Cai en la trampa

Tiene un amigo que es el capitán de un equipo de futbol local y le pregunto si podía ir a algunos partidos como masajista, ya que, el compañero que hacía esta función estaba indispuesto.

Elena – Murcia
Hola Charo, me llamo Elena y todo empezó por culpa o gracias a un amigo mío que era el capitán de un equipo de fútbol sala y como yo había hecho unos cursillos de quiromasaje, él me propuso ser la masajista del equipo, durante unos partidos por indisposición del que ellos tenían. Acepté de buen grado y el sábado siguiente me presenté en el pabellón donde iban a jugar el partido. Vestía una camiseta de manga corta bastante ajustadita que me dibujaba mis gordos pechos y marcaba los pezones, luego un pantaloncito corto y unas deportivas blancas.
También llevaba en un pequeño maletín con algún aceite para masajes, linimento y otra serie de cosas para hacer mi labor. El partido era a las ocho de la tarde y uno de los jugadores del equipo llevaba las llaves del pabellón así que iban a tener tiempo para recibir los masajes de mis manos. Ellos se metieron en los vestuarios, mientras yo me puse a colocar todas mis cosas al lado de la camilla, en un vestuario contiguo al de los jugadores.
El partido transcurrió normalmente, solo tuve que asistir a uno de los jugadores que tuvo un encontronazo y recibió un golpe en el muslo. Le apliqué un poco de linimento en la zona y le empecé a dar un masaje suave con la mano, la subí por el muslo y sin darme cuenta le toqué la polla que estaba relajada pero que, ante el toquecito inesperado, se despertó. Acabó el partido y fuimos al vestuario, yo al mío, pero vino el capitán con otro chico y me dijeron que mejor les daba los masajes en el vestuario y que llevarían allí la camilla.
Yo no intuí la jugada, entré en el vestuario y con sorpresa pude ver a diez chicos completamente desnudos que iban a entrar en la ducha.

– Ya tenemos aquí a la masajista, ¿por qué no te duchas con nosotros y nos das otro tipo de masajes? – dijo uno de ellos con una polla bastante grande y erecta.
No tuve tiempo de protestar cuando uno de ellos se puso a mi espalda apretándose contra mi culo con su polla, quitándome de un golpe la camiseta y liberando mis gordos pechos para luego bajarme el pantaloncito corto mientras otro me descalzaba. Casi sin darme cuenta y terriblemente asustada, ya estaba completamente desnuda en mitad del vestuario, rodeándome los diez chicos haciendo un círculo y mirándome con cara de deseo.
Yo llevo el pelo largo y ondulado de color caoba, ojos marrones, labios sensuales, pechos enormes, con los pezones color café claro y aureola de un tamaño doble de lo normal, culo gordo, redondo y respingón de los que están diciendo fóllame y un coño con el pubis completamente rasurado.
A empujones fui obligada a arrodillarme y antes de que me diera cuenta tenía una polla metida en la boca y que tuve que chupar para no ahogarme mientras tenía otras dos en mis manos, masturbándolas. El resto de hombres, mientras les llegaba el turno, se iban acariciando las vergas manteniéndolas erectas. Yo me fui dando prisa, dedicando poco tiempo a cada una e intentando que con mis mamadas se corrieran todos al unísono sobre mi cara, pero la cosa no acabó aquí pues los que no se habían corrido me pusieron a cuatro patas y uno de ellos se dedicó a dar un delicado masaje a mi agujero anal que hizo que yo relajase el esfínter y él me metió un dedo fallándome el culo con él. El del frente, sin perder tiempo se puso debajo de mí metiéndome su polla en el coño hasta los huevos, follándome mientras el de mi espalda, con un dedo, también me follaba el culo, luego me fue metiendo dos dedos y tres hasta que su polla se abrió paso y me comenzó a follar con ella. Me jodían con vigor hasta que los dos se corrieron con un gran chorro de semen que me llenó los dos agujeros.

Como eran tantos entonces decidieron que se tumbara en el suelo uno de ellos, escogieron al tío con más polla y a mi me ensartaron sobre semejante falo comenzando a cabalgar al chico y otro se situó a mi espalda clavándomela en el ano de un golpe, ya que estaba dilatado. Un tercer chico se acercó a mi boca y yo, ya fuera de mí, le daba lametones desde la base hasta el capullo para luego sorber el agujerito. El joven se estremecía ante mis habilidades orales y con mis manos, cuando tuve la polla en la boca, cogí dos penes y los fui masturbando. Otros dos chicos me sobaban y se fueron turnando todos en todas las posturas hasta que se corrieron todos. Mis muslos rezumaban semen, estaba completamente entumecida por las acometidas de los futbolistas cuando me llevaron a la camilla, me ataron los brazos a los lados y me abrieron las piernas por completo colocando mi coño al borde de la camilla para tener mejor acceso a mi agujero.
Pero cuando me iban a penetrar, decidieron cambiarme de postura y me colocaron de pie con las tetas sobre la camilla y las manos sueltas.
Así me fueron follando el coño lentamente con penetraciones profundas mientras yo, con la boca y las manos, ponía tiesas las vergas de los tres siguientes amantes. Me iban follando lentamente para ir elevando el ritmo paulatinamente hasta que yo llegaba hasta el abismo de mi orgasmo, entonces ellos bajaban la intensidad para alargar mi orgasmo, aunque los períodos de placer cada vez se reducían más hasta que el primero me folló ya tan fuerte que me corrí entre fuertes gemidos y aprovechaba mi otro amante para clavármela en el culo y follarme hasta eyacular llenándome el ano de leche.
Así pasaron todos hasta que le dejaron el turno al árbitro. Habían ido a llamarle y cuando entró vi que iba muy bien armado. Se desnudó y se la tuve que lamer hasta que la tuvo completamente dura, le lamía los huevos metiéndomelos en la boca y con la mano le acariciaba la polla de arriba abajo en una suave y delicada paja. Entonces él se cogió la polla, que ya estaba completamente dura, me la puso en la entrada del coño y lentamente me la fue metiendo mientras yo primero chillaba de dolor hasta que estuve completamente rellena de verga. El tío comenzó a bombear dentro de mí arrancándome los jadeos más salvajes de toda la tarde y yo tenía un orgasmo continuo. Soy multiorgásmica, pero nunca me había corrido tantas veces seguidas.
Estaba como en una semi inconsciencia por el placer cuando sentí que el dueño de semejante falo me lo quería meter en el ano y antes de que yo pudiera protestar ya tenía la mitad de ese cilindro de carne en el culo empezándome a follar.

Parecía que me iba a partir por la mitad mientras veía como todos los chicos estaban masturbándose pero noté como el tío que me tenía petado el ano no le quedaba mucho para eyacular ya que su polla se contraía y así empecé a sentir como me llenaba de leche de una manera que parecía interminable y cuando me la sacó sentí un gran frío en el recto y las piernas casi no me respondían al ponerme de pie.
Aquí acabó mi primera experiencia con el equipo, pero ya os contaré como ha ido sucediendo hasta el presente.
Besos y hasta muy pronto.