Relato erótico
Contacto, sexo y amistad
Se conocieron, hace unos años, por mediación de un contacto de la Revista Clima. Lo que nos cuenta fue su primer encuentro, el cual recuerda con placer. Pasado el tiempo, siguen siendo amigos.
Carlos – BARCELONA
Queridos amigos, la experiencia que voy a relatar ocurrió hace algunos años, somos dos matrimonios que nos conocimos gracias a un contacto en vuestra revista, en el cual queríamos conocer a una pareja y no nos importaba que él tuviera algún problema de impotencia pero eso sí, que le gustara comerse un chochito, ya que a mi mujer le encantaba y a mí no me gusta demasiado.
Así fue como conocimos a Gema y a Jaime. Al llamarnos, supimos que eran 15 años más jóvenes que nosotros y que él tenía un problema de impotencia y que por eso no tenían hijos. Quedamos en ir a comer a su casa un sábado y ver que salía de todo ello. Al llegar, Jaime me dijo de ir a comprar unas botellas y nos fuimos, él y yo, dejando a las mujeres hablando y congeniando muy bien.
Jaime, por el camino, me contó que Gema tenía muchas fantasías en plan masoquista, que le encantaba estar atada y que la penetraran, pero que se quedaba a medias ya que a él solo se le ponía morcillona. También me comentó que si me importaba penetrarla analmente ya que a él le era imposible y era una de las fantasías que ella tenía.
Hecha la compra y de vuelta a su casa, empezamos a comer y a beber cava y entonces propusimos que ellas se cambiaran y se pudieran ropa sexy y se maquillaran para jugar. Ellas se fueron a la habitación y al salir nos sorprendieron, pues solo llevaban liguero, medias y poco más. Entonces aproveché para decirles que las ataríamos y mientras Jaime les comía la almeja, ellas me hacían una mamada a dos bocas, pero de rodillas y atadas con las manos a la espalda. De esta guisa estaban a nuestra merced.
Lo primero que hice fue poner a Gema con el culo en pompa, las tetas aplastadas contra el sofá y en dirección contraria a la de Lola, en la misma posición, mientras Jaime les seguía comiendo el coño alternativamente haciendo que se les escapasen algunos gemidos.
Entonces me puse un preservativo y penetré a Gema por el coño, que en pocas envestidas se le encharcó con sus jugos en una cascada de orgasmos, por lo que hice una señal a Jaime para que hiciera los honores a Lola, pero como él seguía con la polla morcillona, cambié y las iba penetrando alternativamente hasta que se corrieron las dos.
Entonces Jaime sugirió poner un colchón aparte para probar si podía hacer algo con Lola, pero su mujer y yo nos pusimos en el sofá y propuse a Gema que me cabalgara ella estando yo tumbado y ella, como pudo ya que se seguía atada, lo hizo aunque al poco rato me dijo al oído que quería hacerlo sin el preservativo ya que soñaba con sentir la leche en su interior.
Yo le pregunté qué diría Jaime y me contestó que a él no le importaba, así que me quité el condón y ella me cabalgó llegando sus jugos hasta mojarme entero dejándome los huevos mojados, mientras me comía la boca y me pedía que me corriera. Así lo hice echándole toda mi leche y dejándola satisfecha.
Entonces vi que Jaime seguía lamiendo y comiendo el coño a mi mujer que le pedía a gritos que no siguiera y que se la follara, pero el pobre no podía así que le puse mi polla arrugada y mojada de la follada anterior en la boca y ella me la chupó con fuerza intentando ponérmela firmes, y lo consiguió con la ayuda de Gema lamiéndome el culo y los huevos, entonces la cogí por las caderas y se la clavé a mi mujer mientras Jaime, ahora, le lamía los pezones mientras su mujer me seguí lamiendo el culo y los huevos.
A los pocos minutos conseguí llenarle el coño a mi mujer que así quedó más calmada y entonces, entre las dos, le chuparon la polla a Jaime hasta que eyaculó en la boca de su mujer. Aquí descansamos, tomamos algo y quedamos para otro día.
En esta siguiente cita, pudimos comprobar que Jaime le había afeitado el coño a su mujer y la tenía atada en unos ganchos en el comedor, totalmente desnuda. Entonces le propuse ponerle unas pinzas en los pezones y ella accedió, pidiéndome que fuese con cuidado y así lo hice.
Pero entonces le dije a Lola que se desnudase y me la chupase pues yo tenía ganas de romperle el culo a Gema, a lo que Gema protestó débilmente, pero Jaime se esmeró en ensalivarle bien el ojete, luego me puse un preservativo y lo unté con mucho lubricante, poniéndole Jaime un dedo y luego dos en el culo de su mujer que atada e indefensa, ofrecía su ojete a mi polla que poco a poco la iba penetrando eso sí, con algunos gritos que al ponerle Jaime la polla en la boca se acallaron y entonces, de un solo empujón le entró toda.
Por el espejo vi como le saltaban las lágrimas. Pero pronto me pidió que siguiera más rápido y que si Lola le podía poner un consolador en el coño. Mi mujer así lo hizo aunque luego se lo sacó y me hizo retirar para ponérselo en el culo. Al rato Gema pidió que le metiera la polla en el coño mientras Jaime le comía el coño a mi mujer.
De nuevo Gema me dijo que quería sentir mi corrida en su interior y así lo hice. El resultado fue que Gema se quedó embarazada porque según le dijo a su marido se había olvidado de tomar la píldora, pero él me confesó que su sueño era que ella se quedara preñada y que ella lo había hecho adrede y que si no me importaba sería un secreto entre él y yo.
Pero al tiempo de haber parido, nos llamaron para repetir y mientras lo hacíamos, ella me dijo:
– Hazlo bien, que ahora quiero la niña.
De esta manera volvió a quedarse embarazada. Aunque es un secreto entre los tres.
Bueno, espero que os haya gustado nuestra experiencia y que si alguien desea repetirla ponga un contacto en la revista y ya los llamaríamos si es por móvil.
Un beso a todos y aunque dispongo de fotos y videos de nuestros encuentros, comprenderéis que la discreción es primordial para estas cosas.