visto en toda mi vida, cada 5 minutos tenía un orgasmo que duraba hasta que comenzaba el otro.
Apenas el muchacho que se había corrido salió de ella que otra gran polla entró y la penetró muy despacio y profundamente, esta vez durante más de media hora y cuando comenzó a correrse también se corrió el chico que estaba en su culo, metiéndole las dos pollas bien profundo hasta llenarla nuevamente de leche.
Yo, por mi parte, me estaba masturbando y cuando estaba para eyacular le puse mi verga en la boca, que ella acogió con deleite y permitió por primera vez que le llenase la boca de leche y se la tragaba toda. De su culo y su coño salían hilos de leche de macho. Otro chico se acostó en la alfombra mientras ella lo montaba y comenzaba a cabalgarlo. Otro se acercó por detrás y se la metió de golpe en el culo. Belén ni siquiera se quejó, solamente gimió mientras aceptaba la violencia de los dos dentro de ella. Ella estaba por correrse nuevamente y otro chico le metió su polla en la boca y ella, usando sus labios y sus manos, lo masturbaba hasta que su boca se infló por la descarga que recibía, lo que pudo lo tragó y lo que no corría por sus mejillas y caía a la alfombra. Belén comenzaba a correrse nuevamente y se movía hacia atrás y adelante como queriendo que se la metieran más profundo, provocando que los chicos le llenen nuevamente el culo y el coño de espesa leche. Cuando esos chicos salieron de ella, ella me miró y me dijo:
– Me faltan dos.
Sentando a uno en el gran sillón de la sala, se montó de espaldas a él metiéndosela de un solo golpe en el coño. Lo montó un rato mientras se la chupaba al chico que aún no se la había follado. Luego se recostó sobre el pecho del que estaba sentado y este le amasaba las tetas. Al poco, Belén guió al otro chico y le pidió que se la pusiera en su ya ocupado coño. El chico, con mucho esfuerzo, logró que entrase la cabeza, pero la enorme dimensión de las pollas y el grosor de las mismas hacía muy difícil la tarea. Belén le colocó las piernas en su cadera y lo empujó y él se dejó caer haciendo que toda la polla entrase junto a la otra. Belén gritaba, lloraba y babeaba, pidiendo que se la sacara, pero lo apretaba con las piernas. Entonces el chico que estaba encima se comenzó a mover, primero muy lento y luego muy fuerte hasta que su leche fue expulsada dentro del coño, casi en el mismo momento el otro chico le apretaba las tetas y le clavaba su polla bien profundo, corriéndose también dentro. Entonces Belén se tiró en la alfombra y me dijo:
– Quiero descansar un rato, después seguimos.
Los chicos estaban listos para follarla nuevamente, pero entendieron, se pusieron los bañadores y bajaron a la playa. Quedamos acostados mi mujer y yo pero ella me pidió que me la follara yo solo.
Me subí encima de ella y era tanta la dilatación que tenía y tanta la leche, que no sentía ningún roce, entonces me pidió que se la pusiera en el culo. Le levanté las piernas, se la metí con violencia y me la follé muy fuerte mientras ella se masturbaba. Nos corrimos casi juntos y quedamos abrazados. Luego nos dimos una ducha y nos vestimos para la noche. Cuando llegaron los chicos, nos saludaron, se ducharon, vistieron y salimos todos a cenar.
Al regreso estábamos todos ansiosos y Belén les dijo que mientras durasen las vacaciones, ella iba a ser la hembra de todos y que iba a hacer lo que nosotros quisiéramos, pero que fuera del bungalow era mi esposa y que dormir iba a dormir solo conmigo. Nos miró a todos y nos dijo que ahora lo íbamos a hacer con más calma y que íbamos a disfrutar todos mucho más. Nos dijo que nos sentásemos y de uno en uno comenzó a chuparnos las pollas hasta que le llenamos la boca de leche, y que ella tragaba lo que podía y lo que no lo desparramaba por sus tetas. Después de que todos estuvimos complacidos, comenzó a montarnos de uno en uno y nos fue follando hasta que cada uno nos corrimos en su coño y ella nos regalaba un orgasmo a cada uno. Pero el culo no se lo dejó tocar porque me dijo que lo tenía destrozado. Así pasamos quince días.
A veces la follábamos entre todos, otras veces la follaban en la cocina entre dos o tres y la jodían varias veces hasta que quedaban agotados. En ningún momento estando en el bungalow, pasábamos más de media hora sin que alguno la follara. Otras veces era ella la que se le tiraba por encima a un chico y lo montaba provocando una follada en cadena de todos los que estábamos en ese momento allí. Pero después de asearse y al acostarnos, me montaba y me follaba como una loca, sacándome dos y hasta tres polvos, lográndolos ella también.
El día antes de venirnos Belén quería hacer su última hazaña, quería saber si podía soportar dos de aquellas monstruosidades en el culo, para eso nos preparamos comprando una anestésico local para que si se lastimaba no le doliera demasiado. Ya a esta altura de las vacaciones, cualquiera de las pollas le entraba casi sin lubricar y sin sentir dolor. Esa tarde luego de una de las sesiones de sexo grupal, donde todos la follamos por el culo, procedí a aplicarle el anestésico y luego Belén se montó encima de uno de los chicos y el resto estábamos expectantes.
Otro chico procedió a lubricar su polla con mucha vaselina y muy despacio trató de forzar la entrada, pero era imposible. Entonces se me ocurrió una idea, que se la pusiera uno, se la sacara y se la pusiera el otro… Así lo hicieron durante un rato hasta que de repente los dos juntos lograron que las cabezas entrasen juntas en el culo de Belén. Todos quedamos sin respirar y entonces le pregunté si le dolía y ella me contestó:
– No, me gusta – se abrió más el culo con las manos y les gritó – ¡Empujad!
Los dos empujaron y lentamente las dos pollas se encontraban alojadas en el culo de Belén, que ahora estaba muy dilatado. Los chicos se movían pero la presión era tanta que se corrieron muy rápido. Cuando se la sacaron la leche corría por sus piernas. Pero inmediatamente dos más se alojaron en su culo sin darle tiempo a éste a contraerse. La follaban con mucha fuerza y Belén se corría entre gritos y alaridos de placer, pero se movía tanto que las pollas se salían y los chicos se las metían nuevamente hasta que eyacularon. De esa manera la follaron los ocho formando cuatro parejas. Yo, por mi parte, no paraba de filmar todo mientras era sodomizada de a dos. Luego me montó y se la metió igualmente en el culo, que yo noté muy dilatado y súper lubricado.
Ella sacaba mi polla de su culo y luego la metía dentro con una velocidad tremenda que me indicaba que se estaba corriendo mientras se masturbaba. Cuando me corrí y ella también, me la chupó hasta dejármela totalmente limpia. Pero como era el último día, los chicos no pararon de follarla de todas maneras durante todo el día.
Nos despedimos y quedamos que nos llamaríamos y podríamos volver a vernos. De momento no hemos llamado, pero no descartamos hacerlo.
Saludos y besos de los dos.