Con las manos en la masa

Sus padres habían comprado una nueva casa, era bonita y con piscina. Estaba solo, caliente y con ganas de “desahogarse”. Inspeccionó la zona y vio que excepto una casa, nadie podía verle. Comprobó si había alguien, pero se equivocó.

Mateo – Estepona
Aprovechando que estaba solo en la nueva casa, que mis padres no volverían hasta la noche y que andaba con una erección que me llegaba hasta el ombligo, decidí probar nuestra nueva piscina así en bolas. Salí sin embargo en shorts y camiseta al patio trasero para comprobar la privacidad de la nueva casa y vi con gusto que las paredes divisorias eran bastante altas con la excepción de la casa de la izquierda cuyo balcón sí tenía vista a la nuestra.
Casi durante minutos estuve mirando hacia ese balcón pero como las cortinas de la ventana estaban cerradas y no se oía ningún ruido me imaginé que también ellos habrían salido.
Con todo como quería nadar desnudo, entrar y salir del agua meneándome la polla y excitarme a solas y a mis anchas, haciendo todo tipo de locuras, decidí, de todas maneras, tocar el timbre de la casa vecina y cerciorarme así que no hubiera nadie.
Después de cansarme de tocarles el timbre y golpear la puerta sin que nadie abriera, volví ya con confianza a la piscina para ahora gozar de mi erección a solas. Mirando una vez más a la desolada terraza vecina me saqué camiseta y shorts y sintiendo el fuerte sol de verano en las mismas nalgas, avancé hacia el pequeño trampolín y comencé a saltar sobre él. En el momento de saltar al agua me dio cosa hacerlo con la polla tiesa y dura como un sable por miedo a que se me fuera a doblar o maltratar con el agua y decidí que sería mejor en cambio, y con lo excitado que estaba, correr por el patio a lo Tarzán, golpeándome el pecho y el trasero mientras gritaba como un salvaje en la selva.
Luego abracé una palmera y me la empecé a follar de pié, con los brazos extendidos y el trasero todo tenso, pero sin hacerle grandes embestidas al tronco por temor a rasparme la verga. Cuando ya estaba por correrme decidí no eyacular todavía y trepar por el tronco así en pelota como estaba. Me hice una apuesta que si trepaba la palmera hasta alcanzar sus ramas podía como recompensa ir a refrescarme a la piscina y correrme incluso en el agua si quería, pero si no la alcanzaba, el castigo sería correr como perrito por los bordes de la piscina ladrando y levantando las patas traseras como lo hacen ellos.
Ya estaba subiendo por la mitad del tronco cuando, bañado en mi propio sudor, no pude continuar y resbalé hacia abajo así que, siguiendo mi propio castigo, me puse a cuatro patas y comencé a ladrar y correr por los bordes restregándome de paso la polla y huevos con todo lo que encontraba a mi paso, incluso con la misma manguera del agua.

Luego recordé que alguien me había dicho que si un chaval era flexible podía lamerse hasta uno mismo su polla y claro, quise verificar si era esto cierto, y si no ver de todas formas que tan cerca podía atraer mi mástil a mi boca, que ya estaba todo erecto y hasta con algo ya de leche en la punta.
Me acosté de espaldas sobre el trampolín y abriendo las piernas me tomé los tobillos con las manos y comencé a acercar las rodillas a mi pecho tratando de alcanzar de esta forma mi instrumento. No siendo contorsionista no pude alcanzarlo ni llegar cerca siquiera, pero si me procuré mientras lo hacia un masaje tan exquisito en las bolas que sintiendo un tremendo chispazo de placer me vine ahí mismo con un chorro de semen caliente saltándome en el pecho e incluso sobre las mismas tetillas.
Sintiendo todavía que podía liberar más leche, me puse a cuatro patas sobre el cemento y alcanzado una pelota de fútbol, me la comencé a follar hasta correrme nuevamente con todo sobre el balón. Después de esa exquisita corrida y mientras todavía lograba gozar algo más restregándome la pelota sobre mi instrumento, se me ocurrió mirar hacia el balcón de la casa vecina y quedé entonces helado al ver que una chica rubia, tan joven como yo, me observaba desde la terraza con una sonrisita en los labios.
Salté entonces al agua intentando cubrirme. Desde allí la vi todavía riéndose al tiempo que levantaba un trípode sosteniendo una filmadora. Al verla con la video cámara salí del agua y corrí como relámpago, desnudo y mojado como estaba al interior de la casa. Todavía estaba goteando sobre la alfombra, petrificado y sin nada encima, cuando sonó el teléfono. Para mi espanto era la muchacha de al lado que todavía entre risas, dijo llamarse Noelia y haberse divertido mucho observándome desde arriba.
Al tratar de disculparme me dijo que no había por que, ya que tenía todo mi show en su video y que lo llevaría a una fiesta de fin de año esa misma noche para mostrarle a sus amistades lo guapo que era su nuevo vecino, ya fuera como Tarzán o como perrito. Le rogué entonces que no se lo enseñara a nadie, insistiéndole que yo era un muchacho muy vergonzoso y tímido. Noelia entre risas me dijo:
– Pues va a ser difícil que mis amigas se crean eso, sobre todo al verte con las piernas abiertas y doblado tratando de alcanzar con la boca tu propio instrumento.
Le dije entonces que mi familia me mataría si se enterasen de aquello y que estaba dispuesto a hacer lo que fuera para obtener la cinta grabada. Noelia exclamó entonces que hablar era fácil y que lo debía probar con hechos. Una desobediencia a una orden suya seria suficiente para interrumpir todo dialogo y tener un show o varios shows con la cinta esa noche y entonces me dijo:

– Te quiero ver primero practicando basketball sobre el aro, enfrente de mi garaje y date prisa ya que tengo curiosidad de ver si eres tan bueno para los deportes como para andar corriéndote solo y como un “puto”.
Le pregunté ansioso si así me devolvería el video. Me dijo entonces que no le hiciera más preguntas y que me apurara. Corrí deprisa a mi habitación y secándome rápidamente me puse una camiseta, unos shorts y unas zapatillas recién compradas. Como soy buen jugador pensé rápidamente impresionarla pero ya había comenzado a jugar, cuando la muchacha, abriendo la puerta de entrada, se acercó a mi e hizo haciéndome un gesto burlón con sus ojos azules y grandes.
Era una chavala realmente impresionante y estaba claro que no llevaba sujetador y sus senos, duros y grandes, sobresalían bajo un suéter azul de hilo que llevaba bien apretado a su cuerpo. Al verme me dijo riendo:
– Admito que eres un buen jugador pero te quería ver más sexy y por lo tanto continúa pero solamente con las zapatillas y sácate todo lo demás.
Al querer hablar me interrumpió clavándome sus ojos azules y penetrantes para decirme:
– Si no te parece bien, terminábamos y me quedo con el video.
Para complacerla decidí sacarme la camiseta y continuar practicando de esa forma pero había convertido dos tiros, cuando Noelia me ordenó detenerme. Luego acercándose a mi exclamó:
– Parece que estás sordo, te ordené sacarte toda la ropa con excepción de las zapatillas. Esas te las dejo usar solo porque un primo mío rompió una botella de cerveza anoche y por ahí quedan todavía vidrios sueltos.
Le recordé que estábamos en la calle y que cualquier vecino me podía ver, Pero ella me replicó que siendo una calle sin salida había muy poco tránsito y que si tenía la mala suerte que algún vecino me viera, ese no era su problema.
Entonces, sacándome los shorts comencé a jugar con solo las zapatillas. Noelia mirándome con impaciencia me dijo que iría por una limonada ya que tenía mucha sed, que a su regreso miraría por la ventana y si no me encontraba practicando en bolas, que me podía ir y olvidarme de llegar a cualquier arreglo. A pesar que se me hacía muy vergonzoso practicar en la calle solo en calzoncillos y me parecía imposible poder hacerlo sin nada encima, al verla por el cristal ya sentada tomando su limonada, me los saqué sin pensarlo más y continúe haciendo rebotar el balón ya totalmente desnudo.

Pasaron quince largos minutos mientras yo destilaba sudor, antes que Noelia abriera la puerta y me dijera, entre risas, que le había parecido muy sexy verme así practicar, sobre todo con mi polla haciendo sus propias piruetas mientras yo saltaba para convertir cerca del aro. Me dijo entonces que estaba hecho un asco y que caminara hacia el césped para limpiarme con la manguera y yo le sugerí si lo podíamos hacer dentro para contar con más privacidad y Noelia, acercándose a mi, me gritó entonces:
– Estoy cansada de que te preocupes tanto de que algún vecino te pueda ver los genitales que, por lo demás, no entiendo esta preocupación teniendo un cuerpo estupendo, unos genitales preciosos y unas nalgas súper macizas y lo único que me da rabia es que seas gay y no sepas apreciar el cuerpo de una buena hembra.
Le dije entonces la verdad, que nunca había sido gay ni tenía intención de serlo y que si me había visto pelándomela era solo porque andaba súper caliente y lleno de leche, sin contar con hembra alguna con quien poder entretenerme y eso ya por varias semanas.
– Bien, pues estoy dispuesta a llegar a un trato – me dijo entonces – Llévame a tu cuarto y enséñame las revistas o videos con los que fantaseas y si son fotos de hembras te devolveré el video pero si tus revistas son de hombres te dejaré el trasero rojo a raquetazos y las bolas también.
Acepté de inmediato, ya que soy un fanático de Clima y tengo la colección completa con excepción de los primeros diez números. Noelia me dijo entonces que antes de llevarla a mi cuarto que me echara boca abajo sobre el césped y que me pusiera hacer flexiones con las piernas bien abiertas. Mientras las hacía, Noelia me observaba muy interesada por detrás, observándome detenidamente el ano. Ya en mi habitación, al ver mis colecciones de revistas con hembras súper buenas y en cueros, me confesó que todo su resentimiento era porque su novio, tras cinco años de relaciones, había resultado ser gay. Debajo de los Clima había sin embargo unos videos que ella me pidió que se los enseñara. Aunque le dije que eran unos videos en los que aparecía teniendo relaciones con unas chavalas, me pidió que se los enseñara de todas maneras, ya que quería estar segura y además ver como lo hacía.
Para mi sorpresa, viéndome follar a una antigua novia, Noelia se empezó a calentar y me dijo directamente si le podía chupar el coño de la misma forma como se lo hacía a la zorra del video. A pesar que estaba yo bien cansado, me bastó que se sacara sus dos diminutas prendas para que mi sexo diera un brinco casi inmediato.

Desnuda era una verdadera diosa, con unas tetas prodigiosas y un culo colosal que me hizo caer de rodillas para ponerme ahí mismo a lamérselo. Pasándole la lengua al comienzo por todo su maravilloso agujero y luego concentrándome en su deliciosa montañita. Al presionar y jugar en esa zona, comenzó a correrse con fuertes gritos y al verme la verga ya como un sable, empezó a pedirme ansiosa que se la metiera bien, bien adentro. Como yo ya me había corrido unas horas antes, pude entrar con todo y sin miedo a correrme en su deliciosa y húmeda cueva. Así me pasé unos quince gloriosos minutos sacándolo y metiéndolo con duras envestidas. Noelia gritaba como si la estuviera matando, pero de intenso placer y cuando finalmente yo me corrí, sentí tal grado de excitación en la polla y huevos, que continúe follándola, tensando todo mi cuerpo y con el trasero como piedra, extendiendo así mi placer con feroces envestidas por algunos minutos más.
Me vinieron entonces deseos de pasarle mi polla, ya toda pringada, por su adorable cara y así se lo restregué por todo su rostro. Mientras lo hacía Noelia me procuraba más placer al pasar su deliciosa lengua por toda la cabeza y frenillo de mi verga incluso lamiéndome hasta los huevos cuando mi polla alcanzaba su blanca frente.
Ahora somos vecinos y novios y me la follo casi todos los días, ya sea en su casa o en la mía. Como me gustan también los shows a veces cuando su casa está vacía, casi todas las tardes ya que sus padres trabajan, la hago caminar desnuda y a cuatro patas por todas las habitaciones incluso por el patio exterior. A veces antes de follármela le pido que se masturbe frotándose su sexo contra una almohada y abriendo bien las piernas para así poderle ver bien su precioso culito. Hace todo lo que le digo porque está enamorada de mi hasta del último pelo de mis bolas. Yo, por mi parte, como Noelia tiene el cuerpo y cara de una diosa, no necesito ni me dan ganas de follarme a ninguna otra, sobre todo cuando la veo tan deseosa de que me la tire en todo momento y como quiera.
Besos de los dos.