Relato erótico
Cena con sorpresa
Su novia invitó a cenar a una compañera de la universidad y estaba nerviosa porque no sabía que preparar para comer. La cena transcurrió bien, divertida y relajada, pero el alcohol jugo un importante papel.
Daniel – Madrid
La historia que les voy a narrar, tuvo lugar por el mes de Octubre del año pasado. Por aquel entonces, mi novia Elena, había empezado las clases en la universidad, y eran las primeras semanas, de toma de contacto, como siempre solía decir ella.
Esa tarde, llegó de clases más sofocada de lo normal, y un poco apresurada…
¿Qué te pasa cielo? – Le pregunté medio asustado.
Es que invité a Liliana a cenar esta noche a casa, y no tengo ni idea de lo que voy a preparar, y mira la hora que es.
Bueno, tranquila, yo iré al supermercado a comprar unos solomillos, y de primero puedes hacer esas gambas que tan bien te salen – Le dije mientras la besaba en la mejilla.
Mi solución culinaria la tranquilizó, y sonriendo, me dijo que ese menú sería perfecto.
Yo no conocía a la tal Liliana esa que iba a venir a casa a cenar. Mi novia me había hablado de ella, pero personalmente no la conocía, así que sentía intriga por como seria, ya que aunque adoro a mi novia, no pierdo la oportunidad de recrearme la vista con las demás chicas que veo por la calle.
Así pues, después de tres horas, enfrascados en la cocina, por fin, dimos por concluida la preparación del menú, y solo nos quedaba ducharnos y vestirnos.
¿Que ropa me pongo? -me pregunto mi novia-
Pues mira, puedes ponerte la falda negra, con las medias, y arriba pues un top, ¿Por qué no te pones el top que te compré? (Ese top, se lo había elegido yo, era un top blanco, de tirantes, y con un escote en pico, me ponía loco cuando se lo veía puesto) Dicho y hecho, a las nueve en punto llego Liliana…
Nos presentamos y dijo que le gustaba nuestra casa. Liliana, era guapa, era una chica de media estatura, morena, con los pechos más o menos grandes, y con una cara enigmática. Es difícil describirla si no la has visto antes, pero es una de esas chicas que si la ves un día en la calle, no olvidas su mirada. Llevaba puesta una camiseta sin mangas, que se ajustaba por encima del pecho, y unos vaqueros ajustados que moldeaban su figura, con el pelo suelto y algo maquillada.
La cena transcurrió animada, hablando de cosas de la facultad, y contando cosas de sus infancias, yo por mi parte, me aburría un poco, ya que al no estar en su facultad, no entendía muchas cosas de las que contaban. Recogí los platos y les pregunté si tomarían alguna copa, las dos se apresuraron a decir que tomarían un ron cada una, por lo que traje uno para cada una y otro para mi, nos levantamos de la mesa, y nos sentamos al sofá, mientras pusimos un poco de música, seguimos hablando, esta vez de cómo nos habíamos organizado Elena y yo para hacer la cena. Poco a poco, o mejor dicho copa a copa, me lo iba pasando mejor, y pronto la conversación se fue transformando hacia los chicos de su clase, ya que Liliana le había echado el ojo a uno (según mi novia) cosa que Liliana negó categóricamente.
-No es verdad – Respondió Liliana, no le hagas caso Ángel, ese tío es horrible, pero esta petarda me quiere putear…
Las risas iban en aumento, y los “piques” entre ellas iban en aumento, en gran parte por efecto del alcohol. Ahora discutían sobre la camiseta de Liliana, ya que mi novia decía le decía que le sentaba mal y Liliana, se puso de pie, y poniéndose delante de mí me preguntó:
¿Tú qué opinas, Ángel? ¿Me queda bien?
Cuando iba a responder, vi como mi novia se acercaba sigilosamente por detrás de Liliana, y agarrándole la camiseta, tiró de ella hacia abajo, y como la camiseta no tenía tirantes ni mangas, pude contemplar ante mi gran asombro, las tetas de Liliana delante de mi cara…
-Serás guarra -gritó Liliana- mientras se subía rápidamente la camiseta…ahora verás…
Y dicho esto, se tiró sobre las piernas de mi novia, intentando levantarle la camiseta pero, tanto forcejeo, no terminó bien, y la camiseta de mi novia se rompió, dejando ver su sujetador negro.
Por un momento, el silencio, invadió la habitación, hasta que la risa de las dos empezó a brotar, yo por mi parte, no me podía creer, lo que estaba pasando, así que me quede sentado en el otro sofá. Ahora Liliana, se alejó de mi novia, y fingiendo arrepentimiento, le pidió perdón a mi novia por haberle roto su camiseta.
Mi novia, se levanto, bastante seria, y se sentó en las piernas de Lily, y en ese momento, le bajo de golpe la camiseta, y empezó a besarla en la boca, mientras con las manos le acariciaba las tetas.
Yo estaba empezando a excitarme muchísimo, más que nada, por lo inesperado de la situación. Liliana, por su parte, le agarró el culo a mi novia, y sin decir ni una palabra, le empezó a lamer el cuello, las dos estaban muy cachondas, no decían nada, solo se manoseaban y se besaban…
Entonces, decidí bajarme la cremallera de mi pantalón y sacarme la polla, para disfrutar del espectáculo. Mi gesto no pasó desapercibido para Liliana, ya que en seguida dijo:
-Vaya, mira cómo hemos puesto a tu chico. Se ha puesto muy cachondo…
Mi novia giró la cabeza, y me vio masturbándome, en eso se levantó, y cogiendo a Liliana de la mano, se pusieron de rodillas ante mí.
-Mira Lily, se ha puesto así de cachondo por ti, haz los honores, y empieza a chuparle la polla a mi novio.
Yo, asombrado por ver cómo la chica modosita que tenía como novia, se había convertido en una fiera, me recosté en el sofá, y cogiéndole la cabeza a Liliana, le acerqué la lengua a mi polla. Estuvo un buen rato chupándomela, hasta que se levantó y cogiendo a mi novia por la cintura, la puso de cara a la pared, con las manos apoyadas en la propia pared. Como si de un cacheo se tratara, le separó las piernas, y abrazándola por detrás, le levantó la falda, y empezó a tocarle el coño por encima del tanga, mientras le susurraba:
-No sabes cuánto tiempo llevo soñando esto…-lo cual puso más cachonda a mi novia, que cada vez gemía con más fuerza-
Liliana, volteó a mi novia y la puso de espaldas a la pared, y poniéndose de rodillas, le arrancó el tanga y empezó a lamerle el coño, ante los agitados gemidos de mi novia.
Me acerqué por detrás de Liliana, e hice que notara mi presencia, acercando mi polla a su culo, mientras le decía:
-Joder, Lily como tienes de cachonda a mi novia.
Al decir esto, mi novia me miraba con los ojos entreabiertos por el placer que sentía, y me decía ¿quieres follarnos?
Esa frase terminó por calentarme, y cogiendo a Liliana, la puse a cuatro patas, apoyada en el sofá, y bajándole rápidamente las bragas, se la clave, de forma salvaje.
-¿Te gusta guarra? -Le grito mi novia, mientras le tiraba del pelo.
Aquello se había convertido en un frenesí sexual, me estaba follando a una amiga de mi novia, mientras mi novia le preguntaba si le gustaba cómo me la follaba.
Casi al momento, mi novia me apartó violentamente, y tiró a Liliana abierta de piernas en el sofá, mientras decía que ella también quería probar el coñito de su amiga, yo puse a cuatro patas a mi novia de manera que pudiera acceder con su boca a su chocho, y se la metí por el culo, casi no opuso resistencia, estaba fuera de sí, podría hacer lo que quisiera con ella, que no me dirían que no a nada. Mis enculadas, cada vez eran más fuertes y más salvajes, y se correspondían con los gemidos de placer de mi novia, que se confundían a su vez con los de su amiga Liliana.
A petición de mi novia, mi polla, también penetró el culo de Liliana, la cual era virgen analmente, pero tampoco se resistió demasiado a mi polla, mientras mi novia le escupía en la boca. Nunca la había visto así. Me quedé un buen rato follándole el culo, pues me gustaba más que el de mi novia ya que era más duro, y lo tenía más prieto.
En esto, vi que mi novia, salía del cuarto, pero no le di, demasiada importancia, así que seguí follando por el culo a nuestra invitada, al rato llegó con una polla de goma que tenía un arnés y se lo había puesto a modo de polla. Yo nunca le había visto eso, el caso es que se lo puso, y cogiendo del pelo a su amiga, le grito que se la chupara, mientras yo le follaba el culo. Mi nueva amiga, chupaba deseosa de más ese palo negro de goma mientras balbuceaba algún que otro gemido.
Finalmente, mi novia se follo por el culo a mi amiga, mientras yo me la follaba por el coño, haciendo una doble penetración en el cuerpo de Liliana, la cual casi había perdido el conocimiento…
Tras casi dos horas, las puse de rodillas delante de mí, y les llené la cara con mi semen, mientras ellas se besaban con lujuria, esperando mi caliente esperma.
Sólo me queda añadir, que fue el mejor polvo de mi vida, como podréis imaginar, sin embargo, el tema de los tríos, fue algo puntual en nuestra relación, ya que al día siguiente, cuando mi novia volvió en sí y se le pasó el efecto lujurioso de la otra noche, me dijo que no quería que hiciésemos mas tríos, porque podría afectar a nuestra relación de pareja… ¡pero el recuerdo, no me lo quita nadie!
Un saludo para todos.