Era una zorra y no lo sabia

Su primo vivía en Estocolmo desde hacía varios años y siempre la invitaba a ir a pasar las vacaciones con él. Aquel año ahorró y por fin visito aquel maravilloso país. Lo que nunca se hubiera imaginado es lo que hizo allí.

Rebeca – Alicante
Hacía tiempo que uno de mis primos, que vivía en Estocolmo, me invitaba con insistencia a ir a esta bella ciudad nórdica para pasar el mes de vacaciones que todos los años disfruto en la empresa donde trabajo. Yo tenía muchas ganas de aceptar su invitación pero me asustaba el costo del viaje hasta que, al final me dije que un día tenía que ir a conocer aquel país como fuera, así que ahorré y fui.
Llegué al aeropuerto y fui recibida por mi primo con un abrazo y un beso tremendo. La verdad es que mi primo siempre me ha gustado mucho y sobre todo desde aquel día que lo espié y descubrí que tenía una tranca espantosamente enorme, con una cabeza monumental, que me hubiera dejado abierta la boca y, ¿por qué no decirlo?, abierta de piernas, muchas veces soñé haciéndomelo con él. Por el camino le comenté que me había salido carísimo el viaje, que equivalía a casi seis meses de trabajo y él me dijo sonriendo:
– ¿Qué te parece si repones ese dinero?
– ¿Cómo? – pregunté yo asombrada.
– Más tarde te lo diré – contestó en tono misterioso.
Después de unos días, la curiosidad por ganarme el dinero fue grande y le pregunté que como le haría para ganarlo. Entonces él me dijo:
-Tengo un amigo que hace películas anónimas, pero todas son pornográficas, con alto contenido sexual por lo que pagan bien. Si quieres hacer una prueba…
Escandalizada le dije que no, pero en la noche empecé a soñar que alguien me decía como comerme una polla o un coño y como recibir una eyaculación en mi boca. También pensaba que no me vendría nada mal el dinero.
A la mañana siguiente, le dije que sí, que fuéramos a hacer una prueba. Me llevó a una casa medio escondida a las afueras de la ciudad. Llamamos a la puerta, un tipo enorme se asomó por una rendija y nos preguntó quiénes éramos. Mi primo habló con él y nos dejó entrar llegando a una especie de escenario donde dos mujeres, con un consolador gigantesco, se daban placer la una a la otra. Nada más ver eso, me puse calentísima y noté como se me humedecía el coño. Mi primo habló con el director y después este conmigo. Me preguntó mi edad y mis medidas, y luego le dijo a mi primo que nos esperaban al día siguiente a las seis de la tarde para una prueba.
Esa noche no pude dormir solo de pensar en lo que iba a hacer la tarde siguiente. Al irnos de la casa, mi primo me dijo que tenía un compromiso y que no podía estar en la prueba conmigo.

Entré donde filmaban y había muchos hombres, entonces el director me sentó a un sofá y me empezó a filmar y a hacer preguntas como si lo haría con mujeres, yo le respondí que sí, que si participaría en orgías, también le dije que sí, me pregunto también si me dejaría penetrar analmente, y así siguió con varias preguntas. Me preguntó también si dejaría que me orinaran encima, en fin respondí casi todas las preguntas y me dijo que empezaría a hacer la prueba que consistía en ver mi cuerpo. Entonces me pidió que me desnudara y yo me desnude, después me pidió que alzara mi trasero a la cámara y lo hice, me dijo que le enseñara mi ano y separándome las nalgas con ambas manos, también lo hice, entonces el dijo:
– ¡Empecemos a filmar ya una parte de la película!
Estaba ya completamente desnuda, se me acercaron cuatro tipos también desnudos y con la tranca erecta. El director me ordenó que se las mamara a cada uno de ellos, y así lo hice. Después unos me penetraban mientras a los otros se las mamaba, entonces pidió que me hicieran una doble penetración pero yo nunca lo había hecho así que, cuando dijo eso yo me negué pero en el acto, me sujetaron de brazos y piernas y empezaron.
Un tío hizo que me subiera a su pene que me clavó en el coño, otro puso su polla en mi cara y me lo metió en la boca. Todos ellos tenían pollas enormes. Casi en el acto sentí que uno me ponía vaselina en el ano y después de un momento me la metió en el estrecho agujero de una forma brutal. Vi hasta estrellitas, sintiendo que mi pobre ano casi se rasgaba de la embestida brutal que él hombre me hacía. Después de un rato, los tres con quienes estaba, empezaron a eyacular y el director me gritó:
– ¡Cómete el semen de los tres!
Obedecí, pero en ese momento me sentí aterrada. Después que los tres terminaron, llegaron otros machos, que también tenían trancas descomunales y empezaron a metérmela durísimo. Empezaba a dolerme la vagina y el ano, mi mandíbula ya no la aguantaba y les pedía que me lo hicieran despacio, pero esto parecía que les gustaba y entonces me daban más duro. Tras metérmelas por la boca, el coño y el culo, se corrieron los tres en mi boca, no sin antes chuparlos a cada uno de ellos.
Pensé que ya había terminado, pero entonces el director les dijo que me llevaran a un set, que era un baño, donde estaban otros tres tipos, me metieron a una bañera que estaba ahí sin que yo supiera lo que iba a suceder. Entonces, me dijo el director que abriera la boca y yo la abrí.

Rápidamente los tres empezaron a orinarse directamente en mi boca. Yo estaba demasiado agotada y no pude evitar tomarme varios tragos de orines. Después de bañarme me dejaron en una cama a mi solita, yo estaba medio adormilada, pero en un momento y de nuevo, todos se echaron encima de mí, y me hicieron de todo lo imaginable. Me metieron dos pollas en el chocho al mismo tiempo, me penetraron en el ano cuando veces quisieron etc. Tuve sexo con todos, incluyendo al director, ayudantes y a los camarógrafos. Todo fue filmado a detalle.
La verdad que me dolía todo y entonces el director me dijo que me acercara y yo lo hice, me hizo arrodillar delante de él, se sacó la polla y tuve que chupársela.
Así estuve largo rato, con el miedo de que alguien me llegara desde atrás, pero creo que ya estaban demasiado cansados, así que solo me limité a mamársela hasta que eyaculó en mi boca, no sin antes decirme que si le manchaba la ropa me iba a ir mal. Entonces yo, para poder zafarme de esto, me comí todo su semen no dejando que escapara ni una gota. Cuando me lo hube tragado todo, él dijo:
– ¡Corten!
Me dejaron en el apartamento de mi primo, donde me quedé dormida en el acto. Al despertar, mi vagina y mi ano estaban demasiado lastimados, y me dolía la mandíbula.
Después de varios días, la sola idea de tener sexo con alguien, me ponía enferma y así pasaron dos semanas hasta que una tarde llegó mi primo y me entregó un sobre con cerca de 3000 dólares y un vídeo.
– Te felicito – me dijo.

Entonces puse el vídeo y me sorprendí de las cosas que había hecho. Conté cerca de 15 tíos diferentes haciéndomelo. Quedé súper asombrada de la cantidad de semen que me echaron a la boca, de las dobles penetraciones pero en la actualidad, cuando me siento caliente, saco ese vídeo y lo pongo, cojo mi consolador y me lo meto hasta el fondo, pensando en todas esas cosas que sufrí pero que también gocé.
Esta fue mi aventura en Estocolmo que, por cierto, repetí al año siguiente.
Un beso calentito para todos.