Relato erótico
Final con sorpresa
Su amiga, con derecho a roce, lo llamo para que acudiera a casa de una amiga suya a tomar unas copas. Como ellas llevaban un rato bebiendo necesitaba que la llevara a casa. Exactamente no fue eso lo que ocurrió.
Joan – Barcelona
Hola amigos de Clima, deseo compartir con vosotros algo que me sucedió hace dos meses. Los protagonistas de ello fuimos yo mismo, Joan, y el de ellas, pues eran dos, Pilar y Teresa, y ahora hago una breve descripción de nosotros y de la relación que mantenemos. Los tres somos profesionales, estamos sobre los 30, yo soy de características normales, 1,75 m y dicen que soy atractivo para las mujeres. Las dos chicas con las que viví esta experiencia se caracterizan por tener atractivos cuerpos, especialmente culo. Pilar es viuda, tiene un buen par de tetas y un culo digno de admirar, y pelo castaño, Teresa es soltera tiene un buen culo, tetas normales, y una carita de ángel que parece que no es capaz de decir una mala palabra, por cierto se viste muy sexy, y es rubia.
Mi relación con Pilar es de amigos, nos conocemos desde cuando éramos solteros, aunque mantenemos relaciones sexuales sin compromiso. Teresa es amiga de Pilar desde la infancia, pero comparte un piso con otras dos chicas. A Teresa, de lo que conozco por conversaciones de Pilar, le agrada el sexo anal y es muy expresiva cuando hace el amor, situación que me ha provocado que en algunas ocasiones me imagine a Teresa teniendo un orgasmo con esa carita de ángel.
La historia se inició un viernes por la noche. Yo había llegado muy cansado del trabajo y me disponía a descansar, pero alrededor de las 10 de la noche me llamó Pilar para comentarme que ese día se había encontrado con Teresa y que decidieron ir a casa de esta para conversar y habían abierto una botella de coñac. Pilar me pidió que por favor la recogiera, ya que no quería conducir bebida. Al llegar me encontré que estaban los novios de las otras dos chicas, me ofrecieron una copa, había un buen ambiente, estábamos conversando y riendo.
Aproximadamente a las 12 de la noche, se fueron las dos chicas con sus novios porque se tenían que reunir con unos amigos, y cuando ya me disponía a salir con Pilar, Teresa nos pidió que nos quedáramos a dormir allí puesto que sus compañeras no iban a regresar ya que iban a dormir fuera con sus novios. Teresa insistió y como Pilar quería seguir conversando y bebiendo, yo accedí, ya que no tenía ningún otro compromiso.
Después de una hora más de seguir bebiendo y charlando, Teresa nos indicó la habitación que tenía dos camas para nosotros, la habitación de las amigas, y allí seguimos conversando y bebiendo. Teresa se dio cuenta de que Pilar y yo empezábamos a acariciarnos, se rió y nos dijo que tuviésemos un poco de calma, que en un momento nos dejaba solos para que continuásemos. Teresa estaba sentada en la otra cama, Pilar apoyada en mí, y yo dentro de las sábanas abrazando a Pilar. Las dos seguían vestidas hasta que Pilar le pidió a Teresa que le prestase una camiseta para dormir, ella le trajo una, Pilar se levantó y se cambió delante de los dos, dejándome ver su hermoso culo y el tanga negro que se le metía por el culo. Yo le di una palmada y ella me respondió con un beso.
Entonces Teresa nos dijo que se iba a dormir a la otra habitación, pero Pilar le insistió que se quedase dormir en la otra cama ya que quería seguir conversando, y como las dos estaban muy alegres, riéndose, dijo que bueno y se fue cambiar. Durante este ratito aproveché que estaba solo con Pilar y la comencé a besar, acariciándole el culo y ella, por el efecto del alcohol, perdió la noción de que estábamos en casa de Teresa y comenzó a hacerme una buena mamada mientras yo le acariciaba las tetas, cerré los ojos ya que Pilar se metió un poco de hielo del vaso en la boca y me estaba mamando así. Es una sensación indescriptible sentir una boca caliente mientras simultáneamente te pasan un pedazo de hielo por los testículos, pero en el momento en que abrí los ojos vi a Teresa sentada en la otra cama arrimada a la pared mirándonos. Le dije a Pilar que parase ya que Teresa estaba en la cama de al lado, Pilar paró, se quedaron mirando las dos y se rieron.
Mientras tanto yo seguía completamente excitado pensando en la cara de golosa que tenía Teresa cuando nos estaba viendo y decidí arriesgarme y comencé a acariciar las tetas de Pilar por debajo de la camiseta con movimientos suaves pero muy notorios, le pellizcaba los pezones y estrujaba suavemente sus tetas, y Pilar me miraba y me besaba, pero cada vez sus besos se fueron haciendo más apasionados hasta que decidí acostarla de lado pero frente a Teresa, es decir yo estaba detrás de ella restregando mi paquete en su culo, luego le cogí la mano y la dirigí a mi paquete, que estaba súper duro por toda la situación que estábamos viviendo.
Pilar me masturbaba muy suavemente, hasta que me moví y me puse en tal posición que Teresa me pudiera ver desde la otra cama sin complicaciones, hasta el punto que no aguanté más hice a un lado el tanga de Pilar y le fui metiendo mi polla desde atrás mientras ella seguía frente a Teresa, pero cerró los ojos y se le cortó la respiración mientras se la metía poco a poco, simulando que Teresa no se daba cuenta de nada. En ese instante Teresa apagó la luz, dijo que era hora de dormir, se metió en su cama, se puso boca abajo, se tapó con las sábanas y yo, en ese momento, con lo excitado que estaba me puse sobre Pilar y le comencé a bombear con fuerza provocando que ella gimiera y la cama sonara, con la intención de que Teresa se excitase oyéndonos. Por lo excitante de la situación yo estaba al borde del orgasmo, pero no quería correrme ya que mi intención era estar listo por si Teresa se nos uniera. En ese instante Pilar tuvo un profundo orgasmo y decidí darle por el culo pero ella me dijo:
– No mi amor hoy no, a Teresa le encanta por el culo.
Teresa oyó eso y solo dijo:
– A mí no me molestéis, yo estoy durmiendo.
Nos reímos los tres, pero yo aún no había terminado y seguía con mi verga en todo su esplendor y más aún sabiendo que las cosas se estaban poniendo en dirección de formar un trío. Entonces me atreví y le dije a Teresa, que viniera a nuestra cama y ella aceptó en silencio. Al rato entraba con uno de mis dedos en su sexo sin dificultad, al punto que metí tres dedos de una sola vez, sin tener que ir poco a poco, y con sus mismos jugos comencé a jugar en la zona del ano introduciendo un dedo.
Ella, al notar esto, abrió más las piernas y sacó más su culo, mientras yo, con la otra mano, acariciaba sus tetas, de pezones bien erguidos y de un tono rosado que apetecía no solo chuparlos sino morderlos, masticarlos. Al final no resistí más y me puse sobre ella, pero Teresa sin decir ninguna palabra, se puso a cuatro patas, cogió mi verga y se la comenzó a pasar por la entrada de su coño dándome a entender que se la meta primero por allí, mientras ella mismo se acariciaba el culo.
Yo se la estaba metiendo suave, pero profundamente disfrutando de este momento pues sabía que posiblemente esto no se volvería a repetir y quería disfrutar al máximo. Teresa seguía dilatándose el culo, viendo como ella misma se metía dos dedos por su ano. Después de un rato de seguir bombeándola por el chocho mientras ella se metía dos dedos por el culo, sacó mi verga de su coño y ella misma se la colocó a la entrada de su culo. Yo fui presionando poco a poco hasta que logré metérsela toda, y en ese instante me quedé sin moverme hasta que el culo de Teresa se acostumbró a su nuevo intruso, y fue ella quien fue tomando el ritmo hasta llegar a un movimiento en el cual nuestros cuerpos sonaban en cada empujón que le daba hasta el fondo. Teresa gemía cada vez mas fuerte y mordía la almohada, yo le acariciaba las tetas y su clítoris, sintiendo como por mi mano corría un torrente de su néctar. Los dos acabamos en un solo orgasmo, expulsando yo toda mi excitación en un torrente interminable de semen, pero no me quise salir de Teresa, quería disfrutar de su culo hasta el último momento, y me quedé acostado sobre su espalda.
En ese momento busqué a Pilar y vi que ella se había colocado detrás de nosotros para tener una mejor visión y perspectiva del sexo anal que acababa de realizar con Teresa. Pilar me besó apasionadamente y le dio un beso en la espalda a Teresa y una palmada en su culo. Con Pilar regresamos a nuestra cama e hicimos el amor nuevamente, sabiendo que hacía poco acababa de hacer el amor con su amiga de la infancia. Pilar estaba totalmente mojada y cuando la acariciaba podía sentir que tenía incluso sus muslos mojados por lo que intuí que ella se había masturbado mientras yo enculaba a Teresa.
Pilar estaba sobre mí y se movía desenfrenadamente como queriendo sentirme muy adentro, pero me pidió que cuando estuviera por correrme la avisara ya que ella deseaba que eyaculara en sus tetas y ombligo, lo cual hice mientras ella se refregaba todo mi semen por su cuerpo.
Al siguiente día me desperté solo en la habitación, ya que Pilar y Teresa estaban en la cocina preparando el desayuno, tome un baño pensando en lo sucedido esa noche y cual sería la reacción de los tres al vernos. Al salir me llamaron para desayunar, pero nadie habló sobre lo sucedido, conversando sobre otros temas.
Al momento de despedirnos Teresa me dio un beso en la boca y nos quedamos mirando directamente a los ojos por un largo rato sin decir palabra, sonreímos, me acarició la cara e hizo que girase mi cara hacia Pilar, que estaba al lado de nosotros, e hizo que nos besáramos.
Con Teresa hasta hoy día no hemos hablado de lo sucedido y seguimos siendo buenos amigos, pero con Pilar seguimos siendo amigos con derecho tratando de cumplir nuestras fantasías.
Saludos a todos los lectores.