Relato erótico
De fantasía a realidad
Son un matrimonio que se quieren y se llevan bien en todos los sentidos. Casualmente un día empezaron a fantasear y poco a poco se aficionaron a “simular” que follaban con otras personas. Todos los viernes salían a cenar con varias parejas pero, aquel día algo cambió.
Iñaki – BILBAO
Somos un matrimonio de unos 40 años. Mi nombre es Iñaki y el de mi mujer es Mireia. Llevamos una vida normal, tenemos dos hijos, y nuestra relación sexual es bastante aceptable, pues nos gusta fantasear en nuestras relaciones. Hace algún tiempo lo llevábamos en secreto, pero desde hace un año aproximadamente las fantasías nos las contamos y obtenemos mucha satisfacción de esta forma. Mireia le gusta fantasear con que, mientras que la estoy follando, ella está chupando una polla de otra persona y eso nos pone a cien a los dos, porque lo decimos en voz alta y nos encanta oír nuestras fantasías.
Yo suelo decirle que si le gustaría, aparte de chupar la polla de otro, también que se la metiera un poco, y que me la chupase a mí, pero ella suele decir que no. Que solo la penetro yo, que es la única polla que quiere dentro de su chochito. Que le gusta chupar otra pero no que se la metan. Cuando está más caliente, entonces es cuando dice que bueno, que quiere probar a que se la metan a ver que tal está esa polla. Pero todo esto fantaseando. También fantaseamos de modo que soy yo el que está follando con otra y ella me chupa los huevos y me coge la polla y me la chupa de vez en cuando. O que estamos en una playa nudista y que yo voy a dar una vuelta y al llegar ella esta follando con otro. Yo me quedo mirando y le doy mi polla para que me la chupe.
Alguna vez también hemos estado viendo alguna película porno y a Mireia le encantaba ver como follaban a la actriz de turno entre dos. Sobre todo le encantaba cuando se ponía alguna a cuatro patas y un tío se la follaba y a otro le chupaba la polla. Esto lo hacíamos nosotros viendo el video y follando al mismo tiempo e imaginado que éramos nosotros los de la pantalla. Yo nunca me atreví a decirle a Mireia que estas fantasías me gustaría a hacerlas realidad, aunque yo tampoco estaba seguro de querer hacerlo.
Tenemos unos amigos y un día se nos ocurrió fantasear con ellos, con nombres propios y eso nos llevó a una aventura especial que paso a relatar. No es una fantasía sino que pasó de verdad.
Como todos los viernes nos fuimos a cenar varias parejas, bebimos vino, tomamos una copa como siempre, pero a la hora de irnos a casa, como los niños habían quedado en casa de los suegros, invitamos a tomar la última copa a Jorge y a Leticia. Al llegar a nuestra casa, nos fuimos al salón y todos nos servimos una copa. La verdad es que yo no esperaba que pasara nada, pero ya veréis lo que pasó. Encendí la tele y al poner el video, mi sorpresa fue que salió una película porno, que se había quedado en el video, pero en ese momento Leticia dijo:
– Oye, deja el video que está interesante.
Mireia, mi mujer, también dijo que lo dejásemos para ver de qué iba. Por nuestra parte no hubo problema. Pero empezaron a salir unas orgías y la cosa se calentó un poco.
Leticia quiso que bailara con ella, y yo me puse a bailar. Empezamos a hacerlo bastante agarraditos, mientras que mi mujer y Jorge seguían viendo el video. Yo a Jorge le vi varias veces tocarse el paquete y mi mujer se dio cuenta que estaba empalmado. Leticia por otra parte estaba algo caliente. Notaba sus pezones en mi cuerpo y yo la polla la tenía a tope. En un momento dado, no se por qué, se me fue la mano y le agarré el culo a Leticia lo cual vio perfectamente mi mujer, pero como estaba algo embalada, lo que hizo, fue como si no viera nada y se puso a hablar con Jorge de las escenas que había en el video. Leticia entonces me metió la mano por encima del pantalón y me dijo:
– ¡Que bueno estás!
Yo miré hacia Mireia y vi que también se había puesto a bailar con Jorge y que estaban muy juntitos. Seguí la marcha y le cogí una teta a mi amiga Leticia, lo que Mireia vio también. Entonces, como la película seguía bastante animada y la cosa parecía que también se animaba por nuestra parte, yo les propuse que nos pusiéramos más ligeros de ropa y que si había que hacer una película porno pues se hacía. Mi mujer me dijo que estaba loco, que ella ni en broma iba a consentir estar en plan de ligerita de ropa para calentarse aún más. Es más, dijo:
– Venga, cada uno para su casa que esto se nos esta yendo de madre.
Pero al decir eso Jorge se quitó la camisa y Leticia se quitó la blusa y al mismo tiempo intentaba desabrocharme el pantalón para sacarme la polla. Al ver esto, yo le dije a Mireia:
– Venga anímate y no seas aguafiestas.
Leticia logró sacarme la polla y de rodillas me la empezó a chupar. Mireia no daba crédito a lo que estaba viendo y Jorge le dijo:
– Vamos, disfruta que tu marido también lo está haciendo.
En esto Jorge le sacó a mi mujer la falda y la empezó a acariciar el culo. Los dos estábamos muy nerviosos, nunca creímos que fuera a pasar esto pero mi mujer, al ver como me la estaban chupando, también se animó y le sacó la polla a Jorge. Ya en ese punto nos desnudamos los cuatro. Leticia y yo nos quedamos un momento mirando a Jorge y a mi mujer viendo como le estaba chupando la polla a mi amigo y mirando hacia mí. Entonces yo le dije:
– Perdona, pero me pones muy caliente y te la voy a meter por detrás.
Aparté a Leticia y entonces yo le metí mi polla a mi esposa en el coño hasta el fondo mientras veía como se la chupaba a mi amigo Jorge. Era impresionante follar con ella y ver como se la mamaba a otro. Pero Leticia también estaba deseando que se la metiera, así que le dijo a Mireia:
– Estoy deseando que me la meta tu marido y si no te importa, que te folle Jorge.
Entonces me salí del conejito de mi mujer y Jorge se colocó detrás de ella y se la metió de un golpe. Ella gozaba intensamente y estaba contemplando que es lo que hacía yo, mientras era follada por nuestro amigo. Cogí entonces a Leticia y se la metí mientras miraba para mi esposa. Estábamos los dos a tope, los dos estábamos follando de maravilla en un intercambio delicioso. Mi mujer no hacía más que mirar como me follaba a Leticia y disfrutaba viendo como lo hacía, bueno también disfrutaba ella, porque veía que yo la miraba viendo como follaba de maravilla con Jorge. En el fondo parecía que le gustaba que yo la viera follar con otro.
Yo estaba tope, así que a punto de correrme se la saqué del chocho de Leticia y le dije que me la chupara, que me iba a correr. Mi mujer también quiso participar y me la chupaban juntas las dos mientras que Jorge seguía follándosela. La visión era tan excitante que me corrí pronto, pues la visión de ver a mi mujer chupándome la polla junto con Leticia, y al mismo tiempo que la estaban follando, era demasiado. Las tetas de Leticia eran grandes y muy tiesas así que me dediqué a ellas un rato, empezando a acariciarlas y a chupárselas. Mi mujer estaba atenta a la jugada porque veía que las tetas las tenía más ricas que ella y que yo estaba disfrutando de lo lindo.
Mi esposa obtuvo su orgasmo y empezó a gemir mucho cuando también al mismo tiempo se corrió nuestro amigo Jorge dentro de su coño. Yo reconozco que estaba algo celoso de ver como se corrían los dos juntos, pero al mismo tiempo disfrutaba mucho de verla gozar a ella tanto y le metí otra vez la polla a Leticia y esta vez no paraba de menearla dentro. Mi mujer, una vez que se corrió, se nos acercó y quiso chuparme los huevos mientras se la estaba metiendo a Leticia. Y la verdad es que fue demasiado ver como me chupaba los huevos y follaba al mismo tiempo a Leticia, aunque Mireia, de ven en cuando, me cogía la polla y se la metía en la boca para darle unas mamadas y luego me la volvía a colocar dentro del chocho de Leticia. Me corrí enseguida esta vez dentro de Leticia y ella al sentir mi semen, también se corrió.
Fue una noche maravillosa en la que al final hicimos intercambios de todo tipo y disfrutamos muchísimo. Ahora las fantasías que tenemos son recuerdos de aquella noche maravillosa que esperamos repetir.
Besos de los dos.