Relato erótico
A follar… en casa
Un viernes por la noche se reunieron con unas parejas amigas para cenar. Cuando acabaron vieron un rato el canal porno de la tele y, todos, reconocieron que se habían grabado mientras follaban con sus parejas. Quedaron en verse al día siguiente y ver las películas caseras.
Antonio – Vizcaya
Mi nombre es Antonio tengo 40 años, casado ya hace 18 años, sin hijos, mi mujer Gloria tiene 42 años mide 1,68 y un buen culo, de pecho lo tiene pequeño. Nuestra vida sexual es bastante agradable tenemos relaciones 3 o 4 veces a la semana, Gloria, en casa, generalmente anda con batitas cortas que le dejan completamente descubierto su culo.
Le gusta que la fotografíe, por lo cual tenemos una buena colección de fotos y algunos videos íntimos de casi todo lo que hemos hecho, siempre hemos fantaseado con la idea de hacerlo en compañía de otras parejas, o sea ver y ser visto pero nunca habíamos hablado del intercambio en sí.
Los fines de semana generalmente nos reunimos con otra pareja afines a nosotros y salimos a cenar o nos reunimos en las casas, en muchas de esas relaciones se habla de sexo y en muchas ocasiones hemos terminado viendo algún programa en el canal porno mientras se toma algo, y lo más atrevido fue un sábado que todos estábamos un poco pasaditos de copas y estábamos viendo un programa de strippers y a las chicas le dio por hacerlo ellas y terminaron ellas en bragas y con los pechos al aire, fue muy excitante, pero no pasó de eso.
Un viernes que nos reunimos en casa con dos parejas más salió el tema de videos porno caseros y resultó que todos los habíamos hecho, y se empezó hablar de intercambiarlos, Conchita la mujer de Rubén sugirió que sería mejor no nos reuniéramos al día siguiente y los veíamos todos juntos que sería más divertido y a todos le pareció bien así que quedamos para el día siguiente.
Esa noche no pasó nada interesante, al día siguiente como a las 8 nos reunimos en casa de Rubén en total teníamos 7 películas, nos pusimos a tomar algo para calentar un poco el ambiente y nos dispusimos a ver las películas. La primera que vimos fue la de Conchita ella está bastante bien tiene 39 años un culito respingón y unos pechos bastante grandes un poquito caídos más por la gravedad que por la edad, la película empieza con ella mamándosela a su marido y después se la follaba a cuatro patas. La cámara estaba puesta al lado, así que lo más llamaba la atención era ver esos pechos bailando en el aire, luego él se la sacó fue hacia su cara ella comenzó otra mamada, hasta que él se la saca y termina en su cara, yo a esta altura la miraba más a ella que a la película, todos teníamos unas erecciones bastante apreciables.
Luego pusimos una nuestra en que básicamente era Gloria cabalgándome de espalda a la cámara por lo que se apreciaba muy bien la penetración, y sobre todo el soberbio culo de mi mujer.
Ya el ambiente estaba bastante caliente y Jorge comentó que si estuviera en su casa ya tendría a Alicia mamándosela. La tercera que pusimos fue una de Alicia, morena que mide 1,70, con un cuerpo muy bien proporcionado un culito bastante respingón, unos bellos pechos, el video era de ella duchándose y se ve que lleva el chocho rasurado, al rato entra Jorge en la ducha ella se agacha a chupársela hasta que terminan.
Gloria comentó que descansáramos un poco y comenzamos hablar. Ellas comentaban sobre nuestras pollas, y nosotros de sus respectivos culos. Jorge todo lanzado les dijo que porqué no se quedaban en ropa interior para dar más morbo. Ellas accedieron y se desvistieron nosotros procedimos de igual forma, con excepción de Rubén que se quedó desnudo ellas empezaron a bromear y su mujer se acercó a, le cogió la polla y empezó a masturbarlo. Rubén se sentó en el sofá a mi lado y Conchita se sentó en el suelo y siguió masturbándolo suavemente, Jorge se sentó a mi otro lado y le dijo Alicia que si para él no había nada, ella se acercó y le bajó los bóxers y comenzó a masturbarlo, Gloria agarró y puso otra de nuestras películas y fue a poner unas copas.
Allí estaba yo sentado, en el medio mientras estos disfrutaban de sus respectivas mujeres, cuando regresó Gloria, Alicia le dijo que me tenía muy desatendido. Entonces, se acercó se puso entre mis piernas me sacó el cipote por un lado y comenzó a chupármelo. Alicia se colocó encima de Jorge y se metió su polla de golpe hasta el fondo del chocho. El olor a sexo impregnaba todo el salón.
Rubén se corrió en la boca de Conchita. Mi mujer me soltó la polla y me pidió que me levantara, ella se puso de rodillas apoyada en el sofá y yo empecé a comerle el chochito, al cabo de un rato se la metí, ya no aguantaba más.
Rubén y su mujer seguían sentados mirándonos a todos, yo me corrí dentro la saqué y me quedé recostado en el suelo. Gloria cogió mi polla y comenzó a chupármela de nuevo. Como estaba a cuatro patas, su culo esta en frente de Rubén. Él empezó a decirle que tenía un culo precioso y ella por toda respuesta separó un poco más las piernas y le ofreció el culo. Rubén se puso de rodillas detrás de ella y me miró como pidiendo permiso yo asentí sin pensarlo y él se la empezó a meter, Gloria dio un respingo y siguió chupándomela.
Conchita vino hacia mí y se puso encima de mi cara y yo comencé a comerle el coño. Alicia, sonriendo dijo:
-Esto parece una orgia romana, que morbo.
Jorge se colocó a mi lado y Conchita comenzó a chupársela, la única que estaba suelta era Alicia, que era a la que yo le tenía ganas.
Me salí como pude del nudo en que me encontraba, y Jorge se llevó a Conchita al sofá para que se la siguiera chupando, yo fui hacia Alicia y la recosté en el sofá empecé a pasarle el capullo por su raja toda abierta subiendo hacia su ano traté de follármela, ella se abrió las nalgas y empecé a metérsela poco a poco cuando tenía más de la mitad dentro la saqué y se la metí en su raja y en eso estuve hasta que me corrí dentro de su culo.
Rubén se corrió dentro de mi mujer y se acostó a su lado, cuando Jorge vio a Gloria echada en el suelo boca abajo, dejó a Conchita y fue a por Gloria que era lo que quería hace rato, ella ya ni se movía abrió un poco las piernas y él la ensarto.
Conchita se sentó a mi lado quejándose de que a ella no le tocaba nada que sólo estaba chupa que chupa, y se rió pero un poco disgustada, yo me acomodé para chuparla un rato y comencé a mordisquearle los labios ella se fue a mi tranca flácida y se la metió toda en la boca, para ser honesto yo dudaba que se me levantara ya que estaba extenuado, pero ella la chupaba como una posesa, nunca me la habían mamado de esa forma. Se la metía toda hasta el fondo y luego la soltaba y empezaba a mordisquearla hasta llegar a los huevos y comenzaba a chuparlos. Lo hacía tan bien que acabó levantándomela.
Jorge se la sacó a Gloria y se corrió en sus nalgas, agotado, volvió al sofá y se dejo caer. Así, uno a uno y después de corrernos, nos sentamos de nuevo. Nuestras mujeres fueron al baño a asearse, y cuando regresaron a Rubén le dio la prisa por marcharse, aunque su mujer no quería se vistió y despidió.
Nosotros nos quedamos un rato más hablando, Gloria tenía ganas de acostarse y le preguntó a Jorge que porqué no se quedaban a dormir, ellos accedieron y se fueron al otro cuarto. Ya solos en la habitación Gloria estaba entre arrepentida y eufórica lo había pasado bastante bien pero tenía reparos hablamos un rato y nos dormimos.
Al día siguiente sobre las nueve de la mañana fue a la cocina, me encontré a las dos mujeres tomando café y hablando. Me senté a su lado y empezamos hablar de la noche anterior y de la extraña actitud de Rubén. Debían estar calientes, porque sin mediar palabra empezaron a mamarme la polla entre las dos. La cosa siguió a más, pero ya os lo contaré otro día.
Fue un agradable despertar. Después de esa noche ya hemos seguido con regularidad los intercambios y hasta el momento estamos todos encantados.
Un beso para todos los calientes lectores.