Relato erótico
Animando a mi mujer
Está muy enamorado de su mujer y el sexo les funciona como el primer día. Algún fin de semana miran películas porno. La última vez, el protagonista era un negro con una enorme polla que hizo que a su mujer se le mojaran las bragas.
Enrique y Manuela – Oviedo
Conocí a Manuela hace seis años y en lo primero que me fijé fue en sus tetas. Usaba una talla 110 y le encantaba mostrarlas con grandes escotes y que los hombres la miren. Ella es morena, mide 1.68 y aunque tiene unos kilitos de más, hace girar más de una cabeza cada vez que sale a la calle. Nos hicimos novios muy pronto y al año ya vivíamos juntos. En el sexo todo era maravilloso, Manuela era muy morbosa, no le decía que no a nada y en los primeros años probamos de todo: follamos en sitios públicos, dejaba que la atara a la cama, veíamos porno y me dejó que le follara el culo, algo que ella ya había hecho pero que para mí fue la primera vez.
He de confesarte querida Charo, que algunas de las “ideas” las habíamos cogido de tu revista. Nos encantaban los relatos y nos poníamos cachondos con muchos contactos.
Hace como un año me empezó a rondar por la cabeza la idea de tener unos enormes cuernos. Una noche de sábado que habíamos regresado de fiesta (Manuela, cuando bebe, se desinhibe aún más) en la que todos le habían estado mirando las tetas y estoy seguro que también la habrá sobado, ella estaba calentísima. Pusimos la tele y en el plus echaban una porno, así que nos pusimos a verla. Normalmente, cuando vemos una porno, Manuela le da por criticar a las actrices, que si fingen, que si no lo están pasando bien… Aun así, se moja mucho y, le encanta follar después. Esta vez no fue la excepción y se puso a criticar las escenas mientras yo le iba metiendo mano y metiéndole los dedos en el coño. Ella se ponía cada vez más caliente hasta que empezó una con una tetona morena (que a mí me recordaba un poco a Manuela) y un negro con la polla más grande que he visto en mi vida. No solo era larguísima, sino que además tenía el grosor de una lata de cerveza. En cuanto Manuela la vio noté como me apretaba su coño los dedos.
El negro se folló a la actriz en todas las posiciones posibles durante casi media hora. En ese tiempo, mi mujer no dijo ni media palabra sobre la película y se corrió un par de veces, la última de ellas mientras el negro se corría en el coño de la actriz, sacaba su polla y se podía ver cómo salía el semen por el coño de la actriz que estaba totalmente abierto después de haber recibido ese rabo. Cuando terminó la escena Manuela me pidió que la follara y empecé pero estaba tan caliente que no duré ni un minuto y me corrí en todo su culo y sobre su coño. Ella se quedó enfadada porque me hubiera corrido tan pronto, me tiró del pelo y me acercó la cara a su coño para que se lo comiera, a pesar de que estaba lleno de mi semen. En cuanto estaba cerca me vino a la cabeza la idea de que el semen era del negro que acababa de usar a Manuela y me dio otra vez un calentón que no pude evitarlo y me lancé a comerle el coño hasta que se corrió.
Nos fuimos a dormir, exhaustos, y a la mañana siguiente desperté mientras Manuela me comía la polla. Pronto me la empecé a follar y le dije al oído:
-Creo que la película de anoche te gustó mucho.
-Mmmmm- respondió ella
-Sobre todo la escena del negro- le dije y noté que su coño me apretaba mucho y que ella abría los ojos para verme, sorprendida- ¿Alguna vez habías visto una polla tan grande?
-No, dijo acelerando el ritmo con el que recibía mis embestidas
-¿Y te calentó verdad?
-Si, fóllame, si
-¿Te gustaría que te follara ese negro?
Manuela me miró con ojos de morbo y no respondió.
-Dime, te gustaría tener ese rabo negro dentro
Me sonrió y me dijo:
-Si, me encantaría… y se comenzó a correr.
Yo le respondí que me encantaría verlo y me corrí también dentro de ella.
El resto del día hicimos como si eso no hubiera ocurrido y el tema no volvió a salir. A mí me daba vergüenza insistir y no sabía muy bien como se lo iba a tomar.
El viernes siguiente, que nos quedamos en casa, a la una Manuela encendió la tele y puso el porno. Volvió a hacer de crítico de cine hasta que salió una escena en la que dos negros se follaban a una rubia sin piedad. Otra vez se quedó callada y note que se empapaba. Follamos toda la noche como locos y yo le volví a sacar el tema de que la follara un negro y ella se corrió como una cerda.
Durante un par de meses repetimos más o menos la misma rutina cada vez que podíamos. Veíamos una porno, ella se calentaba mucho con las escenas de negros y después follábamos. Era algo que nos calentaba a los dos pero nunca lo hablábamos después ni veíamos la posibilidad de cumplir una fantasía que los dos, obviamente, teníamos.
Por estas fechas, se acercaba su 35 cumpleaños y Manuela estaba deprimida. Decía que ya estaba más cerca de los 40 y que se iba a poner fea. Yo la animaba, le decía que estaba buenísima, y que notaba como los hombres la miraban con deseo. Pero ella no atendía razones y seguía deprimida y sin ganas de cumplir años. Ante su actitud, se me ocurrió un regalo que además podía ayudar a avanzar en nuestras fantasías.
Finalmente llegó el día de su cumpleaños fuimos a cenar y nos tomamos un par de botellas de vino. Cuando volvimos a casa le dije que le tenía un regalo que le iba a hacer olvidar esa tontería de que ya estaba fea.
Mi regalo consistía en un camisón negro, transparente, que se le ajustaba al cuerpo y que la hacía ver como una puta de lujo. La verdad estaba impresionante, me daban ganas de abalanzarme sobre ella y follarla.
Ella se puso el camisón y me miró, burlona, y preguntó:
-¿Te acuerdas que el cumpleaños es mío, como, exactamente, este camisón va a hacer que yo me sienta mejor?
Le sonreí de vuelta y saqué una cámara y le tome una foto. Manuela se sorprendió, nunca me había dejado sacarle fotos, cuando acabé le dije:
-Te voy a tomar estas fotos, voy a taparte la cara, y vamos a publicar un anuncio en la Revista Clima, verás la cantidad de tíos con buenos rabos que querrán follarte. Los vas a volver locos.
Primero se quedó un poco sorprendida, pero dijo que sí.
Sabemos que se va a publicar dentro de una semana, ya os contaremos que hemos hecho y cuantas personas han contactado con nosotros.
Besos calientes para todos.