Relato erótico

Leche por un tubo

Charo
19 de marzo del 2018

Aquella tarde fue a ver a su amiga para tomar un café. Desde luego, algo tomó, aunque no fue exactamente café.

Lucía – ZARAGOZA
Hola, mi nombre es Lucía, tengo 55 años, y a pesar de mi edad, todavía hay algún jovencito que se queda mirando mi culo cuando salgo a pasear. Soy rubia de ojos claros, tengo una figura muy definida, bonitas piernas, senos grandes, aunque algo caídos, un buen culazo y ni que decir tiene que mi coño siempre está húmedo.
Estoy casada y llevo con mi marido toda la vida, llevamos 33 años de casados y nunca le puse los cuernos con un hombre, y digo con un hombre, porque hace cosa de dos años en una fiesta, fui al baño con mi amiga Tere y después de que ella orinara, cuando tocó mi turno y me bajé las bragas, se arrodilló y me chupó el coño como nunca lo había hecho nadie hasta la fecha, luego yo la imité y además de ser la primera vez, tengo que decir que me gustó y que me encantaría repetirlo, pero solo fue ese desliz y eso ya os lo contaré otro día así que voy a ir al grano.
Tengo una amiga que está casada por segunda vez con un africano llamado Fernando, este señor tiene 49 años y es más bien bajito y regordete.
Un día bajé a ver a mi amiga Pepita, que así se llama ella, y me la encontré delante de su casa justo cuando subía en su coche, y me dijo:
– Espérame, que voy a comprar tabaco al pueblo de al lado y vengo enseguida, espérame en la cocina. ¡Hasta ahora!
Nosotros vivimos en un pueblecito pequeño al lado de una gran ciudad que hay de todo tipo de comercios y de todo, y cualquier cosa que necesitamos, pues vamos hasta ella, que queda a unos 13 km y se llega rapidísimo, aunque en aquella época estaba la carretera en obras y por los cortes de tráfico te podían liar algún que otro minuto más. En fin, Pepita se fue a comprar y yo entré en su casa y me fui a la cocina. Hacía calor, cogí un vaso de agua y una revista y me senté frente a la mesa de la cocina a leer.
No había pasado 2 minutos desde que me senté, cuando se abrió la puerta de la cocina y apareció el negro, Fernando, con la polla en la mano diciendo:
– ¡Abre la boca Pepita, que te echo la cremita!
Al ver la cara de susto que puse yo, se metió detrás de la puerta y todo sonrojado y avergonzado me dijo:
– Siempre que vengo del trabajo me masturbo y le doy la leche a mi Pepita, que le encanta saborearla – y añadió – Perdóname, no sabía que estabas aquí, creí que era ella, es una irresponsable al no haberme avisado que se iba y que tú estabas aquí – cerró la puerta y se fue.
Cuando iba en dirección de su dormitorio me preguntó con voz alta:

KiaraMarie-148

– Lucía, ¿a ti te gusta la leche de macho?
Yo me quedé perpleja y no le respondí, entonces oí que se cerraba la puerta y la calma inundó la cocina de mis amigos de nuevo, y digo la cocina porque mi interior no estaba nada calmado. El negro tenía una verga de más de 30 cm, así como os lo digo, era un rabo de negro oscuro duro y tieso con un capullo enorme, y ¿como no me iba a gustar aquella polla y la leche? Me encanta tragar leche, mi marido se conforma con dármela de vez en cuando, menos mal que me masturbo todos los días, pero aún así reconozco que empecé a pensar en la leche del negro.
Me mojé en el acto y pensé en decirle algo, pero si venía Pepita y nos pillaba… Así que decidí irme de su casa y cuando estaba saliendo por la puerta, la cerré de nuevo y me fui as su habitación, llamé en la puerta y le dije al negro:
– Fernando, me voy que tengo prisa.
Al abrir la puerta vi que él llevaba un slip, pero la empalmadura que tenía todavía se le reflejaba, y me dijo:
– De acuerdo, yo esperaré a Pepita para darle todo esto – señalándome su bulto.
– No te preocupes, que no le diré nada – dije.
– Gracias, es mejor así – contestó él.
Yo mientras hablaba con él, no le quitaba la mirada del paquete negro que había visto hacía 5 minutos, y no dejaba de soñar con dicho pollón. El se dio cuenta y sin mediar palabra se bajó el calzoncillo, saltando la verga hacia fuera en todo su esplendor, y entonces me dijo:
– Sé que te gusta esto… y todavía no me dijiste si te gustaba la leche.
Yo, toda colorada por la situación, no sabía que decir, hasta que empezó a masturbarse delante de mí, entonces le dije, muy excitada:
– ¡Sí, me gusta mucho la leche, me encanta bebérmela toda, y me fascina tu rabo y la suerte que tiene Pepita con tener un rabo así para ella sola!
Entonces me dijo algo que todavía me puso más caliente de lo que estaba.
– Si quieres mi leche, te la doy ahora mismo, pero rápido que está a punto de llegar Pepita.
Y yo, que ya no estaba tan cortada, le dije que sí, que me la tragaba, entonces me dijo que me arrodillara y así lo hice, y añadió:
– Abre la boca – la abrí, me metió el capullo y me dijo – Chúpamela un poco antes de correrme.
Así lo hice, estaba deliciosa, era una polla enorme, pero entonces me mandó algo normal que también hice, me dijo:

KiaraMarie 238

– Desnúdate, que no quiero llenarte de leche toda esa ropa.
Así que me desnudé, me quedé solo con las bragas puestas y él, al verme desnuda, me cogió por el pelo, me besó en la boca y después me dijo:
– ¡Joder Lucía, que buena estás, quiero follarte!
A mí me apetecía, pero había algo que lo impedía, y es que mi menstruación estaba patente. Se lo dije, y él me dijo:
– Quiero verte desnuda al completo.
Yo estaba de pie y él se arrodilló, me bajó las bragas y estuvo durante un momento mirándome el coño, le dio dos besos, y me dijo:
– Ya te la meteré en otra ocasión, aunque no creas, antes de correrme me gustaría follarte. Date la vuelta, enséñame las nalgas.
Me di la vuelta, empezó a sobarme el culo y a besarme las nalgas hasta que me mandó apoyar contra una cómoda de la habitación, y entonces sentí lo inevitable, algo grande, largo y gordo, me estaba tocando el agujero del culo. Fernando me iba a dar por el culo y a pelo, solo me la habían metido una vez de joven, de soltera, mi marido nunca lo había hecho, y el negro me iba a encular aquella tarde, que apretaba el calor y el tiempo en contra.
– Esto sé que te gusta, puta – me dijo.

KiaraMarie 182

Yo callé y al momento ya me la había clavado. Me dolía mucho, pero tenía miedo a que alguien nos oyera, y me callé aunque lloré de dolor. Me estuvo follando el culo poco tiempo, aunque creí que me traspasaba, hasta que viendo que se acercaba la hora de la llegada de su esposa, me la sacó del culo y me dijo:
– ¡Arrodíllate y abre la boca, zorra, que ya te follaré el coño y el culo otro día!
Yo le obedecí, abrí la boca y él volvió a metérmela y me ordenó que se la chupara, que la dejara bien limpia, sabía a mi culo pero me daba igual, ya me había convertido en una cerda, y mientras él se hacia la paja para correrse, yo le chupaba los cojones, negros y velludos como nunca había visto ni en las revistas, pero estaban deliciosos. De pronto, él se arqueó y me ordenó que le chupara el culo, así que mi lengua iba desde los huevos al ano. Cuando estuvo a punto me dijo:
– ¡Abre la boca, y traga toda mi leche!
Así lo hice, abrí la boca y él, después de dar un suspiro de emoción, empezó a correrse con gran cantidad de lefa que casi me ahoga, pero me la tragué toda, toda, y cuando terminó le limpié el capullo y casi a carreras me puse las bragas, sujetador y me vestí, me lavé en el baño y cuando llegué a la cocina Pepita estaba aparcando el coche. ¡Por que poco!
Llegó y al verme me dijo que la perdonara, que la habían parado por las obras, y yo le dije que no pasaba nada, pero en el fondo estaba deseando que acabara el tabaco para que fuera a comprar otra vez.
Otro día os contaré como el negro vino a joderme a casa un día que estaba sola, y ese día sí que lo disfruté. Aquel día me llenó el coño de leche, el culo y la boca, porque por supuesto, cuando follas con un rabo así, tienes que hacerlo a pelo, oportunidades de esas no tienes muchas en la vida, así que hay que aprovecharlas.
Ya os lo contaré en otro relato como me la metió por el culo hasta los huevos.
Besos muy fuertes.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies.

Aceptar

ACEPTAR
Aviso de cookies


"ver revista clima""relato clima""relatos eroticos revista clima""come culos""relatos porno españa""fotos revista clima""relatos de intercambio"relatos/eroticos"relatos adultos""revista xxx""revista climas""relatos eroticos de maduras""relatos sexo maduras""relatos eroticos hablados""relatos eroticos españoles""relatos eroticos clima""madura gozando""revists clima""relatos pornos gratis""relatos eroticos dominacion""sexo bestial""relato erotico playa nudista""relato clima"relatos:eroticos"relatos de casadas infieles""relatos de la revista clima""porno historias""ver revista clima""revista erotica"relatos/eroticos"clima contactos""climas revista""revista clima es""madura guarra""relatos no consentidos""relaos eroticos""corrida bestial""relatos por no""super tetona""eroticos profesionales""mamada impresionante""relatos parejas""relatos gordas""relatos eroticos playa""relatos eroticos clima""relato porn""revista clima relatos""textos eróticos""relatoa eroticos""follada por todos los agujeros""la revista clima""relatos tetonas españa"relatoeroticos"relatos eroticos incesto""anal interracial""sexo anal brutal"relatoseroticoswww.revistaclima.com"relatos tetonas españa""relato eroticos""pornochacha barcelona""fotos revista clima"www.revistaclima.comrevistaclima.com"fotos revista clima""relatos erocticos""liz raimbow""fotos revista clima"folllar"revista clima com""rebista clima""relatos eroticos lib""revista clim"www.revistaclima.com"relatos eròtics""revista clima relatos""relatos wroticos""relattos eroticos""rebista clima""revista porno clima""relatos sexo con maduros""relato clima""trelatos eroticos""relatos bisex""relatos porno maduras"