Relato erótico

Amor entre tres

Charo
14 de julio del 2018

Nuestra amiga ya nos contó que su marido la tenia abandonada sexualmente y que sin proponérselo acabó liándose con su vecino. Estaba viudo y era muy apasionado.

Nieves – VIZCAYA
Hola a todos y os recuerdo que esta carta testimonio está escrita por mi, Nieves con 48 años muy bien conservados, vamos que soy una buena hembra, macizorra y bien plantada. Estoy casada con Luis ya en los 50, que me tenía bastante desatendida en el tema de la jodienda pues desde hace un par de años con motivo de un importante ascenso laboral ha de dedicar mucho más tiempo y esfuerzos a su trabajo lo que ha hecho que se resienta nuestra relación de pareja. Pero esta carta también está escrita por Antonio, nuestro vecino, que está viudo.
Terminé mi relato cuando me dejé caer en el pecho de Antonio, mi vecino y amante, intentando que no se saliese su polla de mi coño y le hice gesto a Luis, mi marido ya desnudo, para que se acercase. Llegó hasta nosotros y de rodillas en la cama, a mi espalda, empezó a comerme el culo. Antonio tardó en darse cuenta de que teníamos compañía, pero al hacerlo dio un salto y me apartó de encima. Yo reaccioné y le pedí calma, que Luis no iba a montar ninguna escena. Estaba callado y receloso así que le conté que mi marido se había dado cuenta de lo nuestro y que me obligó a elegir, o la separación o bien aceptar que nuestro vecino le ayudase a satisfacerme pero participando él también en los encuentros.
Yo le dije a Antonio que, por supuesto, elegí lo segundo y que por eso estaba allí Luis. Sin dejar de habla me coloqué encima de Antonio de nuevo, besándole pese a que él estaba pasivo pero como a la vez que lo besaba le acariciaba la polla, conseguí que se le fuese poniendo dura otra vez. Luis estaba allí de rodillas, quieto y sin decir nada pero con su rabo apuntando al techo. Al ver que le daba de nuevo la espalda, Luis se acercó y otra vez acarició y comió mi culo. Yo, poco a poco, me estaba calentando y estaba desatada, al pobre Antonio lo tenía aprisionado debajo de mí, con mis muslos aprisionándole y con mi chocho frotando su polla mientras no paraba de moverme.
Creo que por la cabeza de Antonio pasaron muchas ideas, pero al fin venció el deseo y no dudó más, se dejó llevar y de repente colaboró en todos mis movimientos, agarrándome de la cintura para que entrase su polla en mi coño y a la vez agarraba una de mis tetas. Enseguida estábamos los tres a la faena, yo bien follada por Antonio, que me decía palabrotas, como que era una gran puta por dejarme follar por él en presencia de mi marido y Luis también estaba muy cachondo y a la vez que besaba y acariciaba mi culo, de vez en cuando me daba buenos manotazos dejándomelo bien rojo.

Luis, como pudo, fue lubricando mi culete y cuando ya lo tenía bien mojado y bien abierto, pues estuvo metiendo primero un dedo, luego otro y hasta tres, se puso en mi espalda y venciéndome hacia adelante intentó metérmela por el culo. No fue fácil, supongo por ser nuestro primer triángulo, pero cuando consiguió entrar y no acompasamos los tres, las sensaciones que tuve fueron fortísimas, me sentí llena, llena por todos los agujeros y me corrí con el orgasmo más fuerte que he tenido en mi vida, y eso que desde entonces he gozado mucho. Al poco se corrieron Antonio y Luis al tiempo que me empujaban cada vez más fuerte. Me dejaron llena de leche y totalmente tirada en la cama, donde me quedé un rato en blanco, con una especie de sueño placentero. No sabía donde estaba pero lo que sí sabía era que estaba muy a gusto.
Antonio, sin hacer demasiado ruido, cogió sus ropas, se vistió y se fue a su casa, mi marido al rato vino, se metió en la cama conmigo y yo me acurruqué junto a él diciéndole que había sido la vez que más había gozado del sexo en mi vida y que solo por eso le estaba agradecida, que yo me encargaría de hablar con Antonio y que lo dejaría dispuesto para que no hubiese problemas en el futuro. Ese día dormí como una bendita y el domingo me hice la remolona en la cama hasta bien entrada la mañana y cuando mi hija salió de casa llamé a Luis y le dije que viniese a la cama a hacerme compañía, me desnudé, le pedí que también se desnudase él y bien juntitos bajo las sábanas, estuvimos hablando de nuestra relación de pareja.
Había estado pensando el rato que estuve vagueando en la cama y claramente le dije a mi marido que él era una persona demasiado importante en mi vida para hacer locuras, que yo necesitaba sexo y que en estos momentos no me estaba dando el placer que yo necesitaba, que había disfrutado mucho con Antonio pero que si él no estaba convencido de lo que había pasado que estaba dispuesta a dejarlo todo y volver a la situación de antes, además le dije que consideraba a Antonio buena gente y que estaba segura de su discreción.
Luis me contestó que él también había disfrutado mucho al verme gozar con Antonio y que tenía claro que este no iba a largar nada, que mientras las cosas no pasasen a mayores estaba dispuesto a compartir algún rato de placer con nuestro vecino. Yo entonces le pregunté si para poder acostarme con Antonio debíamos estar los tres siempre o bien podía encontrarme alguna mañana con él como había hecho antes. Su respuesta fue que yo debía de tomar las decisiones de la forma más correcta en cada momento, pero sí que quería estar informado de todo lo que pasase. Esa mañana acabamos follando los dos con otro polvo memorable, pues Luis se bajó entre mis piernas y estuvo comiendo mi coñito un largo rato haciéndome disfrutar en dos ocasiones, luego se incorporó y me la metió haciéndome gozar una tercera vez hasta correrse dentro de mi coño.

El lunes llamé a Antonio y le dije que tenía que hablar con él muy en serio y que iba a pasar a su casa. Cuando estuve frente a él le pregunté qué opinaba de lo que pasó el sábado, contestando que no estaba de acuerdo en que lo hubiese utilizado y que no sabía muy bien cual era nuestro juego. Mi respuesta fue si no hubiese sido así, nunca hubiera podido participar de una sesión de sexo como aquella y por supuesto que nunca se hubiese acostado conmigo, pero que si no quería volver a repetirlo que no pasaba nada, que las cosas seguirían como antes, siendo buenos vecinos.
– ¿Eso significa que no volveré a acostarme contigo? – me preguntó.
– Las condiciones las ponemos nosotros – le dije – A mi me encanta irme a la cama contigo, y de hecho no hay ningún problema por pasar a menudo a tu casa por las mañanas y follar juntos, pero Luis es mi marido y mi pareja y a él le debo respeto. Luis permite que nos encamemos para a cambio también quiere participar de alguna que otra sesión los tres juntos.
Añadí que la decisión la tenía que tomar él y por supuesto ser una tumba acerca de lo que había pasado o podía seguir pasando, que para nosotros sería una catástrofe una indiscreción por su parte. No le di opción a más y me marché a mi casa.
Esa tarde, cuando Luis estaba en casa, Antonio pasó a vernos y hablar con los dos. Nos dijo que había estado pensando en lo que había pasado el otro día y que para él era muy importante tener una mujer como yo dispuesta a satisfacer sus necesidades de sexo, que eran muchas, y que estaba dispuesto a participar en los juegos que le propondríamos. Yo me alegre mucho de su decisión y creo que Luis también, por eso mi marido le dijo que estaba dispuesto a permitir que yo pasase a su casa de vez en cuando a liberarme de las tensiones y que los fines de semana debía ayudarle a él a darme placer entre los dos.
Yo empezaba a estar caliente, por eso al oído de mi marido, le dije que si me permitía pasar a nuestro dormitorio a los dos antes de que volviesen nuestras hijas y así poder empezar nuestro acuerdo con buen pie. No dijo nada pero con su mano hizo un gesto de adelante y por eso agarré del brazo a Antonio y aunque perplejo, no dijo nada y se dejó guiar a nuestro dormitorio. Allí le hice desnudarse a la vez que yo me quedaba tan solo con la ropa interior. Me tumbé en la cama bien espatarrada y le hice acercarse. Tenía el rabo bien tieso, yo estaba más que caliente y no hubo ni juegos ni caricias pues de un solo empujón me la metió hasta el fondo, culeó un poco y yo me corrí como una cerda, chillando y gritando.
Mi marido, al oírme chillar, vino a vernos, se quedó en la puerta con el pantalón en las rodillas, su polla fuera y meneándosela.

Entonces le hice acercarse, me la metió en la boca y con cuatro chupetones se me vino encima, corriéndose en mis tetas. Antonio, pese a que se había corrido, siguió bombeando haciéndome seguir en las nubes. Tenía toda la leche de Luis corriendo por mis tetas y a Antonio magreándomelas diciéndome procacidades.
Me volví a correr otra vez chillando y al poco Antonio me dejó toda su leche en el coño. Les hice vestirse a todo correr porque en cualquier momento podían llegar mis hijas y les dije a los dos:
– Estoy encantada de tener dos buenos machos a mi disposición.
Desde este día, casi todas las mañanas o bien paso a casa de Antonio o bien él pasa a la mía y por supuesto, casi todos los días me llevo una buena ración de rabo porque, no sé si es por la competencia o porque realmente le excita, mi marido hay muchas noches que también se pone en marcha y me folla, con gran placer para mí. Por eso llevamos una vida de triángulo de lo más perfecta y además como todo el mundo en el barrio sabe lo bien que nos llevamos las dos familias a nadie le extraña que pasemos tanto tiempo juntos, incluso que nos vayamos los fines de semana a nuestra casa de la Rioja o a su apartamento.
Reconozco que la relación con mi marido no se ha resentido pues cada día estamos más unidos y Antonio es feliz de disponer de una mujer ardiente y fogosa que lo ordeña todos los días. Por eso cuando los amigos le dicen que porque no se busca una amiguita, que tiene que estar muy solo, él sonríe y dice que está muy bien como está ahora y que no quiere líos.

Bueno, creo que me extendí demasiado con nuestras vivencias, pero solo de contarlas nos estamos poniendo cachondos los tres y directamente nos vamos a sofocar el calentón a nuestra gran cama y si nos ocurre alguna otra experiencia interesante, os haremos partícipes de ella, pues nosotros también nos excitamos con lo que nos cuentan los otros lectores.
Besos.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies.

Aceptar

ACEPTAR
Aviso de cookies


"relatos erotixos""relatos eroticos pajas""relatos charo medina""ver revista clima""relatos eroticos.""relatos nudistas""relato porno""revista clima 21"revistaclima.com"diosas follando""relatos sexuales""revusta clima""revista porno""charo medina relatos""relatos porno de trios""relato clima""todo relato.com""fotos revista clima""ver revista clima""enculada brutal""historias eroticas reales""revista climas""charo medina relatos""anuncios porno""relatos porno dominacion""relayos porno""relatos eroticos mujeres""relatos erotcos""relatos eroticos revista clima""relatos de charo medina""fotos revista clima""relatos prono""relatos de charo medina""pornostar video""relatos eroticos de intercambios""revista clima.com""relator eroticos""revista clima.com""mamada sin manos""reletos porno""ver revista clima""relatos erticos""gif enculadas""relatos charo medina""relator eroticos""textos eroticos""ver revista clima"chachaporno"relatos eroticos clima""relatos eroticos 2018""porno escrito""relatos de clima""contactos porno""silvia saint""erotica videos""cuentos relatos eroticos"www.revistaclima.com"relator eroticos""relatos clima"www.revistaclima.com"porno para ellas""reñatos porno""contactos bisex""relatos sumisas""relatos eroticos sexo anal""relatos orno""relatos de casadas infieles""revista lib""relatos eroticos con fotos""relstos eróticos""relatos eroticos no consentidos""relatos de cuernos""webcams contactosx es"