Relato erótico
Jóvenes, bellos y potentes
Ha querido contarnos como termino el primer encuentro que tuvo con dos chicos más jóvenes que ella. Pasó unos días de locura y promete volver a contarnos sus próximas folladas.
Eugenia – MÁLAGA
Hola Charo, ya os conté en otro relato como me “enrollé” con el hijo de una amiga de la infancia que fue a pasar una temporada a mi casa. Marcos, que así se llama el chico, no se conformo en follarme solo él, sino que “incluyo” en nuestras sesiones a un amigo suyo, negro y muy bien dotado.
Dejé mi relato cuando le dije a Alexis, el amigo de Marcos, que se sentara, me senté encima y pedí que me penetrara otra vez. Él me decía que era una puta, que quería que le pidiera que me follara y al verme en el espejo, mi excitación salió de control al ver mi piel blanca con esas medias y la verga de color de Alexis me excitó mucho, no había sentido esa excitación antes y le dije a Marcos que quería que se corriera en mi boca empezando al instante a sentir su verga dentro de mi boca. Alexis se corrió dentro de mí y Marcos también, pero yo no quería que pararan porque me quería correr otra vez así que seguí moviéndome hasta que logré el orgasmo.
Al rato me levanté y le dije que me iba a dar una ducha rápida, ya que había sudado mucho y mientras les pedí que me sirvieran más vino. Al salir me quedé en bata y ellos estaban sentados en la sala y al preguntarles que si les había gustado ambos me dijeron que sí, y Alexis me recodó me tenían un regalo. Me enseñaron un par de medias negras que querían que me pusiera, a lo cual accedí. Me las puse delante de ellos y al verme se excitaron nuevamente y los dos me empezaron a besar y acariciar.
– ¿Es que queréis seguir follándome? – les dije.
Resoplando me dijeron que sí. Yo estaba más que excitada y como ellos tenían sus vergas muy erectas, le pedí a Marcos que sacara un lubricante de mi bolsa, me coloqué de rodillas en el sillón y mostrando mis nalgas y abriendo las piernas, le dije a Alexis:
– Venga, empieza a besarme los glúteos y mete tu lengua en medio de ellos.
Empezó a hacerlo con una gran excitación, repitiéndole yo que tratara de meterme la lengua en mi ano. Yo estaba que me corría empecé a gritar. Eso les fascinaba. Marcos se puso frente de mí, me dijo que si quería mamarle otra vez la verga y lo empecé hacer. Estábamos los tres muy calientes y entonces le dije a Marcos:
– ¿Quieres follarme por el culo?
Con cara de alegría me dijo que sí, Alexis dejó de meterme la lengua en mi ano, le pedí a Marcos que se pusiera el lubricante en su polla y que empezara a penetrarme. A los pocos segundos me la empezó a meter poco a poco. Yo sentía gran placer ya que hacía tiempo no me habían jodido por el culo. El chico se empezó a mover muy rápido pero yo le pedía, gritando de placer, que lo hiciera de forma lenta. Entonces Alexis se colocó frente a mí y metió su verga en mi boca. Marcos empezaba también a quejarse de placer y entonces Alexis me dijo:
– ¿Podemos cambiarnos?
Le dije que si y de esa forma Alexis se puso lubricante en su pollón y empezó a metérmelo en mi ya dilatado ano. Marcos se sentó a mi lado pero yo me agaché ya que quería que su verga estuviera en mi boca. Al rato les pregunté que si querían correrse o que si podían esperar ya que les dije que los quería a los dos dentro de mi y que quería tener un orgasmo junto con ellos. Eso los excitó, Alexis salió de mí, yo me senté sobre las piernas de Marcos y me coloqué su verga en mi coño, metiéndomela hasta el fondo y a Alexis le dije que me la metiera de nuevo por el culo.
Al sentir los dos miembros dentro de mi di una gran grito de placer, ellos empezaron a resoplar pero les dije que se movieran despacio, que lo disfrutaran como lo estaba haciendo yo, pero a esa edad la hormona es más fuerte y empezaron a moverse rápido, haciendo que yo empezara a sentir, aparte de un gran placer, una sensación extraña, una excitación con una gran ansiedad de terminar. Entonces les dije que se corrieran, que quería que me llenaran de semen, y esto hizo que empezaran a eyacular los dos y como resultado acabé teniendo yo también mi orgasmo. Nos quedamos quietos por un momento y cuando salió Alexis de mi y yo me levanté de las piernas de Marcos, sentí como escurría el semen de mi culo. Con mano temblorosa, tomé más vino porque tenía un calor infernal.
Lo que más me causó extrañeza es que, a pesar de que había tenido mi orgasmo, quería seguir teniendo sexo, seguía excitada, estaba empezando a sentir cansancio, pero no quería dejar de sentir placer y de dejar de follar. Marcos e Alexis estaban bañados en sudor. Marcos me abrazó y me dijo:
– Es increíble, aún no me puedo creer que estoy teniendo una experiencia tan bonita y con una mujer tan guapa y que está tan buena.
Alexis, que no quiso ser menos, se arrodilló frente a mí, me dijo que había sido fantástico y me dio una rosa, cosa que me gustó mucho. Me dijo que le traía escondida en su bolsa y que era un detalle que me quería regalar. A mí me encantó. Confieso que me sentí halagada.
Los dos y fueron al baño y cuando regresaron se sentaron frente a mí sobándose sus vergas y diciéndome que querían más, querían volverlo a hacer. Yo les tomé sus manos y las puse sobre mis piernas ya que yo también quería que siguiéramos.
– Por mi no habrá problema – les dije.
Empezaron a decirme cosas obscenas otra vez, me dijeron que querían follarme los dos, que querían llenarme de esperma el chocho y el culo. Me excité inmediatamente y les dije:
– Sí, quiero que me volváis a follarme los dos.
Ahora Alexis se sentó y yo encima de él que me metió su verga de un solo golpe en el coño, y luego le dije a Marcos que me la metiera por el culo. Me sentí llena otra vez pero también empecé a notar que el vino me empezaba a marear.
Y es que sin darme cuanta me había tomado toda la botella yo sola y no había tomado alimento. Pero además del mareo sentía de nuevo esa sensación extraña, que repito que era de placer pero con ganas de follar más y de tener muchos más orgasmos.
Mientras yo gritaba de placer, ellos se movían rápido, diciéndome Alexis al oído que quería eyacular dentro de mí, y que quería follarme más veces. Esto hizo que me calentara más y que esa sensación extraña aumentara.
– Podéis follarme – les dije – y hacerme lo que queráis.
Ellos seguían moviéndose hasta que primero empezó a eyacular Alexis, y al terminar dejó de moverse, pero Marcos seguía metiéndomela por el culo, continuaba moviéndose más rápido hasta que también se corrió.
Después de que terminamos, nos quedamos sentados los tres en el sillón un hasta que me levanté y fui al baño a asearme otra vez. Al regresar me pidieron que si podía ponerme otra vez los ligeros blanco y la media blancas. Acepté y así lo hice. Marcos se metió en el baño per Alexis se quedó sentado, yo la verdad quería seguir fornicando. Estaba más cansada pero no me importaba, me senté al lado de Alexis y le empecé a sobar la verga a besándonos hasta que le dije le dije al oído que me follara él solo. Su verga empezó a enderezarse, me mamó los senos hasta que me acosté sobre la alfombra boca arriba y le dije que me la metiera.
Al penetrarme, se empezó a mover rápido y yo también. Yo estaba otra vez muy excitada y le pregunté que si quería hacer algo en especial, contestándome que quería metérmela por el culo. Entonces me giré y me puse en posición, recargando mi pecho sobre el suelo y ofreciéndole mis nalgas. El metió su verga dentro de mi ano y yo lo disfrutaba mucho al igual que él. Miré al espejo y otra vez vi esa imagen de mi negro follándome. Pero así estábamos cuando apareció Marcos y al ver lo que estábamos haciendo, le pidió a Alexis que si le cedía su lugar, este se salió de mi culo y Marcos empezó a metérmela por el ano, sin que a mi me importara, pues yo lo que quería era que me follaran.
Aunque el vino ya empezaba a hacer más su efecto y me empezaba a sentir un poco ebria, cuando me dijeron que querían follarme de nuevo los dos, yo acepté repitiéndoles:
– Podéis hacerme lo que queráis o lo que se os ocurra.
Entonces Alexis me pidió que me sentara sobre de él y que me metiera su verga en el coño y así lo hice. Marcos me la metió por el culo y otra vez estábamos los tres unidos. Se movían despacio y yo otra vez empecé a sentir placer y les pedía que me lo metieran más.
Al rato pararon y cambiaron de posición para seguir jodiéndome. Yo estaba dispuesta a complacerlos en todo pero cuando les pedía que se corrieran, que quería sentir su semen, se detuvieron y Marcos me dijo que si quería su semen que se los suplicara y yo empecé a gritarles:
– ¡Quiero que me llenéis de semen, quiero que me folléis todo lo que vosotros queráis… soy vuestra puta y podéis hacer de mí lo que os de la gana!
Entonces Alexis empezó a eyacular dentro de mí, pero como Marcos todavía quería seguir, se apartó, Marcos me pidió que me diera la vuelta quedando boca abajo y me metió la verga en el chocho, continuando con la follada hasta que me llenó de leche. Pero yo no había podido tener otro orgasmo y quería más, pero ellos me dijeron que me esperara, a lo cual tuve que acceder, aunque les pedía a ambos que me metieran sus dedos en el coño y que cada uno de ellos me mamara los pechos. Así lo hicieron y como yo les suplicaba que no pararan hasta que me hicieran correr, lo hicieron hasta que tuve el orgasmo deseado. Estaba satisfecha, cansada y un poco más ebria.
Me fui al baño y me metí en la bañera. La verdad es que estaba contenta, pero aún caliente, como se la de los dieciocho años fuera yo. También estaba cansada, por lo que decidí sentarme en la bañera para poder descansar. Estaba en reposo y ellos me hablaban desde la sala preguntándome si estaba contenta y les decía que sí. Después de un rato oí que se acercaban al baño, ambos tenían su verga erecta y me dijeron que estaban listas para seguir follándome. Me levanté y me sequé el cuerpo, y Marcos me dijo que querían follarme en la cama, lo cual acepté, pero les dije que trajeran a esa habitación la cámara de video, ya que no quería dejar de grabar nada. Lo hicieron apresuradamente y entonces Marcos me dijo que querían que les mamara la verga a ambos, me hicieron poner de rodillas y yo les empecé a mamar a cada uno sus penes.
De pronto me dijeron que querían que me metiera las dos vergas en la boca, lo cual me sorprendió de momento pero me excitó la idea. Juntaron sus vergas y empecé a introducírmelas en la boca mientras ellos comenzaron a decirme otra vez cosas obscenas. Me decían que era una excelente puta, que mamaba muy bien y como yo empecé a gemirles más les gusto.
Cuando me dijeron que querían follarme de forma dura yo les volví a decir que me hicieran lo que quisieran. Entonces me levantaron y me acostaron Marcos me tomo de los brazos con fuerza… pero lo que sigue ya lo contaré en una nueva carta.
Besos y hasta muy pronto.