Fui a pescar y pesqué

Quería relajarse un poco y se fue a la playa a pescar. Escogió una cala pequeña donde normalmente no había gente, pero aquel día había un hombre. Hablaron, le dijo que esperaba a su mujer. Pescar no pescó, pero fue un día “especial”.

Jorge – Barcelona
Quiero contaros lo que me ocurrió este verano. Soy Jorge 1,70 de estatura y según dicen mis amigas soy atractivo y estoy bien dotado.
Un día decidí tomar un receso en el trabajo e ir de pesca, y suelo ir a un sitio alejado de la gente y del bullicio, porque me encanta relajarme con el ruido del mar y demás. Eran como las 11 de la mañana, pegaba un sol de muerte pero cuando llegué allí tuve la sorpresa de ver a un hombre de unos 35 a 40 años, calculé yo.
Al pasar por su lado lo saludé y me puse a arreglar las cosas que llevaba para pasar el día y ya habiendo hecho eso me puse a leer un periódico que había llevado, cuando de repente se me acercó aquel hombre y me preguntó cómo me iba con la pesca y le contesté que solo lo hacia por distracción y relajación ya que así me desconectaba de todo.
Empezamos a hablar de deportes y de otras cosas y de pronto le invité a una cerveza, él la aceptó y seguimos con la charla hasta que él me preguntó que si tenía pareja y le dije que sí. Entonces y yo le devolví la pregunta y me respondió que también y que estaba a punto de llegar.
Seguimos la charla sobre otras cosas, pero el sol apretaba muchísimo y me dijo que se iba ha dar un baño invitándome a que lo acompañara y acepté. Entonces él me preguntó que si alguna vez me había bañado desnudo, le dije que sí y él me dijo que él siempre lo hacía y que por eso acudía allí. Efectivamente se quitó el bañador y se metió en el agua por lo que pude intuir que era una de esos tíos liberales y sin complicaciones Yo también me metí en el agua y al rato el tío me preguntó si me molestaba que estuviera así, desnudo, y le dije que no y entonces sonó su móvil y salió del agua notando yo que estaba un poco excitado por el tamaño de su polla ya que cuando entramos al agua no estaba así.
Cuando volvió me dijo que era su mujer que lo había llamado para saber donde estaba y él le dijo que en el lugar de siempre y que por favor trajera una cervezas y algo para picar. Al llegar ella, sobre las dos y media de la tarde, lo primero que hizo él fue presentarme y decirle lo mucho que habíamos hablado, que nos habíamos dado un chapuzón y que el agua estaba buenísima. Ella, de nombre Rosana, es una mujer de unos 40 años pero con todo bien puesto y con una cabellera rizada, pero lo que más me impresionó fue su cara, pues era muy pero muy guapa. Ella notó que me quedaba mirándola chorreando babas y de repente me preguntó:
– Jorge ¿es verdad que el agua está buenísima?
– Sí – fue mi respuesta y añadí – pero no más que tú.
Cuando dije eso creí que Manuel se enfadaría, pero no fue así pues de lo contrario los dos soltaron una risa cachonda y ella me dijo:
– Muchas gracias por el cumplido y siendo así me daré un chapuzón y vendré para picar algo que he traído.

Cual fue mi sorpresa al ver que Rosana, con toda naturalidad, se fue despojando de toda su ropa delante de mí y se fue a bañar completamente desnuda. Manuel dirigió la mirada hacia mí y me preguntó que si había algún problema y al decirle yo que no, que para nada, él, que aún estaba desnudo, se fue con ella. Yo me fui a mi silla y desde allí los observaba hablar y por momentos reían. Pasaron unos 15 minutos y salieron abrazados. Yo los miré y confirmé que ella estaba buenísima.
De repente Manuel me llamó y me dijo que Rosana había traído bocadillos para los tres, que por favor los acompañara. Entonces acerqué mi silla hacia donde estaban ellos cuando ella colocaba los bocadillos en una toalla y sacaba unas frutas y unas cervezas. De pronto Manuel me dijo que ya que ellos estaban desnudos delante de mí, si yo quería me podía quitar el bañador sin ningún problema. Entonces ella me miró y dijo:
– Por mi no hay ningún problema.
Entonces yo accedí, pero juro que era la primera vez que estaba así delante de la gente y no pude contener mi excitación. A la legua se podía ver lo excitado que estaba, pero Manuel me dijo no había problema, que me tranquilizara y actuara con normalidad. Así lo hice y nos pusimos a comer los bocadillos y a hablar de cosas como fútbol, cine, comicidad, etc. cuando, de pronto, miré a Rosana y vi que me estaba mirándome la polla pero cual fue mi sorpresa que ella, en lugar de desviar la mirada, me dijo:
– ¡Vaya como la tienes!
– Pues niña, eres tú la que hace que la tenga así – dijo Manuel.
– Pues es verdad – dije yo ya con más confianza.
Soltaron una carcajada como si fuese algo normal para ellos, entonces Rosana dijo que se iba a echar un ratito y Manuel sacó una toalla muy grande de su maletín y se dirigieron a donde había una sombra para escapar del sol, tendieron la toalla y se echaron los dos allí. Yo me quedé en mi silla escuchando la radio hasta que, como a los 10 minutos, Rosana se acercó donde teníamos las cosas a coger una cartera y me dijo que si quería había sitio en la toalla para mi también. Entonces le pregunté qué opinaba Manuel y ella me dijo que eso se lo había sugerido él.
Me sorprendió, pero me dirigí allí cuando llegué ella le estaba haciendo una comida de polla que dejó asombrado de como lo hacía. Manuel, me miró y me dijo que si me gustaba como lo hacia y al decirle yo que sí, ella me cogió la mano y empezó a mamarme la polla como nunca nadie me lo había hecho. Mi polla mide unos 19 cm pero en ese momento que ella estaba allí pegada, me parecía que midiera mucho más.

Lo único que le dije a Rosana era lo bien que lo hacia y la repuesta de ella fue que esperara, que lo mejor estaba por llegar y así fue. Cuando me puse más cómodo ella se puso de rodillas y siguió chupando mientras Manuel le estaba comiendo el coño y ella no dejaba de gemir gozando con mi polla en su boca y de pronto empezó a acariciarme el culo con un dedo. Juro que nunca me habían hecho eso pero mi cuerpo lo aceptó como si me gustara, cerré lo ojos y me dejé llevar por ella que empezó a besarme por todas partes y a acariciarme.
Era una experta, pero estaba en eso cuando de repente sentí que Manuel cogía mi polla y se la llevaba a la boca al mismo tiempo que ella me ponía su coño en mi boca y me preguntaba que si me gustaba lo que me estaban haciendo. Yo le dije que sí.
De pronto Manuel soltó mi polla, cogió la cartera de ella y sacó de allí unos preservativos y un lubricante. Me pasó uno y él cogió otro y me dijo que prefería, si coño o culo. Yo le dije que me daba igual, que sabía que lo iba a pasar igual de bien. Entonces me dijo él que me dejaba el coño, pero que ya probaría el culo también. Efectivamente, ella se echó encima de mí y cabalgándome me besaba y hacía que le chupara las tetas hasta que, de repente, ella empezó a gritar como una loca diciendo que se estaba corriendo. En ese momento Manuel se puso por detrás y se la clavó en el culo diciéndole que si eso era lo que quería y ella le decía que sí, pero que por favor le diera más duro.
La tía era una ninfómana, pero de repente Manuel se la sacó del culo y ella me dijo que si yo quería darle por el culo a cambio tenía que comerle la polla a Manuel. No me pude resistir a la tentación de ese culo y a la experiencia nueva de chupar una polla, así que me puse a chuparle la polla a Manuel mientras ella chupaba la mía.
Al cabo de un rato ella me dijo que me lo había ganado y que podía follarle el culo. Yo le dije que se pusiera a cuatro patas y de un solo golpe se la metí hasta el fondo, ella pegó un chillido, pero Manuel me dijo que le diera más duro, que le excitaba mucho cuando chillaba. Así estábamos cuando de repente empezó ha decir que se corría gritando como una loca. Eso me excitó tanto que mi leche empezó a salir y con rapidez se la saqué, me saqué el preservativo y le llené la espalda con mi crema que jamás pensé que uno pudiera tirar tanta leche. Al momento Manuel empezó a correrse en su boca. Ella le limpió la polla a su marido y luego lo hizo con la mía y diciéndome lo bien que lo había pasado, pero que jamás le habían metido una polla por el culo de un solo golpe, pero que le había gustado.

Así pasó la tarde, nos bañamos los tres junto desnudos y luego volvimos a la faena pasándolo de nuevo de maravilla. Desde hace dos semanas hemos tenido buenos encuentros entre los tres pero siempre con mucho respeto y con el lema de practicar el sexo de todas las formas.
Saludos y ya contaré los nuevos encuentros con ellos.