Relato erótico
“Encerrona” caliente
Contactó con un chico para darle una sorpresita a su mujer. Al principio la cosa no funcionó, pero resultó ser una buena “encerrona”.
Miguel – Murcia
Era una sábado mas de los que habíamos planeado salir de fiesta, pero este sábado era solo para nosotros, ella sabía que no habíamos quedado con nadie, eso es lo que ella pensaba, pero el caso es que la realidad era muy distinta. Llevaba días planeando, con un chico de Murcia, que se llamaba Alex, un juego muy morboso, del cual ella no sabía nada. El juego era que él tenía que conquistarla, ligársela o por lo menos intentarlo y a ver qué pasaba.
La idea era la de irnos a Murcia y concretamente a una discoteca donde había quedado con el chico, y así lo hicimos, nos marchamos para allá y llegamos sobre la hora prevista, era la primera vez que íbamos a ese local por lo que cuando llegamos nos fuimos a la zona de barra donde el chico nos había indicado que nos pusiéramos.
Nos pedimos unas copas y comenzamos la velada, al poco de estar allí se nos acercó un chico, con muy buena pinta, se puso justo al lado de nosotros y se pidió una copa, yo no lo conocía ni siquiera por foto ya que había sido una cita a ciegas y por un chat.
Me di cuenta que era él por la forma de mirar a mi mujer, y el chico comenzó a entablar un conversación con nosotros sobre el local, y al minuto se presentó, y yo hice lo propio, me presente y le presente a mi mujer, a ella no le hizo gracia y se puso muy a la defensiva, el chico notó que estaba poco receptiva y más bien cortante, pero siguió con mucha clase adulándola e intentando conquistarla.
Como yo vi que la cosa no iba a prosperar tuve que decirle a ella, que el chico no era una casualidad que había quedado yo con él, para ver qué pasaba, así estuvimos durante toda la primera copa, con un poco de tensión en el ambiente hasta que nos pedimos la segunda copa, a partir de ahí ella ya comenzaba reír, el ambiente comenzaba a ponerse bien, y en ese momento el chico la invito a bailar, y ella le decía que no, pero él la tomo de la mano, y yo le dije:
-Vete a bailar y pásalo bien.
Se la llevó a la pista donde había muchísima gente, yo los observaba desde la barra y bastante excitado porque veía que la cosa tenia buena pinta, estuvieron como unos 15 minutos bailando y vi como el chico le hablaba al oído y la abrazaba con manos por todos los sitios, la veía reír con él y yo que la conozco y sé como es, eso ya me dio la pista de que la cosa iba a terminar muy bien, ellos seguían a lo suyo sin importarles la gente que había a su alrededor y después de ese tiempo se volvieron a donde yo estaba en la barra a seguir con las copas que tenían a medias, y fue justo en ese momento en el que yo le pregunte a ella, que si le había gustado el chico y que si tenía ganas de hacérselo con él, y ella me miro y me respondió:
-¡Porque no!
Su actitud era otra y la notaba bastante excitada por la situación, estuvimos un rato mas con las copas en la barra, y el chico nuevamente se la llevo a la pista a bailar, donde a los pocos minutos entre medio de toda la gente los vi besarse, vi como mi mujer se estaba besando en medio de todo el mundo con el chico, y eso no os podéis imaginar cómo me puso de excitado, el chico le tocaba el culo, la besaba, le hablaba al oído, así hasta que los perdí de vista, luego me entere que se sentaron en unos sofás, donde también estaban a tope de gente, y el chico le metió mano por todos los sitios, y donde ella se encontró un poco rara por la situación, y le dijo de volver a donde estaba yo.
Conforme se acercaban hacia la barra donde yo los esperaba, les vi. Una sonrisa especial como de complicidad, el ambiente estaba ya bastante bien, es mas yo diría que estaba genial, a todo esto mientras seguía observándolos vi una complicidad entre ellos absoluta. Alex dijo de marcharnos a un rincón de la discoteca donde había una “mesa camilla”. Si, si una mesa camilla con sus faldas y todo, cogimos las copas y nos fuimos a sentar allí, esa mesa camilla estaba justamente a lado de las escaleras que iban a los servicios, y justo a unos dos metros había una barra, y por supuesto gente por todos los lados, que aún hacia la cosa más morbosa.
Nos sentamos, Alex frente a mí y mi mujer a mi izquierda, para que así ella quedara en medio de los dos, comenzamos a hablar y a los pocos segundos observe como mi mujer comenzaba a cerrar los ojos con un gesto de placer contenido, no sabía que estaba pasando pero me lo imaginaba, el chico le estaba metiendo mano por debajo de la mesa, las faldas de la mesa camilla ocultaba lo que estaba pasando, pero yo lo intuía, seguí tomando mi copa y observando la situación, hasta que mi mujer me tomó la mano y me dijo:
-Mete la mano y tócame.
Metí la mano por debajo y me puse a acariciar sus piernas, y me di cuenta que estaba sentada casi en el borde de la silla con las piernas bien abiertas, y cuando quise acariciar su coño, noté que estaba ocupado por la mano del chico que la estaba masturbando, estaba así de abierta de piernas ofreciéndole todo su coño al chico, y por lo que la puede tocar. Ella cerraba los ojos y se mordía los labios, me miraba y la veía como se estremecía de placer, un placer contenido para que nadie se diera cuenta de lo que estaba pasando, a todo esto el chico le decía que estaba súper empalmado y que estaba lleno de leche, sus labios se fundían en besos lujuriosos y llenos de deseo, el chico le dijo a mi mujer que se sacaría la polla para que ella se la tocara, y ella le dijo que sí, que lo hiciera.
Yo observaba movimientos extraños y la cara de placer de Alex, le pregunte que si lo estaba masturbando y mi mujer me dijo que sí. Estaba concentrada en lo que hacía, y de pronto me di cuenta de que el chico se estaba corriendo. Entonces mi mujer me sorprendió, cogió mi mano y la restregó con su mano que estaba pringada de la corrida del chico.
El ambiente estaba súper caliente, la situación era que necesitábamos algo mas, y se propuso el irnos de allí, irnos con el coche a buscar un descampado para follarla, y así lo hicimos, salimos de la discoteca los tras muy calientes, en dirección a mi coche, cuando llegamos al coche ellos dos se sentaron en el asiento de atrás y le pregunté si llevaba condones, me dijo que no y nos fuimos a una gasolinera a comprar condones.
En cuanto arranqué el coche empezaron a morrease y a meterse mano, mi mujer se había bajado el vestido y le salían las tetas, él las acariciaba y las besaba. Llegué a la gasolinera, compre los condones y nos marchamos hacia las afueras de Murcia a buscar un descampado, pero durante el tiempo que duró en viaje, los escuchaba gemir de placer a los dos, sobre todo a él en un momento determinado que mi mujer se puso a comerle la polla, él ya estaba con el pantalón por los tobillos y ella sin el tanga y casi desnuda, el trayecto se hacía para mi cada vez más insoportable, ya que no podía concentrarme en la conducción del coche por todo lo que estaba pasando en el asiento de atrás, ella le comía la polla con ansiedad a la misma vez que gemía de placer, por las continuas caricias que el chico le hacía en su coño, le metía sus dedos una y otra vez en el coño y mi mujer comía la polla y gritaba de placer como una loca, así hasta que llegamos a un sitio a adecuado y paramos el coche.
Cuando llegamos ellos siguieron con lo que hacían y yo me bajé y me subí a la parte de atrás para participar en la fiesta y fue entonces cuando la vi a mi mujer completamente descontrolada, casi desnuda y en los brazos del chico, yo hice lo que buenamente pude porque la verdad es que estaban bastante ocupados, abrimos las dos puertas de atrás y mi mujer se echó en el asiento de atrás, el chico se puso a comerle el coño y ella a chupármela. Así estuvimos un buen rato los dos jugando con mi mujer hasta que ella ya no pudo más y nos dijo:
-Follarme uno, el que sea pero, follarme ya
Estaba loca por tener una polla dentro del coño que la follara, así que le dije al chico que se pusiera un condón y que fuera él, el primero en follársela, se puso un condón y se sentó y ella sin pensárselo se sentó encima, y se metió toda su polla en el coño, y comenzó a cabalgar sobre el chico, el espectáculo era impresionante, ver a mi mujer como estaba follándose a otro delante de mí, verla como lo cabalgaba y como se la escuchaba gemir de placer.
Yo me puse en el asiento de adelante para observar bien la follada, y a pesar de la poca luz que había se podía ver perfectamente como entraba y salía aquella polla del coño de mi mujer y para mas excitación aún, el chico mientras la follaba pude ver cómo le metía un dedo el culo, mi mujer se retorcía de placer, yo me masturbaba con el espectáculo y ella solo pensaba en correrse, estaba tan caliente que no aguantó más y en esa misma cabalgada, mientras subía y bajaba escuché un gemido inmenso de placer, uno gritos que de poco me hacen correr a mi también.
Mientras me masturbaba, mi mujer se había corrido follando con él, se saco la polla del coño y se puso de rodillas en el asiento para mamársela, Alex estaba súper excitadísimo, y no tardo en correrse a chorros, su leche manchaba la cara de mi mujer.
Se limpió la cara de la corrida del chico y la saqué fuera del coche, ahora me tocaba a mí follármela y correrme. Ella ya solo llevaba puestas las medias, (que por cierto nunca usa pantis siempre medias) y los zapatos, unos zapatos de color como de piel de leopardo y con tacón alto de aguja, la puse de espaldas a mí, y con las manos apoyadas en el coche, me puse por su espalda y se la metí. Estuve así un buen rato follándola hasta que no pude más y le llené todo su coño de leche, fue una corrida impresionante.
Después de mi corrida le hice unas cuantas fotos así como iba, solo con las medias y los zapatos en medio del descampado, desnuda y con la cara de satisfacción increíble de haber sido follada y de haber disfrutado muchísimo. Nos vestimos, ella ya se sentó en el asiento de delante conmigo y el chico atrás, lo llevamos a donde tenía su coche, y nos despedimos de él hasta que nos pusiéramos en contacto nuevamente para volver a repetir, que he de decir que volvimos a repetir, y que fue un viernes por la noche, pero esta vez ya no quedamos en Murcia. Esta otra cita ya os la contare en un nuevo relato. Espero que os haya dado mucho morbo este relato y que halláis imaginado todas y cada una de las situaciones que se dieron en una noche donde mi mujer volvió a disfrutar muchísimo follando con otro chico.
Un saludo para todos.