Relato erótico
El mejor incentivo
Estaba preocupado por su novia, últimamente estaba triste y no tenía ganas de nada. Quería ayudarla y solo se le ocurrió una cosa. Habló con dos amigos suyos y se pusieron manos a la obra.
Jorge – Valencia
Mi novia estaba pasando una mala época, tenía problemas en el trabajo y estaba un poco desanimada, creo que era por exigirse demasiado. Llevaba casi un mes así, sin ganas de salir, de divertirse y por supuesto nuestra actividad sexual era nula. Yo, la verdad es que no sabía que hacer, la intentaba animar, en casa procuraba hacer todas las faenas, incluso le llegué a comentar que si no se sentía bien que se fuera unos días sola para pensar y relajarse. La cuestión es que Noelia, mi novia, me decía que no me preocupara que ya se le pasaría.
Se me ocurrió organizar un encuentro en casa, invitar a unos amigos de toda la vida que tenía mucha confianza y organizarle a mi novia una noche de lujuria y sexo sin límites. Mi plan era sencillo pero difícil de llevar a cabo. Yo estaba convencido de que el problema principal radicaba en la vida rutinaria que llevábamos y la idea era romper radicalmente con esa vida, por lo menos por una noche.
Había pensado convencer a dos amigos míos, que sabía de antemano que a mi novia le gustaban, para que se la follaran mientras yo les grababa con una cámara de vídeo y un día estando en el despacho, les llamé por teléfono y la verdad es que no me costó mucho convencerlos porque mi novia es muy guapa y ellos la conocían e incluso alguna vez me habían hecho algún comentario sobre ella.
Mi plan era llegar a casa, preparar la cena como siempre y abrir una botella de vino para que Noelia fuera bebiendo, de esta forma crearía un estado de relax adecuado. Llegó el día, era viernes, y Noelia como siempre estaba en el sofá, se había duchado y estaba con su pijama viendo la tele. Me dio un beso y yo me fui a preparar la cena. Le dije que a lo mejor Toni y Alberto se pasarían luego más tarde porque querían comentarme alguna cosa sobre el trabajo. Ella casi no me hizo caso y dijo que no tenía ganas de ver a nadie y que cuando ellos aparecieran se iría a la cama a dormir. Yo asentí con una sonrisa, porque justamente era lo que quería conseguir. Toni y Alberto tenían que aparecer a eso de las once de la noche, para dejarme tiempo a preparar la situación.
Serví la cena, y por supuesto el vino, al principio casi no lo probo, pero probo una copita y luego otra… Se notaba que cada vez se sentía más a gusto, porque me hablaba e incluso se reía con las chorradas que salían en la tele. Para cuando ya había servido el postre, ella estaba totalmente eufórica y relajada, incluso me dio una serie de besos ardientes que hicieron despertar a mi polla.
– Cariño – me decía – no sé que tengo hoy que estoy contenta y a la vez caliente, pero estoy muy cansada.
Al cabo de unos instantes sonó el timbre de casa, fui a abrir y por supuesto eran mis amigos. Noelia se levantó a saludarlos y nos dijo que la disculpáramos, que estaba muy cansada y que se marchaba a dormir. Nosotros nos despedimos de ella y nos sentamos en la mesa a hablar del plan. Dejamos pasar una media hora hasta que les dije que iría a la cama a preparar el terreno, que ellos se fueran desnudando y que yo les haría una señal para que entraran.
Fui hacia la habitación y Noelia estaba prácticamente dormida, la abracé y le di algunos besos.
Con el vino que había bebido le entró calor y se había acostado solamente con las braguitas y sin nada más. Aproveché esto para empezar a acariciar su espalda suavemente bajando poco a poco hacia su culo. Ella al principio ni se movía pero luego participaba un poco moviendo el culo hacia mi mano para que yo le acariciara por detrás el coño y el culo. Cada vez se ponía más cachonda, entonces le dije que tenía una sorpresa para ella. Llamé a mis amigos que estaban ya con las pollas preparadas y se tumbaron uno a cada lado de la cama, dejando a Noelia en el centro.
Yo me retiré a buscar la cámara y encendí una pequeña lámpara que tenemos en la mesita, coloque el trípode y enfocando la cama comencé a grabar. Toni empezó a acariciarla como yo había hecho y ella seguía calentándose. Luego Alberto empezó a besarle el cuello y fue entonces cuando ella se sobresaltó al notar que había dos personas en la cama, pero yo le dije que estuviera tranquila, que no pasaba nada y que disfrutara de la situación. La verdad es que no si era por su estado o porque realmente estaba disfrutando, que asintió con la cabeza, se quitó las bragas y les dijo:
– Hacedme lo que queráis.
Mis amigos, al oír esto, se pusiera a mil y comenzaron a chuparle todo el cuerpo, se iban turnando, lamían todo, los pezones, el ano, el coño… Mi novia estaba cachondísima y yo mientras, sentado en la cómoda, miraba la escena que era realmente caliente.
Toni comenzó a besar a Noelia mientras Alberto le comía el coño y al cabo de unos minutos se intercambiaron. Noelia estaba que se salía, gemía de placer. Estaba como inmóvil boca arriba recibiendo besos y caricias. Entonces Toni empezó a meterle los dedos en el coño, primero poco a poco, pero luego Noelia le pedía más y más, así que Toni se puso encima de ella y le clavó la polla hasta dentro de un golpe. Noelia se retorcía de placer cuando empezó a bombearla fuerte, mientras la besaba. Alberto, mientras, se masturbaba y le metía un dedo por el culo.
Al cabo de unos cinco minutos Toni salió para dejar paso a Alberto que también se la clavó de un golpe. Se la estaban follando bien. Noelia estaba recibiendo una buena dosis de pollas hasta que se incorporó y se puso a cabalgar encima de Alberto. Parecía una experta amazona y no hacía más que gritar:
– ¡Cabrones, dadme por el culo… folladme, folladme más fuerte…!
No sé cuantas veces se corrió, pero fueron unas cuantas y luego Noelia se abrazó a Toni y Alberto empezó a encularla. Mi novia estaba siendo penetrada por el culo y el coño a la vez, gritando de dolor y de gusto. Después de bombear los dos sobre ella un buen rato, se corrieron dentro pero ella quería más, que la follaran más, así que empezó a chuparles la polla a los dos a la vez hasta conseguir una nueva erección, entonces se puso a cuatro patas y les dijo:
– ¡Folladme por el culo, quiero que me destrocéis el culo!
El primero fue Toni, que bombeaba enérgicamente su ya dilatado ano, y luego Alberto. Así estuvieron como diez minutos, intercambiándose. Entonces fue cuando Noelia se volvió a correr y pidió beber la leche de los dos.
Toni comenzó a pajearse al lado de su boca y cuando Alberto estaba a punto, le sacó la polla del culo y se corrieron los dos en la boca de mi novia y ella empezó a chupar esas pollas y a reírse.
Fue entonces cuando los tres se tumbaron en la cama y yo me acerqué a mi novia y le di un beso. Me dijo que había disfrutado mucho y que se le había quitado todo el mal rollo que tenía. Me agradeció el regalo que le hice y se quedó dormida. Al poco rato mis amigos se marcharon muy satisfechos diciéndome entre risas que la próxima vez que se deprimiera que no dudase en llamarles.
Besos de ella y saludos míos.