Su primer intercambio

Vieron la web de un local de intercambio y después de hablarlo, decidieron ir a verlo. Se desplazaron hasta Madrid, fueron a un hotel, y por fin llegó la noche esperada. La experiencia les gustó y tienen claro que volverán.

Javier – Madrid
Una semana antes habíamos descubierto un local de ambiente liberal, entramos en el foro y nos enganchó totalmente. Esa misma noche decidimos acudir.
Por fin llego el sábado por la mañana nos levantamos y a media mañana, preparamos un pequeño equipaje y nos pusimos en viaje hacia la capital del reino. En cuanto llegamos al hotel, dejamos las maletas y nos fuimos a comer. El tiempo pasaba lentamente y nuestros nervios iban en aumento.
Volvimos de comer, nos duchamos, nos arreglamos y mientras bajamos en el ascensor observé su precioso cuerpo, Patricia es alta, con buenas curvas y unas tetas que me enloquecen.
Llegamos a la planta baja mientras esperábamos al taxi y se ponía su abrigo pude ver como varios de los hombres que había en la recepción la seguían con la mirada. Cenamos en un conocido restaurante de Madrid, cuando terminamos de cenar pedimos otro taxi.
Di la dirección al taxista, nos miro con cara de conocer el local y en menos de diez minutos estábamos en la puerta del club que habíamos conectado por Internet.
Mientras pagamos al taxi una pareja entró justo delante de nosotros, en el trayecto del taxi a la entrada, llovía y hacía frío, me paré, observé a Patricia, estaba preciosa, la bese en la mejilla y entramos.
La primera parte del local era un Pub común en el que podía entrar todo el mundo, allí una relaciones públicas, una tía morena que esta buenísima, nos atendió nos enseño el local.
La sala contaba con sillones de cuero, poco después se sentaron cerca de nosotros otra pareja joven, ella morena y delgada con un escote de vértigo, él de mi altura, más o menos un metro setenta y cinco, mas musculoso que yo.
Nos saludamos y cada uno siguió a lo suyo, las parejas iban y venían las dos parejas que se encontraban detrás de nosotros desaparecieron a los pocos minutos.
Propuse a Patricia dar una vuelta por el local, al llegar a la zona del jacuzzi le dije si quería entrar. Sin dudarlo aceptó, nos dirigimos al vestuario, pedimos unas toallas y allí coincidimos de nuevo con la pareja de la sala anterior, el estaba cubierto con un toalla y ella completamente desnuda se cubría su cuerpo con la toalla en ese momento, a los dos nos llamo la atención lo buenos que estaban los dos.
Al salir del vestuario nuestras miradas se cruzaron, otro saludo este ya no tan cortes y si más sugerente.
Una vez nos desvestimos y salimos del vestuario, nos dirigimos al jacuzzi y cuál fue nuestra sorpresa allí y solos dentro del jacuzzi la pareja que llevábamos encontrándonos toda la noche, una pareja mas madurita se dedicaban a juguetear con sus sexos.
De nuevo saludos, esta vez ya con sonrisas de complicidad, en el gran jacuzzi había sitio de sobre pero nos colocamos cerca de ellos.

Unos minutos después surgió la conversación, las presentaciones, a ella la llamaré Victoria y a él Simón, tras un cuarto de hora o veinte minutos en el jacuzzi Simón propuso tomar una copa, aceptamos nos acercamos a la barra y pedimos apenas había sitio para hablar tranquilamente, encontramos un rincón en una zona muy silenciosa y con mas luz que el resto del local, nos acomodamos, Simón y yo en los extremos de un sofá semicircular y muy profundo más de un metro, las chicas en el centro.
En esa sala y tras una ligerísima cortina una mujer sentada en el gran sofá semicircular como el nuestro se la chupaba a dos tíos que estaban de pie frente a ella.
A los pocos minutos de estar allí a Patricia se le cayó la toalla dejando sus pechos al aire, no la colocó en su sitio los dejó a la vista de todo el mundo, Simón clavaba de vez en cuando su mirada en ellos.
Las miradas de los cuatro se perdían entre las cortinas de la mesa de enfrente, ahora uno de los hombres se había arrodillado en el sofá la mujer le comía la polla a cuatro patas mientras el otro tipo la comía el coño y el culo.
Tras un par de copas y el vino de la cena, el alcohol ya empezaba a tener efectos inhibidores, además del espectáculo que teníamos frente a nosotros y Patricia de vez en cuando acariciaba el hombro, el cuello y los negros cabellos de Victoria, a esta no la incomodaba y seguía charlando como si nada.
En una de esas, Victoria se aproximo a Patricia, la beso, un beso suave, un ligero pico, tras esto hubo unos segundos de silencio antes de que los cuatro antes de que las dos a la vez se lanzaran una sobre los labios de la otra.
Se besaban mientras Simón se sitúo tras Victoria besándole el cuello a la vez que dejaba caer la toalla, sus tetas quedaron libres unas tetas grandes para una chica delgada como Victoria, con una aureola ligeramente más oscura y culminadas con dos deliciosos pezones.
Victoria giro su cara y beso a Simón, Patricia beso su cuello mientras Simón alargó su mano hasta tocarla los pechos.
Me sitúe detrás de Patricia y besé su espalda mientras ella se besaba de nuevo con Victoria.
Victoria se recostó sobre el hombro de Simón que continuaba besándola mientras acariciaba sus tetas, continuo bajando sus mano, Victoria subió una de sus piernas al sofá dejando a la vista su sexo, no tenia vello estaba completamente depilado su sexo oscuro y brillante que destacaba unos carnosos labios y en un pequeño y oscuro clítoris.

La mano de Simón acariciaba suavemente todo el sexo de Victoria que con los ojos cerrados disfrutaba de la paja que Simón le hacía.
Mientras yo acariciaba a Patricia, nuestras lenguas se enrollaban me deshice de su toalla e imite a Simón llevando mis manos a su sexo.
No sé el tiempo que había pasado así, yo trabajaba con dos dedos en lo más profundo del sexo de Patricia cuando los profundos suspiros de Victoria nos hicieron fijarnos en ellos se retorcía de placer.
Cuando Victoria termino, Simón se levantó separó la mesa del gran sillón y dejo caer su toalla dejando a la vista su aparato, tomo la mano de Patricia esta aceptó acercándose hasta él seguía sentada, la polla de Simón la quedaba a la altura perfecta la tomo entre sus manos le masturbo ligeramente y poco a poco se la fue metiendo en la boca de una forma que solo ella sabe a la vez que se la va comiendo succionaba y jugueteaba con la lengua en su capullo. La cara de placer de Simón había que verla, impresionante.
Victoria y yo nos miramos, me fui hacia ella, me arrodillé ante ella, nos besamos hundí mi cara entre sus tetas, sus duros pezones eran deliciosos.
De nuevo la bese en la boca antes de levantar sus piernas y meter mi cabeza en su sexo.
Nos acomodamos de forma que ella quedo completamente tumbada y yo arrodillado en el suelo de forma que llegaba hasta el último rincón de su sexo, no habían pasado ni dos minutos desde que se había corrido, estaba caliente, sabroso un sabor peculiar pero delicioso.
Levantando ligeramente la vista mientras devoraba ese delicioso manjar veía como Patricia había aumentado considerablemente su ritmo y su boca se movía ágilmente sobre el rabo de Simón, que continuaba de pie frente a ella ahora con una pierna sobre el sofá.
Con mis manos abrí las nalgas de Victoria, y humedecí su culo con mis dedos juguetee un poco con el, mientras con mis labios oprimía su clítoris y jugaba con mi lengua sobre el.
Victoria me pidió que me acomodara, en cuanto estuve recostado se coloco entre mis piernas me pajeo unos segundos y empezó una deliciosa felación que duraría varios minutos.
Mientras tanto junto a nosotros Patricia estaba tumbada y Simón sobre ella la follaba con rápidos movimientos, mientras ella rodeaba su cintura con las piernas. Patricia gemía y gemía.
Victoria cambio de posición se arrodillo sobre mi miembro poco a poco descendió noté como mi polla se hundía en su sexo, la penetración fue lenta, cuando ella se sitio cómoda empezó a aumentar la velocidad hasta que su cabalgada fue bestial, botaba y rebotaba sobre mi aparato.
Patricia comenzó a gemir muchísimo, sus gemidos y profundos suspiros acompañados de unos rítmicos movimientos de caderas no dejaban lugar a dudas se estaba corriendo.

Cuando los movimientos de Patricia cesaron Simón saco su polla de su sexo, brillaba estaba impregnada de los flujos de Patricia un hilo de brillante flujo les unió por unos segundos.
Patricia se quedo tumbada relajada en el sillón.
Simón se puso de pie sobre el sofá Victoria reacciono rápidamente y a la vez que me cabalgaba se dedico a mamársela a su chico.
Esto no duro mucho pronto Simón tomo a Patricia por las caderas la volteo, ella se coloco a cuatro patas y el sin ninguna dificultad se la metió hasta el fondo.
Victoria pronto empezó a correrse, apretaba fuerte su sexo contra mi cuerpo, buscando un mayor roce de su sexo contra mí.
Me mordió en el hombro a la vez que mordía, de lo más profundo de su garganta salían pequeño suspiros y gemidos.
Ceso su mordisco y cayó sobre mi pecho, yo la tenia cogida por las nalgas y no pare de embestirla en ningún momento.
A cada embestida ella respondía con un suave gemido.
Paramos un segundo, giramos sobre nosotros mismos ahora yo estaba sobre ella, se la metí de nuevo.
Las chicas se besaban mientras nosotros las follábamos, esta imagen me ponía como loco.
Arrodillado entre las piernas de Victoria con sus pies apoyados en mis hombros y con mis manos en sus tetas mientras ella se besaba con Patricia.
No iba a aguantar mucho, la excitación acumulada estaba a punto de reventar.
Así fue, un último empujón saque mi polla de su delicioso escondite, y sin más un gran chorro de leche cayó sobre el abdomen de Victoria, otro choro mas, otro par de ellos sobre su depilado pubis y unas últimas gotas directamente en el sexo de Victoria, ella lo extendía por su abdomen y su sexo con sus dos manos.

Quede extasiado en la misma posición.
Mientras Victoria se había metido debajo de Patricia le comía las tetas a la vez que la masturbaba.
Patricia me miraba con cara de puro placer, se notaba que disfrutaba.
Lo que llevo a Patricia a otro orgasmo, gemía, suspiraba, disfrutaba su cuerpo chocaba contra el de Simón en cada embestida se volvió a correr de nuevo.
Ahora Simón no la dejó, el siguió clavándosela unos segundos.
Saco la polla del cuerpo de Patricia se coloco sobre las tetas de Victoria y empezó a descargar, ella al igual que hiciera con mi corrida jugueteaba y se la extendía esta vez por sus tetas.
Pocos minutos después Simón y Victoria desaparecieron, nosotros nos dimos vuelta por el local, esta vez solos y solo con la toalla anudadas a nuestras cinturas.
En el ambiente del local se respiraba la excitación el olor a sexo, a placer y la complicidad.
Después de deambular un rato por el local nos fuimos al hotel.
Echamos un polvo impresionante esa noche.
Volveremos, sin duda la experiencia fue especial y ninguno de los dos dudamos que más pronto que tarde volveríamos.