Relato erótico
Día redondo
Suele ir al Faro de Maspalomas cuando está cachondo. Allí acuden parejas a follar en el coche, se hacen una paja y la mayoría te proponen un trío. Aquel día le salió “redondo”.
Salvador – GRAN CANARIA
Antes de nada deciros que me llamo Salvador y que he vivido una serie de experiencias en el sur de Gran Canaria, concretamente en el Faro de Maspalomas en la parte trasera de las dunas, la zona llamada de los arbustos.
En esta zona se ponen o bien para tomar el sol o simplemente para entablar relaciones sexuales, todo tipo de personas, desde homosexuales a mujeres solas, pasando por muchas parejas y además los que son como yo, gente que va buscando rollo.
Yo siempre suelo llegar allí sobre las once de la mañana y lo primero que hago es mirar como está el panorama, gozando de la visión de parejas y mujeres en pelotas e intentando adivinar cual de ellas está más rica.
Aquella mañana, tras mi rutinaria inspección, me decidí por una pareja en la que los dos estaban bien de cuerpo pero ella estaba mucho mejor. No era ni flaca ni gruesa. Estaba muy bien de cuerpo, con una cara bonita, pelo rubio, que llevaba largo, ojos azules, unas tetitas maravillosas, nalgas y culo perfectos y un coño como a mi me gustan, depilado, y como ella estaba tumbada en la toalla boca arriba y con las piernas abiertas, podía observar todo su coño en plenitud, la forma de sus labios exteriores, la de los interiores e incluso la forma de su abultado clítoris.
Todo esto cuando ella estaba boca arriba pero cuando se giraba boca abajo, con las piernas igualmente separadas, era un gustazo verle los muslos, las nalgas, todo el culito y el coño en una posición distinta.
Entonces me acerqué a ellos y me quedé mirando, sobre todo a ella. En estos casos, si la mujer al sentirse contemplada, no cierra las piernas o no te dice que te vayas, con la boca o haciendo un gesto con la mano, es que también están buscando rollo.
En este caso ninguno de los dos, a pesar de haberme visto, se inmutó por lo que me tumbé en la arena mirando hacia ellos, con la polla empalmada y tocándomela para que ellos se pusieran cachondos y sobre todo ella.
La pareja, como quien no quiere la cosa, me miraba de vez en cuando con disimulo hasta que yo fijé mi mirada directamente en el chochito de la rubita y ellos en mi polla. Así estuvimos un ratito, excitándonos unos a otros hasta que su compañero dio el primer paso y empezó a tocarle las tetitas a su compañera y a pasarle la mano por el muslo de arriba a abajo hasta parar en su coño donde, mojándose dos dedos, se los metió en la raja y empezó a acariciarle el clítoris haciéndole una paja.
Ella seguía tumbada, sintiendo placer, aunque de vez en cuando levantaba la cabeza, abría los ojos y miraba hacia mi polla. Luego los volvía a cerrar y continuaba tumbada mientras él seguía pasándole los dedos por el clítoris aunque también comenzaba a metérselos y a sacárselos del coño, como si se la follara con ellos.
El placer de la mujer iba en aumento hasta que empezó a lanzar pequeños gemidos y ahí fue cuando yo tomé mi toalla y me tumbé al lado de ella y él, al ver que yo iba a tocarle el coño, retiró su mano para que yo pusiera la mía. Ella notó en el acto que era otra mano la que la acariciaba, abrió los ojos y me miró con una expresión de total placer.
No veas el gusto que daba sentir todo su coño en la palma de m mano, una sensación maravillosa, unas vibraciones que se transmitían de su almejita a mi mano, de ahí a mi cerebro y del cerebro a mi polla, dura como el hierro.
Allí me quedé un buen rato, saboreando todo su coño, luego pasé mis dedos por su clítoris mientras ella gemía hasta que por fin, me decidí a meterle un dedo para ver como estaba de mojada, de cachonda y excitada. Y al metérselo y sacárselo varias veces me lo dejó empapado con los flujos de sus corridas.
La tenía salida como una perra, cachonda que daba gusto, esperando que yo le metiera mi polla en su coño así que paré un momento para ponerme el preservativo y luego seguí tocándole el coño por todos los lados, sintiéndolo al máximo en mis manos aunque ahora quería sentirlo en mi polla.
Me coloqué encima de ella y comencé a meterle suavemente mi verga en su almeja. El gusto que me estaba dando era toda una pasada. Así apreté hasta que se la metí entera hasta el fondo y allí paré para sentir todo el calor y humedad de su coño envolviendo mi polla y ella mi polla llenándole todo el coño. Mientras estábamos así, yo le chupaba y le lamía las tetas y ella al sentir mis labios y mi lengua humedecida, no paraba de gemir de gusto y de un placer enorme.
A nuestro lado, su compañero se tocaba la polla haciéndose una paja viéndonos a los dos disfrutar. Con todo eso me excité tanto, estaba tan a gusto con ella, con su cuerpo, que después de lamerle los pezones y chuparle las tetas, pasé a comerle el cuello. Ella se agitaba de gusto y se corría una vez tras otra hasta que comencé a mover mi polla en su coño y cada vez que se la metía y sacaba, ella se mojaba más y mientras yo iba aumentando el ritmo ella gemía y gritaba sin cesar.
Yo no dejaba de comerle el cuello mientras mi polla se movía dentro de su coño, cada vez más fuerte, cada vez más rápido, porque mi placer y mi gusto eran toda una pasada. Ella tenía las piernas separadas al máximo para que mi polla le llegara a fondo de su vagina, de su coño ardiente y mojado.
Cuando yo sentí que me iba a correr, la apreté fuertemente hacia mí hasta que, sin poder más, mi polla comenzó a explotar su corrida pero a pesar de ello, no dejé de moverla, dentro de su coño hasta que salió la última gota de mi eyaculación.
Al terminar le di un beso en la mejilla y les di las gracias pero al irme y girarme para despedirme con un gesto de la mano, vi que el marido estaba encima de ella y empezaba a follársela.
Me fui a buscar una sombra para comer y reponer fuerzas y así estaba cuando muy cerca de mi vi a una pareja donde ella estaba abierta de piernas. Yo ya los había visto en días anteriores y era una pareja de esas típicas pajeras, que solo hacen pajas o les gusta ver como quien les está mirando se hace una paja en su honor mientras ella también se masturba al mismo tiempo.
Bueno, amigos, gracias por leerme y hasta otra.